amōrem

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Advertencias: Contenido fuerte, abus*, asesinatos, mención de vi*laci*n.

Leo Omega (BoyPussy)
Guillermo Alfa

Parte 1

Octubre, uno de los meses favoritos de la gran mayoría de las personas y en donde iniciaban el gran conteo para el cierre de año, donde podían reunirse para ver películas de terror los fines de semana o para acudir disfrazado de algún personaje terrorífico en alguna fiesta. Para Lionel Messi era más que todo eso, fue el mes en que conoció a ese bonito alfa de sonrisa hermosa y quién observaba a los lejos por ser un omega demasiado tímido – Tú puedes, hoy es el día... puedes invitarlo a ser tu pareja en la fiesta del colegio – se dijo así mismo, tratándose de animar mientras se observaba a través del espejo del baño. Ser un chico extranjero en la universidad le había resultado muy difícil pero no imposible, destacaba en el fútbol provocando que algunos jugadores alfas se la pasaran molestando solo por ello sumando su estatura.

Él único que se enfrentaba a ellos cada vez que encontraban era Guillermo Ochoa y siempre le regalaba una sonrisa que terminaba de tranquilizar su día. Cada vez que podía le obsequiaba algún dulce y no podía evitar enamorarse más al observar su sonrisa, pero jamás había tenido una plática fuera de las prácticas de fútbol, siempre había deseado ser más extrovertido para invitarlo a tomar algo o simplemente caminar en dirección a casa ya que de forma curiosa descubrió que vivían cerca.

Ni tan curiosa... lo había seguido y se sintió culpable días posteriores por parecer un acosador – Pero es inevitable... no quiero hacerle daño, solo quiero verlo... – susurró para sí mismo con sus mejillas sonrojadas mientras caminaba por los pasillos en busca de aquel chico de cabellos rizados, sonrió al verlo caminar hacia la cafetería, aunque su corazón se detuvo por unos minutos al ver que era acompañado por aquel chico de baja estatura, cabellos rizados de nombre Andrés Guardado e iba caminar para tratar de alcanzarlos pero ver como se detenían para besarse "tan dulcemente" le hizo bajar la mirada e irse en dirección a la biblioteca para pasar su tiempo libre, con un corazón roto.

– ¿Qué rayos haces, Andrés? – preguntó Ochoa al ver el atrevimiento de su mejor amigo y lo empujó un poco para marcar distancia entre ellos notando como todos se acercaban curiosos, sus ojos se movían por incomodidad hasta que visualizó a ese bonito argentino caminando hacia el otro lado. Su corazón latió con desespero que ignorando los ruegos de Guardado caminó hasta ese chico siguiéndolo hasta la biblioteca donde escuchaba unos llantos tan pequeños sin percatarse que fue seguido por Andrés Guardado – ¿Lio? – preguntó Ochoa mientras se adentraba al recinto notando como el pequeño omega se escondía entre los estantes.

– Vete, Guille. No...no estoy bien – susurró mientras contenía sus lágrimas, pero fue ignorado por completo, el alfa solo sonreía un poco nervioso e iban caminando juntos con los estantes alejándolos tan solo unos metros, pero admirándose entre sí por los espacios que dejaban los libros.

– ¿Qué sucede, Lio? ¿Quién imbécil te hizo llorar? – preguntó preocupado al ver sus ojos hinchados, una de sus manos se movió entre esos libros para acariciar las mejillas húmedas de Messi que contuvo la respiración por unos segundos al sentir aquella calidez hasta que se alejó abruptamente – Dime su nombre y me encargaré de él, pulga... – expresó con enojo.

– Fuiste tú.... Guille – respondió algo tímido y ambos se detuvieron al final de los estantes junto al ventanal de la biblioteca, el mexicano contuvo al respiración que al reaccionar caminó unos cuantos pasos para sostener con cuidado el rostro de Lionel mientras limpiaba sus lágrimas con sus pulgares – Yo...yo... te vi con Andrés y... – ni siquiera pudo terminar su frase al sentir los labios de Guillermo sobre los suyos sintiendo como sus piernas temblaban y su corazón apunto de explotar, respondía con un poco de torpeza provocando en Ochoa una bonita sonrisa. Esa tarde descubrió que fue el primer beso de Lionel Messi y su lobo interior aullaba de felicidad por ello, tanto tiempo cerca de él y al fin pudo cumplir una de sus fantasías.

¿Esto es incorrecto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora