EnzoMi estómago dió un vuelco al notar el peso de otro cuerpo sobre el mío, el brazo de Julián me atrapa entre las cómodas sábanas, mientras que mis piernas lo mantenían preso a el; como si ninguno de los dos quisiera contemplar la idea de separarse, aunque para nuestra mala suerte debíamos hacerlo.
Desde el beso de ayer me sentía en un nube, como si todo en lo que pudiese concentrarme era en Julián.
Julián, Julián, Julián, Julián, una y otra vez.
Me moví suavemente de cama, tratando de no despertarlo, no era necesario, aún podía aprovechar a agregar algunos minutos a sus sueño, sin embargo, yo necesitaba tomar algo de aire, aclarar mi cabeza.
Salí de habitación en sumo silencio, la mayoría dormía hasta tarde, durante la mañana nuestro piso en la residencia parecía un desierto, uno sin animales como tal pero con un desorden como si una manada de camellos hubiesen estado allí. No contábamos con personas muy ordenadas, solo Juli, Dibu y Scaloni lo eran propiamente, el resto dejábamos nuestras pertenencias dónde fuese.
Conocía muchas personas que aplicaban la limpieza como un método de auto-terapia, así que preparé un café y mientras daba algunos sorbos con música de fondo ordenaba la cocina, estaba ayudando a despergarme, realmente lo hacía, hasta unas manos me tomaron por la cintura y sentí la sube presión de unos labios en mi cuello. El calor subió en tiempo récord por mi cuerpo.
— Buenos días — La mañanera voz de Julián retumbó en mis oídos, llenando todos los espacios a mi alrededor. — ¿Así que ahora te escapas de mí?.
Volvió a presionar su labios en mi hombro, estaba atrapado entre el mármol de la cocina y el tonificado cuerpo de mi compañero.
— Julián — solte como una advertencia, podíamos tener roces en nuestra habitación, era nuestro espacio seguro, pero no aquí, no dónde cualquiera podía simplemente vernos — Acá no.
La sonrisa en su cara se amplió en lugar de desaparecer, ahora estábamos cara a cara, y se acercó peligrosamente a mi oído.
— ¿Que pasa Encito, tenés miedo? — Su aliento hacia constantes cosquillas en mi piel. Pensé que se quedaría allí, torturando me ante la perspectiva de que cualquiera nos pillara, pero en lugar, dejo un casto beso en mi labios y se alejo para servirse una taza de té; Inglaterra le había dejado malos hábitos.
Un recién despertado De Paul entro en la habitación, parecía apenas conciente de donde estaba. Murmuró un simple "hola" antes de rodar sobre el sillón, Julián y yo compartimos una mirada cómplice, mientras más jugadores aparecían y la figura de Aimar se asomaba, teníamos una reunión.
Quedaban algunas horas antes del siguiente partido, pero luego de ser derrotados en nuestro partido debut cada enfrentamiento se sentía como una final,, incluso si estábamos realmente lejos de la verdadera final.
Julián
El nerviosismo creció en mi estómago cuando Scaloni nos nombró a Enzo y a mi juntos.
— Los dos de titular — Dijo sin prestarnos mucha atención, mira a Enzo, quien estaba sonriente sentado en uno de los bancos sillones en la sala. — Hoy vamos con un 4-4-2 para resguardarse de los contraataques ¿Queda claro?
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¿Voy a estar con juli? // Enzo & Julián
FanfictionDónde Enzo se entera que participará en la mayor, dónde no solo juega el mejor de todos los tiempos si no que también su platónico amor; Julián Álvarez. La selección se a vuelto una peculiar familia, y en cada concentración se reencuentra, ahora con...