─── ❣ ⋅⚔Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ XXVII⚔⋅ ❣ ───

193 17 1
                                    

Todo el instituto andaba en entrenamientos, todos los alumnos ya sean viejos o nuevos andaban muy ocupados ensayando en lo suyo. Querían dar la mejor impresión de todas, demostrar que ese lugar era realmente brillante y superior que los demás.

Shidou y Karasu en sus respectivo club, Isagi aprendiendo a cocinar unos postres de ahí y Sae solamente se dedicaba a observarlo, sin hacer nada más.

Siempre practicaba en lo suyo, pero con la única condición de que Shidou no lo viera entrenando. Se moriría de vergüenza si llegase a pasar. Aún no le a dicho nada al rubio, sobre el papel que le dieron en ese festival. Tampoco lo haría, hasta llegada la fecha.

──Sae-chan~ Ya casi no nos vemos. Quiero ver más seguido a Sae-chan, a mi amor y mi tierno bebé.── el moreno teñido, frotaba su mejilla contra la mejilla contraria. Se estaba quejando de lo que les pasaba actualmente y por qué el rojizo no lo dejaba asistir a sus prácticas

──Shidou, ni aunque me digas los poemas más románticos te dejaré asistir.── el joven Itoshi se encontraba alistando todo en su bolso. Ya había terminado de practicar y se iba a su hogar

──Que malo eres, amor.── suspiro resignado. Aceptar la realidad le dolía

──Pronto lo entenderás y puede que te guste incluso. Por cierto, prepare unos pastelillos, te hice uno en especial.── con mucho cuidado Sae tomó una caja que se encontraba sobre aquella mesa, dejándola en las manos del moreno. Quien se encontraba sorprendido ante tal acción

Sae era poco demostrativo con las emociones y es por eso que siempre tomaba desprevenido a Ryusei, era alguien impredecible.

A Shidou eso le encantaba mucho.

──¿Son hechos solamente por ti?── su emoción era muy grande, se sentía amado con tan solo esa pequeña muestra. Con sólo ese pequeño pastelillo, sentía su corazón latir con fuerzas

──Si. Una vez mencionaste de tus gustos por esta clase de panecillos, así que decidí aprender a hacerlos y darte de comer todos los que quieras.

──¡Te amo, mi niño!── Shidou se abalanzó contra el cuerpo más pequeño, sosteniendo su rostro con ambas manos. Repartía muchos besos por aquel fino rostro, de beso en beso, se comería a Sae

──¡Shidou! Detente.── sentía que moriría de vergüenza, ya sabía que no había nadie viendo, pero aún así se avergonzaba

──Bien, para la próxima será.── el moreno por último, deposito un casto beso sobre la suave nariz de su novio. Comprendía su vergüenza, Sae era muy tímido

Ambos chicos caminaron rumbo a la salida del instituto, ya era momento de salir a descansar.

──Son días muy agotadores. ¿Te sientes bien, Sae-chan?── Ryusei era muy atento a su novio, cualquier cosa le preocupaba de él y sobre todo el nuevo cambio rutinario que obtuvo con eso del festival

──Estoy bien, no te preocupes. ¿Ya casi se termina un mes?

──Increíble ¿no? Pasa muy rápido el tiempo y ya solo falta otro mes para poder terminar con todo esto.

El joven Itoshi guardo silencio, observando al ex delincuente. Con mucho detalle, observaba cada movimiento y físico que tenía, admitía que su novio es muy guapo. Podía hacerle una buena competencia al otro teñido, de eso no habían dudas.

La joven pareja camino por las llenas calles de aquella ciudad, ese día Sae dormiría en otro lugar.

──¿Es necesario irte a dejar hasta ahí?

──Si, tengo que visitar a un pariente y pedirle ayuda con los ensayos.

──¿Qué con Isagi?── le cuestionó con mucha duda, también le preocupaba el bajito de su amigo

ᴱʸ 𖠇 ᴄʜɪᴄᴏ ʟɪɴᴅᴏ~  「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora