Esto no está pasando.
¿Mi amiga en serio se había enamorado de un introvertido, vibras de fumador, y sarcástico ser?
Suspiro ante el cutis perfecto de mi amiga aunque sea un buen maquillaje que cubre ello. No entiendo que a pesar de ser las ocho de la mañana y teniendo química ella tenga esa actitud tan apacible y soñadora. Muy feliz, para ser verdad.
—Saquen una hoja en blanco, lápiz y goma. La última prueba dura dos horas.
Y claro, mi amiga está sonriendo.
Mientras que yo parezco un desdichado que estudio todo a último momento.
Respondo varias preguntas con sus soluciones y las repaso varias veces ya que siento que lo conteste demasiado rápido para mi gusto. Además de que implicaría quedar sin hacer nada por una hora. Echo un vistazo a varias personas que tienen su machete o anotaciones escondidas a simple vista y a algunos desesperados para que un ángel de la guarda los ilumine.
No pienso en advertirles o ser un bocón ya que lo último que quiero es más problemas además de que de todas formas van a tener que rendir asignaturas de otros años o del mismo. Además, el profesor de química, el señor Saavedra, tiene un buen ojo de halcón por lo que se levanta y sin decir ninguna palabra quita las pruebas de algunos. Los primeros en entregar son Carol y una que otra amiga suya, Christine y yo.
El profesor nos desea buena suerte pero, por su sonrisa maliciosa y mirando mal a los chicos que les quitó su evaluación, desea verlos en las vacaciones de verano. O peor. Que vuelvan a recursar.
Aunque él perdería más que ellos.
Varios sueltan quejas y forman grupos mientras yo me quedo leyendo algo de mi libro pensando que las chicas se están tardando en venir. A veces subestimo el tiempo que transcurre una mujer en el baño comparado con un hombre. Pero si lo pongo en debate me lo podrían refutar con otro punto.
Suspiro ante mi impaciencia y saco una libreta de bocetos de edificios que estoy practicando. Escucho sin darle mucha importancia al anuncio de Carol dando una fiesta este fin de semana para conmemorar el solsticio de agosto y que todos están invitados.
—Chicos, debo hacerles un anuncio.
Levanto la vista y me encuentro con la profesora de matemáticas que tiene un portafolios con tres plumones de colores. Azul, bien. Verde, cuidado. Rojo, ya valiste.
Veo a las chicas que entran y Ximena se sienta a mi lado expectante. Aunque después me concentro en Chris que tiene una mirada con preocupación. ¿Habrá pasado algo en el baño?
—Ya que ustedes son muy poco en este curso y dada la tormenta de la semana pasada, se decidió por la directiva de la tarde que los alumnos del turno tarde vengan a la mañana indefinidamente hasta arreglar su salón correspondiente.
Abro los ojos con sorpresa y se me ilumina la mente. Ximena sabía y por ello estaba ilusionada ayer y hoy es el momento que está esperando para ver a su crush. Alguien toca mi espalda y volteo a ver a Chris. Me hace una seña que debemos hablar después y casi de inmediato empiezo a preocuparme. ¿Chris acaso conoce a Rivera?
¿Acaso es su anterior amistad?
—Disculpe, profe Fátima, ¿pero cuándo van a comenzar a estudiar con nosotros? —pregunta un compañero haciendo que ella vea su reloj en su muñeca.
—Bueno, tendrían que...
Un ruido llamando a la puerta hace que la profesora ilumine su mirada y se dirija a ella. Ve al pasillo e indica al del otro lado que podía pasar. Entran los chicos algo callados con nuestro respectivo uniforme gris y verde, refutando el rumor de Carol que ellos venían vestidos como querían. Sonrío por ello hasta que al final está el chico, quien su cabello ya no está con reflejos azules sino lo reemplaza un azabache oscuro y bien peinado. Aunque hay un mechón rebelde que va a la mitad de su rostro.
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Los últimos dos vasos (En proceso)
Humor"Perfección en persona, un chico con una cajita de chicles y unos vasos que tomaron al llegar tarde a una fiesta. ¿Quién diría que así uno se arma un buen chisme?" ********* Daniel Curtis es el chico al que le exigen perfección. Simón Rivera es el c...