AU; Mafia ( basado en algunos roleplay's con la misma temática. )
Advertencias: referencias y/o menciones a bandos ilícitos, contenido levemente sangriento y algunas descripciones gráficas.
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Martes, 28 de julio, 2023.
Entró al lugar, mientras que por los pasillos se le fueron sumando un par de hombres a su lado. Oliver dudó un poco de la situación, normalmente entraba solo a entregar los reportes que sucedían en su día a día como infiltrado en la mafia Red Dragon. Mas, está vez fue distinto. Hablaba consigo mismo en sus pensamientos, ¿Lo iban a despedir?, ¿Había cometido un error y era su jefa quien pagaría por ello?, ¿Habrían descubierto algo que no debían?, ¿Alguien estaba de cumpleaños? Cualquiera de esas preguntas eran posibles. Pero todo se hizo aún más confuso cuando entró a la oficina del de mayor autoridad.
—Oliver, que gusto verte—Comenzó el mayor. —Supongo que te estarás preguntando el porque de todo este alboroto. —
—La verdad.. siendo sincero, así es— Habló Oliver finalmente, con las manos tras su espalda.
—Verás, nos has sido de mucha ayuda con respeto a Kiki, gracias a ti hemos logrado mucho en los negocios.. — alagaba el mayor el trabajo de Oliver, como si con hacerlo podría conseguir algo más que incomodarlo y recordarle su traición. —Pero aún nos falta algo.. un último paso que le pondrá fin a tu vida criminal— sonreía en el proceso
—¿Entonces?.. — se encontraba confundido ante las órdenes que le estaban entregando, pero muy dentro de sí, sabía que era lo que querían que hiciera.
—Me refiero a que tu jefa, Kiki, debe estar muerta para cuando acabe la noche.
—Antes del amanecer, debes encargarte tú y solamente tú de acabar con ella; Quema su cuerpo, cortarle la garganta, arranca sus órganos y vendelos. Has lo que desees, pero debes asesinarla tú. —Dijo el hombre delante de Oliver, y sin arrepentirse en absoluto le entregó en sus manos un arma de fuego, misma que estaba destinada a acabar con la tan mencionada mujer.
—Oh.. E-Entiendo. —disimuló su titubear con una mirada segura de sí, misma que era más que suficiente para convencer a todos en el lugar.
Y mientras el miedo se paseaba por la espalda del pobre muchacho haciéndolo temblar. En su mente sucedían un montón de cosas; se preguntaba el como hacerlo y si sería capaz luego de todo lo vivido con ella. Recuerdos inundaron su cerebro como si esa fuera la primera vez. Su corazón emitía sonoros y profundos latidos y por su frente caían gotas de sudor; tenía miedo.
