𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐈𝐈𝐈

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-¿Sabes lo extraño que es esto? -Preguntó Hoseok mientras miraba a Jungkook.

-Tengo una buena idea, sí.

Hoseok sabía que tenía que estar en una especie de zona crepuscular o algo así.

-¿Básicamente estás diciendo que el aroma de mi sangre te atrajo hacia mí? Y debido a eso, ahora estoy de alguna manera unido a un vampiro?

-Sí.

-Y necesitas mi sangre para sobrevivir.

-Sí.

-Y nuestras almas están ahora unidas, podemos hablar entre nosotros mentalmente, y nunca me serás infiel. -Hoseok arqueó una ceja hacia Jungkook-. ¿Eso lo cubre?

-Bueno, está todo eso de te protegeré con mi vida, necesito aparearme contigo a menudo para que no pierda el control, y te necesito más que mi próxima respiración, pero sí, eso lo cubre.

-Wow, ustedes no juegan con esta mierda, ¿verdad? -Y eso significaba que estaba en un montón de problemas. Jungkook parecía tan serio.

-No.

-Entonces, ¿por qué me duele cuando no estoy cerca de ti? -Hoseok hizo la pregunta más importante en su mente.

Jungkook sonrió y acarició con sus dedos el brazo de Hoseok.

-Te lo dije, me necesitas tanto como te necesito. Ahora que nos hemos unido, no podemos estar separados por mucho tiempo sin la necesidad de estar juntos. Cuanto más tiempo pasemos sin tocarnos, más difícil será.

-Eso da un giro nuevo a no ir a la cama enojado, ¿no?

-Preferiría no hacerlo, eso es cierto, pero sospecho que tendremos nuestros argumentos. Tenemos personalidades diferentes y tendremos que llegar a conocernos, a comprometernos, si queremos que esto funcione. -La sonrisa que cruzó la cara de Jungkook hizo que Hoseok temblara-. Debes estar agradecido. En los viejos tiempos, si nuestro rajaaka era humano, simplemente lo encadenábamos a una cama y lo manteníamos cautivo.

Hoseok sintió que se sonrojaba al pensar en Jungkook encadenándolo a la cama. ¿Que el hombre grande y fuerte destrozara su cuerpo mientras estaba atado e incapaz de resistirse? La idea envió lujuria corriendo a través de él como una estrella fugaz.

Su mirada se detuvo cuando escuchó a Jungkook inhalar bruscamente. El azul de los ojos de Jungkook comenzaba a sangrar, el rojo reemplazaba el vívido color. El corazón de Hoseok comenzó a latir con fuerza, pero ¿era miedo lo que sentía ahora? ¿O excitación?

-¿Quieres que te aten? -Preguntó Jungkook con voz profunda y gruñona.

La cara de Hoseok ardió, pero no podía apartar la mirada de la intensidad de la mirada de Jungkook. Él se encogió de hombros.

-Lo he pensado.

Sin previo aviso, Jungkook lo levantó en sus brazos.

Hoseok gritó.

La habitación pasó volando junto a él mientras corrían por el ático. Se rió cuando sintió un colchón en su espalda, el cuerpo de Jungkook presionándolo contra la superficie afelpada. Fuertes manos agarraron sus muñecas y las sostuvieron sobre su cabeza.

- Rajaaka. -La voz de Jungkook era profunda, áspera, apenas reconocible. Sus ojos brillaron rojos.

Hoseok se rindió ante el repentino y abrumador impulso que sentía y echó la cabeza hacia atrás, descubriendo su cuello. Gritó cuando Jungkook golpeó, hundiendo en él sus colmillos. El destello de dolor intenso e insensible se desvaneció rápidamente cuando Jungkook comenzó a chupar. Hoseok no pudo evitar molerse en contra del hombre. Su polla se hinchó cuando el dolor se convirtió en placer.

A Beautiful Dream |JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora