ᴱʸ 𖠇 ᴄʜɪᴄᴏ ʟɪɴᴅᴏ~ 「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」

─── ❣ ⋅⚔Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ XVIII⚔⋅ ❣ ───

──¡Isagi-chan, Sae-chan!── una ruidosa voz resonó por todo el pasillo

──¿Eh?── ambos chicos se giraron a observar a aquel sujeto

Un rubio llego corriendo a abrazar a ambos menores, acompañado de un azabache. Que no dejaba de escribir en su teléfono.

──¿Qué le pasa?── el menor habló, refiriéndose al distraído

──Tiene crush. Le gusta un niño bonito, millonario y fuera de su alcance.── reía a carcajadas al ver que llamó la atención del otro. Por fin dejó los mensajes en paz

──¿En serio te gusta alguien así, Karasu?

──Lo último no es verdad.── murmuró con enojo, se sentía muy ofendido
──Es un chico muy lindo, muy millonario, no es de Japón aunque haya nacido aquí.── describió todo aquello con mucho detalle. Sus ojos brillaban con cada palabra

──Mucha descripción, bien que alguien lo secuestra. Idiota.── el rubio le dio un pequeño golpe sobre la cabellera azabache

El de ojos color morado oscuro, acarició con dolor su cabeza. Se quejó del dolor, lo tomaron desprevenido.

──¿Cómo se llama?── el rojizo por fin habló

──Cómo se llamaba..── se quedó un rato pensando, lo recordaba por los sobrenombres que le había puesto. De su nombre verdadero, casi no recordaba

──Eres un completo idiota, no creo que llegues a conquistarlo si sigues así.── su amigo lo regaño, diciendo la verdad

──Otoya.

──¿Eh?── los tres individuos lo observaban muy atentos y curiosos

──Se llama Otoya, Otoya Eita.── confesó con un suave rubor. Sentir esas intensas miradas lo ponían nervioso

Tanto Isagi como Shidou lo felicitaron, Sae se mantenía en silencio. Estaba con la boca un poco abierta, ese nombre nunca se espero escucharlo nuevamente. Estaba atónito.

──Fresita ¿qué tienes?── Ryusei tomó su mentón, para que luego lo alzará suavemente. Ambas miradas se conectaron

──Nada, me sorprendió ese nombre. Nada más.── se deshizo de ese agarre, no quería que vieran su rubor

──¿Lo conoces?── los dos simios y su amigo le preguntaron

──Isagi, no seas idiota y recuerda.── con mucho enojo, el pelirrojo se cruzo de brazos. Ya le había contado al menor, no por nada era su mejor amigo

Los dos mayores vieron muy confundido al ojiazul, se quedó pensando y pensando acerca de lo dicho por el Itoshi.

──¡Oh! Ya recordé.── con mucha emoción alzó sus brazos al cielo ──Era tu..

──Vamos Yoichi.── el ojiturquesa cubrió la boca de su amigo, se lo llevó a rastras, lejos de aquellos dos

Los menores se fueron, dejando con muchas dudas al par de amigos idiotas. Solo se vieron entre ellos con mucha extrañeza. ¿Qué fue todo eso? Se preguntaban.

──Qué raro es aveces tu chico.

──Ni que lo digas, pero aún así. Amo a Sae-chan.── sonrió de manera nerviosa, su rostro se sonrojo mucho. Andaba pensando cosas no debidas

──¡Shidou!── el azabache golpeó con mucha fuerza, aquella cabellera rubia. Había visto bien su mirada, era la de un completo degenerado

──Ya, ya.── suspiro, luego de acariciar con cuidado aquel golpe
──Solo pensaba en lo lindo que sería Sae-chan siendo mayor. Apenas es un niño y tiene una belleza sin igual.── se encogió de hombros, era sincero en sus palabras

──Tienes razón.── sabía que su amigo no era ningún depravado. Solamente le avergonzó esa cara de idiota que puso

──Deberíamos reunirnos nuevamente, pero trae contigo a tu chico, a la próxima es obligación.

──No creo que pueda, pero intentaré convencerlo.── suspiro con pesadez, pero adornando su rostro con una cálida sonrisa

Los amigos se fueron rumbo a su respectivo salón. Iban a dormir un buen rato, venían con mucho sueño.

La noche anterior no durmieron casi nada, se quedaron a altas horas de la madrugada, jugando a sus video juegos favoritos.

Iban como un par de mapaches. Cansados pero muy felices.