"Creo en ti."

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La idea no me pertenece, el crédito es de ThanyaDMoreno, miembro del grupo en Facebook "Familia Ineffable", que me dio permiso de escribirlo en un fic tras compartir un HC sobre alguna historia triste en versión humana de nuestro ángel y demonio.

Leyendo el mismo post, tome muchas pequeñas ideas y bueno este es el resultado! Espero sea de su agrado.

Los separadores de texto van representando un salto en la linea temporal de la historia, espero se entienda correctamente.

AU Humano, Católico. Advertencia de abuso.

Crowley adolescente. 16 Años. // Aziraphale pre-adolescente. 13 Años.

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– Aziraphale, escucha... todo va a estar bien. – Su voz angustiada temblaba en un intento de contener las emociones y controlar su ira infernal.

La lluvia resonaba con violencia, el viento aullando y azotando contra los vidrios de la ventana rota por donde entró a la fuerza, dejando colar el frío helado hasta sentir el entumecimiento en el cuerpo. ¿Aquel líquido que corría por sus brazos hasta las manos, era por el agua de lluvia? No, no había caído en cuenta aún de la sangre que escurre en algunas pequeñas heridas producto de los cortes en sus brazos y manos.

A pesar de los truenos retumbando en el exterior, los sollozos del rubio generaban mayor ruido en sus oídos, estrujando el corazón de Crowley.

– Todo estará bien, lo juro.. – repitió fielmente, intentando convencerse a si mismo a pesar de la situación. – Ya viene la ayuda..

Intento moverse un poco, muy suave y sutilmente, el rubio se encogió sobre si mismo para cubrirse en un acto de reflejo por el pánico. Crowley volvió a contener la respiración, luego hizo un solo movimiento rápido para quitarse su chaqueta y cubrir los pálidos hombros de Aziraphale. Se arrodilló cerca, alzando la mano para acariciar con cuidado su esponjoso cabello que ahora estaba dolorosamente alborotado.

– Nadie va a lastimarte, estoy aquí, voy a protegerte.

Aquellos brillantes ojos azules, los que adoraba ver siempre llenos de vida e inocencia, le regresaron ahora una mirada rota e inundada en lágrimas. Contuvo el aliento, totalmente preso de pánico y dolor, pero al segundo siguiente recordó como respirar cuando el rubio afirmó con la cabeza y se movía con cuidado hacia el para abrazarlo en busca de refugio.

Le rodeó con los brazos al instante, escondiendo su propio dolor para centrarse en poder consolar a Aziraphale apropiadamente. Intentaba controlar el temblor de su cuerpo por la ira y el miedo acechando los rincones de su mente, debía de pensar en su ángel que ahora le necesitaba, debía mantenerlo firmemente contra su cuerpo, sin emplear una fuerza que fuera a aumentar sus miedos, pero procurando brindarle seguridad.

– Ven.. vamos a.. – le acomodo mejor su chaqueta, no tenía tiempo de recorrer la habitación y buscar las ropas del rubio, un chequeo rápido al lugar le hizo encontrar un tapiz bordado con imágenes de santos, lo arrancó de la pared con violencia y cubrió de su cintura hacia abajo mientras le ayudaba a ponerse de pie. – Salgamos de aquí, esperemos afuera..

Con mucha calma y cuidado guío los pasos temblorosos de Aziraphale hacia la puerta, debía sacarlo de ese lugar, alejarlo de todo peligro, lo más lejos posible de aquel cuerpo inconsciente que se encontraba tendido en el suelo, un hombre, el maldito que le había causado tanto sufrimiento alguna vez.

Tenía una herida profunda que se alcanzaba a ver en su sien, la carne lucia totalmente inflamada y rota donde reiteradas veces Crowley le había golpeado con el primer objeto de latón que alcanzó a tomar como arma, un crucifijo que ahora estaba lleno de sangre, que ironía.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2023 ⏰

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