La ilusión colectiva religiosa

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"Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas."

René Descartes

           

Todos algunos vez hemos visto un mago y quedado asombrados con tal magnífico espectáculo, nos dejan perplejos cuando hacen cosas que parecen violar las leyes de la física, pero somos consciente de que en realidad no es magia real, es una ilusión, son maestros en el arte de engañar a nuestra mente.

           

Nuestra mente es susceptible a la información que recibe los sentidos, como dije en capítulos anteriores la mente no distingue lo real de lo falso. Los ilusionistas conocen muy bien este detalle, estudian la mente humana y su capacidad para procesar información, ellos saben explotar las debilidades de nuestra mente, conocen sus puntos débiles y lo aprovechan al máximo.

           

Cuando vemos un truco de magia no nos fijamos que el ilusionista está utilizando varias técnicas para distraer y saturar nuestro cerebro. Nuestra mente es una computadora biológica, proceso cantidades de información por segundo, pero hay ocasiones que se le hace difícil procesar información cuando esta se satura y tiende a obviar información para que esta pase desapercibida para nosotros, por eso hay cosas que hacen los ilusionistas que no vemos, ya que hacen que prestemos atención en otra cosa, como por ejemplo cuando mueven las manos, pues toda nuestra atención está en ese punto mientras realizan algún movimiento que pasa desapercibido donde realmente sucede el truco. Debido a que el ilusionista hace muchos gestos todos esos gestos el cerebro tiene que procesarlo por segundo y para poder ahorrar recursos obvia las partes donde no prestamos atención, esas partes les llamaremos punto ciego, donde realmente ocurre el truco.

           

Seguro se estarán preguntando ¿Qué tiene que ver eso con la religión?, pues simple, la religión es una ilusión, si tal como lo lee, una ilusión. Claro que a diferencia de los magos que lo hacen con la verdadera intención de crear la ilusión para engañar a nuestra mente, los líderes religiosos no lo hace a propósito, pues no es como muchos lo pintan como una especie de conspiración religiosa para mantener a la gente ignorante, no, no es así, ellos en realidad creen firmemente lo que transmiten y lo hacen con muy buenas intenciones, pero no saben que transmiten una ilusión. Aunque admito que existen estafadores que usan la religión con fines de lucrarse.

           

Esta ilusión se adquiere de forma cultural y en la edad propicia para ello la niñez, en aquella edad donde no podemos distinguir lo real de lo falso, de lo bueno y lo malo, en esa edad cuando los adultos son la fuente prima de conocimiento y simplemente sin objetar los vemos como poseedores de la verdad absoluta. Lamentablemente a esa edad somos vulnerables y un punto débil para que la ilusión se lleve a cabo satisfactoriamente.

           

El secreto de cómo convertir una ilusión en algo real está en la repetición constante, algo a lo que llamamos autosugestión, que es auto convencer a tu cerebro de que algo es real, no importa si lo percibes o no, pues una mentira repetidas veces se convierte en verdad.

           

Cuando todo el mundo que te rodea está en una misma sintonía y creen firmemente en sus creencias esto aun más fortalece esta ilusión, ya que tienes poca oportunidad de llegar a la duda debido a que la mayoría de personas en cierto modo ejercitan esa ilusión. Alguna vez ha escuchado la frase "todo el mundo no puede equivocarse", la verdad no es así, a veces la mayoría tiende a estar errada, esto es a lo que llamamos un argumento ad populum.

Dios el placebo de la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora