Contando los días

85 16 4
                                    

Messi es escuchaba como su corazón latía con desesperación mientras revisaba cada puerta de esa mansión, podía sentir dos aromas que reconocía a la perfección y uno le causaba una gran ira mientras el otro calmaba sus ansias, pero − ¿En donde estás, Guille? – se preguntó así mismo en voz alta. Habían recibido un informe de que esta noche realizaría una reunión con los capos de Milán, Salernitana y claro, David Beckham.

Han pasado cinco años desde que ambos se separaron y había sufrido una gran agonía al no tener ninguna información de su destinado. Era como si la tierra se lo hubiera tragado por completo y temía lo peor – Se han ido, Lio. Les avisaron de nuestra llegada... − dijo con enojo Lionel Scaloni mientras miraba esa maldita mesa, podían sentir el fuerte aroma del británico causándole más frustración ¡Sabía perfectamente que solo dejaba su olor para burlarse de ellos dos!

− Al menos... se que sigue con vida... − fue lo único que pudo expresar Messi en un tono lleno de esperanza.

.

.

.

Si algo odio Guillermo Ochoa en todos estos años fue el brutal entrenamiento que recibió por parte de los italianos, donde juró por un momento que moriría y conoció esa parte estricta del británico, pero no se quejaba, entendió que todo era parte de este maldito mundo. No negaría que envidiaba a esas familias que vivián una vida con normalidad, pero ese un sueño a estas alturas no tendría jamás así que se aferraba a lo único confiable en su vida, David Beckham.

− Hay un maldito topo, escapamos por poco, Beck – expresó Nazario agitado y Guillermo solo alzó la mirada para escuchar al brasileño quejarse – Me encargaré de investigar quién es. –

− Será mejor que cambiemos de residencia, querido. Apuesto que brindó esa información y sabes que detesto tener visitas no deseadas. – exclamó Beckham con fastidio.

− Al menos escapamos con bien. – expresó Ochoa – Será mejor que canceles esas transacciones, la policía llegara de eso no tengo duda el británico le dio la razón al menor de esa extraña manada y Francisco soltó un largo suspiro, odiaba hacer llamadas con ese tipo de malas noticias – Vamos panchito, vayamos a revisar la casa antes de llegar. Mañana a primera hora le diré a Candreva que nos ayude a buscar otro lugar – Francisco se encogió de hombros – Vamos, anímate, te ayudaré con esas llamadas – dijo entre risas el mexicano provocando el buen humor de su compañero y ambos bajaron de la camioneta dejando a solas al brasileño con Beckham.

− Quiero a Italia, Nazario – expresó con una leve sonrisa David.

− ¿Cuál el plan esta vez? – preguntó el brasileño mientras subía las ventanas de la camioneta para tener privacidad.

− Quiero primero a Milán, será fácil de eliminar. Salernitana será de último... − dijo un poco dudoso de sus palabras, aun no creaba un plan para esos fines, esta vez no lo tendría nada fácil.

− ¿Por qué no ambos al mismo tiempo? Tengo al chivo expiatorio perfecto... tú lo conoces perfectamente, solo es esperar ese dato importante antes de empezar – David abrió los ojos ante esa idea que empezó a reír y Nazario notó ese brillo en sus ojos, de como empezaba a ejecutar un plan maquiavélico para apoderarse de este país y ser el capo principal como en España y Polonia – De Londres no nos preocupamos ¿Cierto? Victoria te cederá sus territorios cuando concluyas aquí –

− Sí, su condición fue darle entrada a Estados Unidos y ya empecé. De Miami bajaremos a México y con ello seremos más que libres, no más preocupaciones. Hablemos de esto después que están regresando y no quiero que mi querida aguilita se enteré, sobre todo cuando tengo que asesinar a su hermano para tener el control de ese territorio... − Nazario contuvo la risa y prefirió bajar de la camioneta para caminar hasta donde estaba el mexicano, sintió un poco de pena por Rafael Márquez y Guillermo, pero así era este mundo.

David Beckham admiraba a sus tres chicos desde el asiento del copiloto sonriente y emocionado, solía rebajar a las personas por cualquier o ninguna razón en lo absoluto solo por mera diversión. Solo creía en una persona y sin pensarlo, le tenía un cariño especial que superaba al de su destinado ¿Cómo es que pudo sentir latir nuevamente su corazón por ese chico? Desde que lo conoció vio un potencial en él, pero poco a poco en su convivencia conoció ese lado noble que ansiaba quebrar para tenerlo entre sus sabanas y a pesar de tener el corazón roto todos estos años se mostraba renuente a estar con otra persona de forma sexual. Cruel, frío y calculador era las características que todo el mundo conocía en Beckham y ocultaba a la perfección esos sentimientos de dolor, ira, represión, ganas de destruir todo a su paso e inconformidad – Supongo que tu eres el culpable de querer dejar todo eso ¿Qué harías si te confieso este cariño, Guillermo? −  se preguntó así mismo mientras baja de la camioneta para caminar con lentitud hasta donde yacía el menor, aunque no negaba que algunas veces antes de su llegada sufría de alucinaciones de su triste pasado o despertaba a mitad de la noche gritando el nombre de Lionel Scaloni.

– Es hora de alistar todo, mañana nos largamos de aquí para evitar alguna visita indeseada – ordenó Nazario cansado mientras se adentraba a la mansión junto a los demás e iban a sus habitaciones hasta que celular resonó en ese momento y no pudo evitar sonreír emocionado al notar que era aquel sueco que estaba en las filas policiales y la noticia que recibió fue más que perfecta, con ello podría iniciar a elaborar el plan junto con David – Tengo noticias, así que mañana necesitamos hablar solo nosotros. Tengo la información completa para poder iniciar – explicó el brasileño en voz baja.

– Bien. Mañana Francisco y Guillermo estarán ocupados con la pequeña mudanza así que podremos revisarlo con calma. – respondió Beckham con su sonrisa sarcástica tan característica de él, ya podía sentir el miedo de Candreva y Stefano Pioli.

Al día siguiente Guillermo hacía una leve rabieta al saber que el tendría que mover todo hasta el punto de reunión y pasar todo su día libre con Candreva, suficiente tenía con verlo en toda la semana, pero se contuvo de continuar al sentir la mirada del mayor y Francisco optó por jalarlo hasta el auto para irse lo más pronto posible de ahí evitando alguna disputa entre ellos.

− Lo has mimado demasiado... − expresó Nazario y fue ignorado por completo así que decidió empezar con la información que anoche les había llegado – Ya encontró a Gavira y tenías razón. Dejaste un gran cabo suelto solo que para nuestra mala suerte no pudo conseguir el maldito nombre, pero ya está en ello –

− Zatlan, Zatlan... solo extiendes tu vida. Bien, esperemos que lo consiga – David frunció la nariz para tratar de controlar su malhumor mientras cruzaba los brazos − ¿Algo más? −

− Tengo la ubicación de Gavira, dame la orden e iré a terminar con esto, Beck –

− No Nazario, si muere sospecharan que tenemos a un infiltrado, hay que esperar que consiga ese nombre para poder ejecutar al español. –

− También nos dice que esos dos argentinos siguen en Argentina, han estado viajando por el continente americano y han estado fuera del caso desde hace algunos años. Al parecer andan entrenando a sus nuevos reclutas y tenemos el nombre del topo, es mi paisano, Kaká.... –

− Déjalo con vida un tiempo más y suelta la información que le convenga para que no sospeche. – David soltó un largo suspiro ante el cambio de planes que tuvo – Lo quiero vivo, él será perfecto para culparlos de la muerte de Candreva y Stefano. Zatlan seguirá con vida un tiempo más, nos es de utilidad... quería que fuera el primero en morir pero tiene suerte, por ahora aunque he pensado igual inculparlo de la muerte de Robert y Mourinho e inclusive de Gavira. – Nazario se quedó en silencio y solo movía la cabeza de forma positiva ante sus palabras – Bien, yo te diré cuando ejecutaremos a esos dos italianos − terminó de decir Beckham.

Ambos se quedaron en silencio cuando escucharon la voz de Candreva y lo recibieron con una pequeña sonrisa – Tu fidanzato esta molesto ¿Eh? Esta de un humor de cane, en fin ¿Nos vamos? – dijo entre risas el italiano sin imaginar que sus días estaban contados.

Nota autora: Iniciando con algo relax. Jiji

¿Esto es incorrecto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora