El sol se hundió un poco hacia las montañas occidentales. Xie Shiyu miró el cielo cada vez más amarillento:
"Ya casi es hora de que regreses".
El pequeño Chu Feng estaba un poco reacio: "¿No podemos jugar un poco más?".
Xiao Yu negó firmemente con la cabeza. Aunque también tenía muchas ganas de continuar jugando con el pequeño Chu Feng, si se quedaba más allá de las cuatro y media, Chu Feng podría encontrarse con el tío del quiosco.
El tío operaba ostensiblemente un quiosco por lo que tenía un horario más flexible en comparación con los otros bichos raros que tenían que ir a trabajar a cierta hora. Según la observación de Xiao Yu, el tío del quiosco llevará las mercancías de regreso a la habitación 304 casi a las cinco en punto.
Aunque todavía no era muy obvio qué secretos tiene en realidad el tío Li Dawei o Ji Shiming del quiosco y pareciera que sólo vende bienes robados; Xie Shiyu, tenía una intuición muy fuerte de peligro y no quería acercarse demasiado a este tío.
"Vamos."
Xiao Yu abrió la puerta y sacó a Xiao Chu Feng de la habitación 404. El pequeño Chu Feng estuvo a punto de bajar las escaleras con su mochila a la espalda, cuando escuchó:"¡Espera!"
El pequeño Chu Feng se dio la vuelta.
Xie Shiyu bajó corriendo y le agarró del brazo, arrastrándolo de regreso a la habitación 404.
¡Bang!
Xie Shiyu cerró la puerta de hierro con llave, luego cerró la segunda puerta de madera también con llave.
"¿Qué... qué pasa?" El pequeño Chu Feng se sintió extrañado y en medio de la extrañeza sintió una pizca de excitación.
La casa de Xie Shiyu era completamente diferente a la suya. El Pequeño Chu Feng sentía que la casa en la que vivía era sólo una casa comercial ordinaria, exquisita y aburrida. Pero la casa de Xie Shiyu era como un viejo castillo de un cuento de hadas, con arañas tan grandes como la cara de una persona, golondrinas que venían a construir sus nidos, una gran cantidad de pájaros por la mañana y al anochecer, pasillos oscuros y puertas que se cerraban de golpe.
Todo esto era muy novedoso para el pequeño Chu Feng quien caminó hacia Xiao Yu, con ojos brillantes:
"¿Viene alguien?"
Xie Shiyu estaba detrás de las cortinas y miraba tranquilamente hacia fuera.
El pequeño Chu Feng se acercó detrás de Xiao Yu y se escondió debajo de las cortinas de la casa con él. El pequeño Chu Feng asomó la cabeza en un intento de levantar las cortinas para ver claramente el exterior.
"No lo hagas".
Xiao Yu tomó la pequeña mano de Xiao Chu Feng quien quería correr la cortina. Tomó a Xiao Chu Feng y dio un paso atrás: "No muevas la cortina y no te acerques demasiado a ellas".
El rostro de Chu Feng mostró cierta confusión. Xiao Yu le explicó pacientemente: "Si nos acercamos demasiado, el más mínimo movimiento hará que las cortinas se agiten y es posible que la gente de afuera pueda descubrirnos".
Xiao Yu sabía que Chu Feng no había vivido en un edificio residencial como el suyo, y le era imposible desarrollar un hábito tan cauteloso en su vida diaria.
El pequeño Chu Feng dejó escapar un "Ooh" y obedientemente se paró con Xie Shiyu, a un paso de la cortina.
Después de hacer esta acción, el pequeño Chu Feng de repente se sintió genial, como si estuviera jugando un juego de espías. Además, el compañero de equipo a su lado era el muy cuidadoso y confiable Xiao Yu.
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Todos en la ciudad son mi antiguo Gong
Ficción GeneralChu Feng, que acaba de enviudar, estaba listo para importar a su antiguo gong Xie Shiyu al juego [Dream City]. Crecieron juntos, se amaron y se casaron, pero al final el avión de Xie Shiyu se estrelló en el mar. Chu Feng no pudo aceptarlo, por lo qu...
