𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐈

604 81 0
                                    

Hoseok ladeó la cabeza hacia un lado, confundido.

- ¿El qué?

-El reclamo, rajaaka, te hace mío por toda la eternidad.

El corazón de Hoseok latió con fuerza. De repente se sintió tan angustiado que era como un dolor físico en el pecho. Un loco acababa de sacudir su mundo. Triste, realmente. Jeon Jungkook era un hombre hermoso que hacía el amor como un dios.

Lástima que también estaba más loco que un imbécil.

-Necesito usar el baño, -dijo Hoseok, cualquier cosa para darse unos minutos donde pudiera ordenar sus pensamientos... y luego correr. Gruñó suavemente cuando Jungkook se liberó de su cuerpo y rodó hacia un lado, dejando que Hoseok se levantara.

-El baño está justo allí, -dijo Jungkook, señalando una puerta en la pared más alejada.

Hoseok asintió y rodó fuera de la cama. Se inclinó y agarró su ropa a medida que avanzaba. Rápidamente cerró la puerta detrás de él y se recostó contra ella, frotándose la cara con la mano mientras los acontecimientos de la noche llenaban su mente.

Había ido a una entrevista de trabajo y terminó jodiendo al hombre con el que quería un trabajo. ¿Qué tan desastroso era eso? Incluso si Jungkook no hubiera dicho que ya no podría tener el trabajo, Hoseok sabía que no lo habría tomado. No conseguías un trabajo acostándote con el jefe.

Ahora Hoseok solo tenía que decidir qué iba a hacer. Todavía necesitaba un trabajo y un nuevo lugar para vivir. No podía quedarse en la casa de su hermana mucho más tiempo. Pero primero, tenía que descubrir cómo salir del ático de Jungkook sin hacer una escena.

Se dirigió al lavabo y se lavó rápidamente. Agarró su ropa y se la puso, luego apoyó sus manos sobre el mostrador y se miró en el espejo. Entrecerró los ojos, viendo el color dorado de sus ojos. Siempre habían sido de color marrón chocolate oscuro. Ahora no lo eran.

¿Qué demonios?

¿Y qué demonios eran esas dos marcas extrañas y rosadas en el cuello, justo encima de su vena yugular? Frunció el ceño, recordando a Jungkook mordiéndole el cuello. No se dio cuenta hasta ahora que la mordedura le rompió la piel.

Hoseok hizo una mueca y se inclinó más cerca. En realidad eran agujeros, o más bien, las heridas curadas de dos agujeros perfectamente redondos. Pero, ¿cómo podría ser eso posible? La mano de Hoseok comenzó a temblar mientras la frotaba sobre las dos marcas.

No podía haber forma de que los extraños pensamientos que de repente flotaban en su cabeza pudieran ser ciertos porque significaría que Hoseok era el loco, no Jungkook. Hoseok intentó juntar todas las piezas, pero cuando lo hizo, un escalofrío de miedo le recorrió la espalda.

La entrevista de trabajo a última hora de la tarde, los ojos rojos, brillantes, las marcas de los dientes... todo eso llevó a una conclusión en el cerebro de Hoseok y lo hizo sentir más miedo de lo que nunca podría haber tenido en su vida.

Jeon Jungkook era un vampiro.

El aire entró y salió del pecho de Hoseok tan rápido que parecía no poder recuperar el aliento. Presionó su mano contra su estómago revuelto y se dejó caer contra la pared. Acaba de tener sexo alucinante con un vampiro.

- ¡Oh, Dios mío! -Hoseok susurró al darse cuenta de que había sido mordido.

¿Se convertiría en un vampiro ahora? ¿Tendría que chupar sangre por el resto de su vida, renunciar a la luz del sol?

- ¿Rajaaka?

La mirada de Hoseok se dirigió hacia la voz. Empujó su pie contra la puerta para mantener a Jungkook fuera y luego se rió de la ridiculez de ese gesto. Estaba tratando de mantener fuera a un vampiro empujando su pie contra la puerta. ¿Qué tan estúpido podría ser? Jungkook probablemente podría destruir la maldita cosa con su meñique.

A Beautiful Dream |JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora