ᴱʸ 𖠇 ᴄʜɪᴄᴏ ʟɪɴᴅᴏ~ 「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」

──── ❣ ⋅⚔Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ XXII⚔⋅ ❣ ────

──¡Sae-chan!── el moreno gritaba de emoción, corriendo a los brazos de su novio

──Shidou, últimamente vienes muy temprano.── una sonrisa ligera reposo en sus labios. Ambos eran el uno para el otro y ya sabía el motivo de la nueva rutina del mayor

──Sae-chan, vengo temprano por venir a verte a buenas horas. Mi vista es bendecida con tu sola presencia.── lo que caracterizaba mucho a ese alfa, era lo romántico que podía ser

──Idiota.── murmuró muy avergonzado el rojizo, su rostro ardía en pura vergüenza

Todos en ese instituto conocían de la relación que había entre aquellos dos chicos, esa noticia fue el inicio de muchos corazones rotos. El rojizo había enamorado a casi todos los de ahí cómo no, si tenia una belleza incomparable.

Aquella pareja caminaba muy tranquila, hacía sus respectivo salón. Si habían ojos puestos en Sae, Shidou se encargaba de quitar sus horrendas presencias.

Shidou no lo admitía, pero era un poco celoso con el chico que le gustaba. Sabía que en ese mismo lugar, hay chicos mucho más guapos que él y tenia miedo de que su niño se fijará en otro mucho mejor.

──Sae-ch..

El rubio pudo ver como desde atrás tomaron al menor, alguien lo atrajo hacia el. Muy enojado fue a hacerle frente a ese corrupto entrometido.

──Oye y a ti que t.. ¿Karasu?── estaba desconcertado

──Veo que nunca andas distraído, me alegra saber eso.── el de cabellos azabache, tenia abrazado al pelirrojo. Solo había puesto a prueba a su amigo

──Cállate, me asustaste.── ya más calmado, dejo escapar un fuerte suspiro. Sentía que se le había salido el alma

──Solo era una pequeña prueba. Tranquilo, Shidou.── su amigo cubrió su boca, aguantando las carcajadas que soltaría

──Karasu, ya me puedes soltar.

──Oh, cierto.── con cuidado soltó el agarré que tenía en aquel pelirrojo. Había olvidado un momento su presencia, pensó que abrazaba una almohada

Sae acomodó nuevamente su ropa, se había puesto un poco arrugada por culpa del otro.

──Nos vemos en el salón, Shidou.

──Allá te veo, precioso.── con un pequeño ademán dio un beso al aire, en dirección a su pareja

El rojizo se enojo y en su rostro se vio muy clara su reacción. Se fue sin decir más palabras, dejando a ese par de amigos con lo suyo.

──Si que te gusta enojarlo.

──Si, es muy gracioso.

Ambos chicos reían a carcajadas, conocían al Itoshi lo suficiente, cómo para haber reconocido la vergüenza que sintió en ese momento.

──Tan lindo.── mencionaron los amigos al unísono

──¿Sabes algo de Yoichi?── mencionó el moreno, limpiando las pequeñas lágrimas que había soltado tras reír por un largo rato

──Si. Parece que tiene novio y es él chico que te ayudo con Sae.── el azabache había imitado la misma acción de su amigo

──¿Hablas de ese bajito pelirrojo?

──Si, ese mismo es. Ese chico se encarga de ir personalmente hasta la casa de Yoichi, siempre que salen de clases, ambos salen a pasear un rato por las calles de Japón. Isagi quiere conocer más sobre nuestra cultura, por eso, su novio lo saca a pasear y explicarle todo lo que desee.── observo con curiosidad al moreno, a simple vista se veía como el típico hermano celoso ──Isagi se ve que es muy feliz con él.

──Comprendo. Gracias por la información, Karasu.

──Idiota, concentrate también en tu novio.

──Si, tienes razón.

Ambos chicos solo se dedicaron una sincera sonrisa y siguieron su camino.

La casa que ellos pagaban el alquiler, la pudieron comprar con total éxito y pagar todas aquellas deudas que tenían pendiente.

Aquel albino, novio del azabache había dado todo ese dinero para ayudarlos, como todo adinerado que es.

Gracias a aquel chico, ambos amigos podían vivir más tranquilos, ambos habían venido de la calle. Humildes y todo.