capitulo 07

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- Oh, Dios mío, ¡eres un bicho raro!

- ¿Soy tu bicho raro?

- No empieces conmigo, Marsh. -amenazó Haerin con ojos juguetones acompañados de
una suave risa, un sonido por el que el corazón de Danielle no dejaba de revolotear.

Danielle se limitó a reír también con los ojos
enfocados de nuevo en la carretera.

- Tienes razón, pasos de bebé. - Se burló.

Desde el almuerzo, el ambiente entre las dos
cambió a algo ligero y fluido. Las continuas
bromas de Danielle eran implacables hasta el
punto de que Haerin ya no podía ocultar
la sonrisa en su rostro ni la risa que solía
contener siempre.

- Eres demasiado confiada para tu propio
bien. - Comentó Haerin, disfrutando del
puchero en los labios de Danielle. Demasiado
para su gusto.

- Malvada. - Se quejó Danielle con la voz más
infantil que jamás había utilizado. Haerin
tuvo que meter el labio inferior entre sus
dientes y obligara concentrarse en todas
partes menos en la pelicastaña que estaba a su lado.

Tan linda pensó Haerin con las mejillas ligeramente rosadas.

Sentía que su corazón bombeaba ampliamente y no sabía si disfrutaba mucho de la sensación.

Por otra parte, cuando se trataba de Danielle, Haerin nunca sabía nada. Siempre se quedaba confundida y simplemente perdida.
Sus emociones se agolpaban continuamente
en su cabeza y en su pecho y ninguna de ellas
parecía ser legible o comprensible.

Haerin se volvió hacia Danielle y la escaneó
con una expresión confusa. ¿Por qué me siento asi siempre que estoy contigo, Marsh?

- Esto no es justo - Danielle exhaló con un
chasquido de lengua en señal de decepción. Haerin inclinó la cabeza hacia un lado con
las cejas fruncidas.

- ¿Qué no es justo? - Preguntó. Y, sin perder
el ritmo, Danielle respondió con algo que dejó a Haerin hecha un lío, una vez más.

- Que tú puedas mirarme y yo no porque
estoy conduciendo - Y para alegría de Danielle, se detuvo de repente en un semáforo en rojo con una sonrisa de satisfacción. - Ah, mucho mejor -exhaló antes de girar a su derecha y apoyar el codo en la consola del reposabrazos.

Haerin observó con el corazón acelerado
la forma en que Danielle apoyaba la barbilla en su mano y miraba su rostro con plena
admiración.

- Hola. - Se burló Danielle con su famoso guiño juguetón, pero al instante siseó de dolor en el momento en que la ruborizada gatita le
dio un golpe en la frente.

- ¡Y-yah! Pervertida! - Exclamó la pelimarrón.
Al ver que el semáforo cambiaba a verde y se alejaba, Danielle sólo se rió sentándose
adecuadamente y frotándose el dolor punzante de la frente.

- Vale, vale ya he terminado.

Haerin se limitó a resoplar antes de
desplomarse en su asiento con una mirada
sombría y las mejillas rosadas. A Danielle le pareció una acción súper adorable, especialmente el pequeño puchero en sus
labios. Pero, algo la molestó ligeramente.

- ¿Puedo preguntarte algo? Y, por favor, sé
sincera - Preguntó Danielle un poco incómoda
y nerviosa, de lo que Haerin se percató
rápidamente.

Haerin se deslizó hacia atrás en su asiento y miró a la inquieta palicastaña a su lado confundida por el repentino cambio de humor. Asintió con la cabeza de forma
vacilante.

- Claro.

Danielle esperó un momento antes de exhalar
profundamente y apretar el volante.

- ¿Te hago sentir incómoda?

Tócame -DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora