Esto es imposible | TERMINADA

" Una vida falsa "

POV LOREN

Iba de camino a mi antigua casa, no la de mis padres, si no mis abuelos. Penelope acabo viniendo conmigo, pues se puso pesada de que se aburría y quería hacer algo.

- Entonces estás más cerca de encontrar a esa niña, aqune Celeste te haya dicho que no- dijo Penelope.

- Eso es- conteste.

- Genial, me encanta desobedecer órdenes de la diosa- sonrió feliz.

- De todos- la mire.

- De ti no- soltó, seguido de un guiño.

- Y yo que me estaba gustando la conversación- mire al frente.

- Bueno, soy así- se excuso.

- Ya, lo se- a lo mejor podía ver la casa de mis abuelos.

Los árboles eran iguales que los de la visión, un poco más viejos y con menos hojas, pero iguales.
Llegamos a la puerta y toque, nadie abrió, cosa que era extraño, siempre estaban en casa. Use mi odio para escuchar algo, pero no se oía nada.

Un mal presentimiento se instaló en mi pecho así que tire la puerta abajo y entre corriendo. La casa estaba destrozada, había sangre, muebles rotos, cuadros descolgados, pero lo más importante, olia a magia negra. Al llegar al salón vi como todo lo anterior había empeorado. Una angustia me lleno, se los habían llevado.

Mire al mi alrededor, buscando algo que pudiese decirme algo, pero nada. Seguí buscando, tenía que haber algo.

- ¡Loren cuidado!- Penelope se tiró encima mía, llevándome consigo.

Una especie de bola de fuego paso por mi lado, quemando la pared.

- ¿Qué coño ha sido eso?- preguntó Penelope agitada.

- Una bola de fuego- conteste.

Ambas nos levantamos rápidamente. Un hombre con capucha y vestido de negro estaba parado enfrente nuestra. Formó un círculo con sus manos, otra bola de fuego apareció. La lanzó hacia nosotras con velocidad, conseguimos esquivarlo.

- Hola Loren...-su voz se me hacía familiar- No pongas esa cara lobito- hecho para atrás su capucha, lo sufciente para ver su rostro.

- Dimock- susurre.

- Un poco de contexto por aqui- dijo Penelope.

- Es uno de los brujos que me torturo- lo mire- Yo te mate-

- No lo hiciste muy bien- sonrió- De hecho me salvaste- rio, dando un paso hacia nosotras.

- ¿De qué hablas?- pregunte sin entender.

- Mi pequeña niña inocente- siguio acercándose.

- Donde están- gruñi, dejando ver mis dientes.

- De momento a salvo, pero eso dependerá de ti- miró sus dedos- Te queremos de vuelta. Esta vez sin castigos, ni torturas, ni envenenamientos, a ti- dijo seguro.

- Hace dos segundos has intentado prendernos fuego- hablo Penelope molesta- Si empiezas así una oferta...-

- No era una oferta, era un comentario- dijo serio- Tienes veinticuatro horas para pensar si quieres salvar a esas personas que dicen ser tus "abuelos"-

- Di lo que quieres decir Dimock- su sonrisa se amplio más.

- ¿No lo sabes aún?- preguntó- Yo que pensé que la hija de la diosa iba a ser más lista-

Mire a Penelope, ella tenía los ojos abiertos con sorpesa.

- Mientes- bufé.

- ¿Segura? ¿Por qué crees que Celeste no quiere encontrar a su hija? Porque tu lo eres, ya la ha encontrado- siguió.