Capitulo 04

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Es lo mejor

...


Danielle se quejó y golpeó su cabeza sobre el
escritorio mientras que Haerin resoplaba y se pellizcaba el puente de la nariz con irritación. El cerebro de Danielle estaba a punto de explotar y su espalda gritaba y dolía en
agonía.

En cuanto Haerin, estaba dispuesta a rodear la garganta de Danielle con sus manos para acabar con las miserias de ambas. Y pensar que apenas estaba terminando su primera semana de estudio y ya Haerin estaba lista para renunciar, y Danielle también.

— No más, por favor. ¡Ten piedad de mi! — Se
quejó Danielle. Haerin le lanzó una mirada de
fastidio y golpeó continuamente la cabeza de
Danielle con su lápiz.

— Sólo ha pasado una hora.

Danielle volvió la cara hacia un lado, apoyando la mejilla en el escritorio, haciendo un puchero a Haerin.

afirmó molesta. — Es como si no te importara mi bienestar.

— Eso es porque no lo hago. — dijo Haerin,
pinchando la mejilla de Danielle con el borrador del lápiz. El puchero de Danielle se transformó en una sonrisa cómplice mientras le quitaba el lápiz.

Se sentó y agitó el lápiz ante la expresión irritada de Haerin.

— Mentirosa, mentirosa, eres una mentirosa.

Haerin soltó una carcajada y trató de
alcanzar el lápiz, pero Danielle levantó
rápidamente la mano, prohibiéndole siquiera
tocarlo. Haerin gimió y se levantó, pero volvió a gemir de molestia en el momento en que Danielle se levantó justo después, quedando
más alta.

Danielle soltó una risita y sonrió al ver la irritación que nadaba en los ojos entrecerrados de la pelimarrón.

— Eres una niña. — Se quejó Haerin. Danielle
se rió y le sacó la lengua juguetonamente.

— Admítelo, te estás ablandando conmigo. —
La retó. Haerin bajó las manos y se cruzó de
brazos, levantando una ceja y mirándola con
incredulidad.

— Está claro que no.

— Está claro que sí. — Se defendió Danielle. Haerin dio un paso al frente con los ojos
brillantes.

— No lo hago. — Dijo con un ligero siseo. La
sonrisa de Danielle se amplió mientras daba un paso al frente también.

— sí lo haces. — Contestó. Haerin gruñó e
inconscientemente dió un paso amenazante
hacia adelante, sin notar que las puntas de sus zapatos ya estaban tocando los de Danielle.

— ¡No lo hago!

— ¡Shhhhh!

Haerin y Danielle bajaron la cabeza y miraron a la bibliotecaria con sonrisas de
disculpa antes de volver a mirarse.

Una no podía contener la risa mientras que la
otra se sonrojaba con clara vergüenza.

— No es divertido. — Siseó Haerin en voz baja. Danielle se rió con un pequeño
encogimiento de hombros mientras miraba a
la pelimarrón que no había podido conterner el sonrojo.

— En cierto modo lo es.

Haerin dirigió su mirada hacia arriba,
preparada para otra pelea con la más alta,
pero de repente tomó un fuerte respiro ante la falta de espacio entre las dos.

¿Otra vez?

Haerin debería estar acostumbrada a esos
ojos, pero cuanto más los miraba más no podía apartar la vista. Esos ojos la miraban como ningún otro. Los profundos ojos marrones de Danielle nunca dejaban de hacer que su mente se volviera confusa y su estómago se revolviera. Se sentía vulnerable bajo su mirada, y lo odiaba.

Tócame -DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora