ᴱʸ 𖠇 ᴄʜɪᴄᴏ ʟɪɴᴅᴏ~ 「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」

──── ❣ ⋅⚔𝙴𝙿í𝙻𝙾𝙶𝙾⚔⋅ ❣ ────

Al pasar los años, Sae se quedó a vivir en Alemania, vivía en completa calma y armonía, le costó mucho salir de aquella etapa depresiva, por suerte no había sido marcado por aquel alfa moreno, eso hubiera empeorado las cosas. A su lado siempre permanecían Isagi y Kaiser, sus dos más grandes amigos y familia.

Con los pocos meses se dio cuenta de un pequeño detalle.

Todo el tiempo a estado al lado de su pareja destinada y nunca se había dado cuenta.

Una hermosa tarde aquel chico había declarado sus sentimientos hacia él y desde ese momento se habia vuelto el novio de Kaiser, habian empezado una relación ambos, lo vivió de maravilla en todo ese tiempo.

Pero por desgracia del destino, tuvo que volver nuevamente a Japón, ya que su novio y amigo se habían vuelto involucrados en ese nuevo proyecto, llamado Blue lock y al ser ambos representantes del Bastard München tuvieron que tomar el vuelo con todo su equipo y él no se quedó atrás, fue en primera fila con su cuñado y su amado chico.

Nunca se iba a esperar que en su país natal le tocaría una nueva sorpresa.

Anduvo en las instalaciones vagando de un lugar a otro y fue grande su emoción cuando se reencontró con sus hermanos, desgraciadamente en ese mismo proyecto se encontraba aquel alfa. Ryusei Shidou lo andaba buscando, debido a que se enteró que había vuelto al país, dejó de ir a ese lugar y se enteró por medio de su novio que Shidou le había ido a buscar pelea, conoció a detalle sus relación.

Qué desagradable,
eres un hipócrita, Shidou.

En una noche tranquila, estaba reposando en su departamento sin nada que hacer, su amigo se había ido con su hermano, Rin y él se encontraba solo en ese lugar, su novio no tardaría en llegar. Tuvo que tomar una cálida ducha, su cuerpo se empezaba a calentar sin ningún motivo y se le hizo muy peculiar, no había recordado que ese día llegaría su celo.

──Sae, he vuelto amor. Disculpa pero tuve algunos problemas en el camino.── los suaves pasos se aproximaban hasta donde el pelirrojo, el recién llegado no tenía idea de lo que pasaba ──¿Sae?

El nombrado fue corriendo a sus brazos, se tiró encima de su cuerpo y beso de manera apasionada al rubio, eran sus instintos quienes lo habían domado, se cegó por ellos y ahora quería que el alemán le complazca sus demandas.

Kaiser no dudo dos veces y se dejó llevar por el calor, ambos compartirían sus momento de pasión, no se estaba aprovechando de nada, por qué Sae le suplicó con su típica voz, que calmará su calor.

Se pasaron toda una semana en aquel departamento, compartiendo el placer del momento, el pequeño Itoshi tuvo que soportar el rut de su alfa, pues había despertado en él su celo.

Los dos cegados por el celo, olvidaron por completo algo que les podía cambiar sus futuro por completo.

──¿Te encuentras bien? Has andado últimamente mal, ¿quieres que te lleve al hospital? Me preocupas, amor.

──Tranquilo, tal vez solo es un pequeño cambio debido al inestable clima.

──De acuerdo, pero no dudes en llamarme si algo te pasa, vendré de inmediato. Eres la fuente de mi felicidad.

En esos últimos meses, Michael a andando más cariñoso de costumbre. No tenía idea del por qué, pero siempre se acercaba a él para oler su glándula omega. Le encantaba su olor a leche, bromeaba diciendo que parecía un batido de fresa con leche, todo por el olor natural de sus feromonas.

Jalea de fresa.

Ninguno de los dos estaba preparado para eso, aunque hubieron pistas los dos no logran captar eso, hasta cierta fecha. Si había engordado un poco pero pensó que era por tanta comida que comía.