Todos en la ciudad son mi antiguo Gong

Capítulo 26: Clasificación de poder de combate

En el dormitorio, la brisa veraniega agitaba ligeramente las cortinas azules y blancas.

Frente a la mesa, bajo la cálida luz amarilla, Chu Feng miró el libro de garabatos de Xie Shiyu. Había una pequeña marca de verificación en la esquina inferior derecha de la copa de vino:√.

—Terminado.

¡Chisss!

Chu Feng extendió la mano, las yemas de sus finos dedos pellizcaron el feo conejito impreso en la página y, ejerciendo fuerza, rasgaron ese trozo de papel lenta y limpiamente. Chu Feng sostuvo el trozo de papel y se trasladó al pequeño balcón del dormitorio.

Clic.

Sacó su encendedor, y la llama naranja bailó en la noche, ligeramente torcida por el viento. Sostuvo la nota con la copa de vino garabateada, la acercó a la llama y la quemó en silencio.

El último trozo del registro de Xie Shiyu que lo ataba a aquel caso, bajo el fuego, se convirtió en finas cenizas, cayendo ligeramente al suelo.

Chu Feng sostuvo el encendedor y apoyó la mano en la barandilla del balcón. Contempló la escena nocturna que había visto muchas veces junto a Xie Shiyu: hileras de edificios altos que se perdían en el mar de luces intermitentes.

Clic.

El encendedor se encendió nuevamente, Chu Feng en silencio prendió un cigarrillo y se lo llevó a la boca.

El humo blanco se enroscó hacia arriba, convirtiéndose en un trozo brumoso, disipándose en el cielo nocturno.

...

Lin Lan estaba sentado en el salón viendo un programa de variedades y riendo como un ganso cuando, de repente, sintió un asfixiante olor a humo.

Su nariz se agitó y se levantó, dando vueltas por la casa como un cachorro, olfateando el olor finalmente hasta la puerta del dormitorio de su primo.

Toc, toc, toc.

"Primo, ¿estás fumando?"

Lin Lan esperó un rato, pero nadie respondió. Rápidamente abrió la puerta y entró para echar un vistazo.

El dormitorio de Chu Feng era muy grande, la puerta de cristal del pequeño balcón del dormitorio estaba entreabierta y una figura esbelta estaba entre el humo.

"¿Primo?"

Chu Feng giró la cabeza con su expresión un poco aturdida, como si acabara de oír llegar a Lin Lan. Su piel pálida era como un rayo de luz de luna en la noche, y el pijama suelto de seda de hielo se ceñía a su delgada espalda, delineando su alta estatura con unos toques de delgadez.

"Lo siento." Chu Feng bajó la cabeza y sostuvo su cigarrillo, "¿Te incomodo?"

Lin Lan miró hacia el balcón y vio cenizas de cigarrillo acumuladas por el suelo: "¡Maldita sea, Primo!, ¡tómatelo con calma con lo de fumar!".

Se dio cuenta de que había un paquete de cigarrillos vacío en la esquina del balcón, Chu Feng ya se había fumado la mayor parte del paquete de una sola vez. Lin Lan reconoció la marca del tabaco, era la misma marca que el Hermano Xie solía fumar en el pasado.

"Primo..."

Lin Lan miró la apariencia actual de Chu Feng y dudó en hablar.

Expulsar hábilmente anillos de humo era extremadamente inconsistente con el temperamento frío y atractivo de Chu Feng. Lin Lan recordó que su primo había sido "un buen chico de familia" desde que era niño. Cuando ingresó a la sociedad, no fumaba ni bebía. Se subía su suéter de cuello alto para cubrirse la boca y la nariz cuando olía el humo de cigarrillo. Odiaba por completo el olor por lo que el hermano Xie nunca fumaba delante de su primo.