"La vampira de ojos esmeralda"

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POV LOREN

Ayer, gracias a la ayuda de Nora, conseguí meterla en su casa sin que nadie se diese cuanta. Fue arriesgado, podía haberse despertado y verme, pero se quedó súper dormida. No se entero de nada o eso creo. ¿Como sabía donde vive? La investigue. Mal de mi parte, pero debía saber que era.

¿Lo descubrí? A medias, descarte entre bruja y vampiro, de echo, Nora y yo nos pasamos toda la noche debatiéndolo. Yo daba argumentos buenos, ella solo lo debatía diciendo que quería quitarle la ropa y hacerle cosas indebidas.

Nunca había visto a Nora así de alterada, sexualmente hablando. No era ni luna llena, todavía quedaban dos semanas. Lo peor de todo es que también me afectaba a mi y, para colmo, teníamos que hacer un trabajo juntas, solas.

Me preocupaba más Nora que yo. Se supone que tú lobo interior sale cuando encuentras a tu mate, pero yo llevaba con ella desde los cinco años. Al principio pensé que estaba loca, es decir, hablar contigo misma mientras escuchas otra voz en tu cabeza, es raro.

Eso preferí no contárselo a mis padres, Nora también me lo pidió, así que es nuestro secreto. No lo sabe nadie.

El resto de las clases pasaron rápido. Me gustaba hablar con ella, nos conocimos un poco más de lo que solemos hacer en el lago, pues ahí no puedo hablar. Hoy decidí que le iba a hacer algo de comer, dando por echo de que fuese a ir. En mi mente se convirtió como algo habitual.

Llego la hora del recreo, no se en que momento decidimos pasar de la cafetería, pero nos encontrábamos de camino a unos bancos fuera del insti.

- ¿Entonces tus abuelos te tuvieron que perseguir por el bosque porque te escaparte?- Le estaba contando una historia de cuando era pequeña.

- Si, tardaron cuatro horas en encontrarme- ahí fie cuando descubrí el lago por primera vez. Después de eso, no me dejaron volver a salir.

- Estas echa una escapista- rio.

- Lo soy, es mi afición- seguí la broma.

- Y a parte de esa afición, ¿cuales mas tienes?- nos sentamos en el banco.

- Bueno, cocino, leo y toco el piano y la guitarra- lo último era otro secreto. Mis abuelos me enseñaron.

- Algún día me tendrás que tocar algo- saco comida de su mochila- negué.

- No me canto ni toco de ducha o habitación, para afuera- reí. Mi estómago sonó a causa del olor de si bocata.

- Ten- lo partió por la mitad- No me lo voy a comer entero-.

- ¿Segura?- tenía hambre, pero no quería parecer desesperada.

- Si- me sonrió.

Cogí la otra mitad y le pegue un mordisco. Se parecía al de anoche, estaba bueno.

- Riquísimo- dije, aun con comida en la boca.

- Ya lo veo- rio. Me gustaba estar con ella y a Nora también, me lo hacía saber porque no paraba decir cosas sobre ella.

- Oye, ¿puedo preguntarte algo?- asintió- ¿Por qué me ayudaste cuando lo de Jackson? Es decir, es tu novio, pero me defendiste- desvío su mirada. Pude notar un pequeño brillo en sus ojos.

- Es un capullo- dime algo que no sepa.

- A mi me gusta llamarlo gilipollas- eso la hizo sonreír.

- Tampoco le queda mal- me miró, aún con su hermosa sonrisa.

- ¿Te hizo algo?- asintió- Le puedo matar, es fácil-

- No te confíes con los vampiros, somos engañosos- espera, ¿somos?.

Esto es imposible | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora