Hagamos como que un dios existe

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"Creo en el Dios de Spinoza, que nos revela una armonía de todos los seres vivos. No creo en un Dios que se ocupe del destino y las acciones de los seres humanos."

Albert Einstein

               

Antes quiero aclarar que en este capítulo al referirme a Dios como en los demás capítulos anteriores hago referencia  a los dioses personificados o para estar más claro teístas, pero más exclusivamente hacia el dios abrahamico, aunque también esto se le puede aplicar a deidades hindúes y otros dioses teístas. El siguiente análisis no está aplicado al deísmo, panteísmo ni otro tipo de corrientes no teísta.

           

Definamos un poco el concepto del dios teísta que la mayoría de personas en el mundo creen (independientemente sea abrahamico o no). Para que un ser sea considerado Dios tiene que ser omnisciente, omnipresente, omnipotente y onmibenevolente, creador (es) de todo lo que existe. Este ser o seres interactúan con la humanidad en diversas formas y de cierto modo nos gobiernan.


La morada de los dioses

           

Hagamos como que un dios existe y comparemos estas descripciones con la realidad. Lo primero es que si existe habría que preguntarse ¿Dónde está o donde están?, pues no podemos percibirlo, pareciera que se esconden, aunque algunos creyentes afirman que no, pero si no se esconde como es que no lo podemos percibir. Los argumentos actuales es que no son de este universo, que están fuera aunque en el pasado se creía que literalmente estaban en el cielo (arriba de las nubes o muy cerca en nuestra galaxia), hasta que empezamos a observar las estrellas con telescopios y no vimos nada más que un solitario y gigantesco universo. Tal y como dijo Yuri Gagarin cuando fue enviado al espacio (fue el primer humano en ir al espacio) "Aquí arriba no veo ningún dios".

           

Pero asumamos que en realidad ellos están fuera de este universo, por lo tanto están muy pero muy lejos de nosotros físicamente hablando, ya que el cosmos es inmenso, no se imaginan lo grande que es todo este universo, solo somos un grano de arena en un mar casi infinito de estrellas. Lo curioso es que aun a esta distancia se logran comunicar con nosotros, si acaso es así las oraciones deben viajar a velocidades super lumínicas. Algunos argumentan que las oraciones no viajan por el espacio, si no que son instantáneas. Con esto se nos hace difícil probar si acaso ese ser o esos seres existen, están demasiados lejos y no hay forma de probar que no estén allá fuera ya que no llegamos allá, es una muy buena forma para esconder deidades sin mencionar que hay muchos argumentos distintos de porque no se hacen presentes que lo cuentan humanos, no deidades. Por eso a estos seres le llamo los gobernantes invisibles porque están lejos y son inmateriales.


El señor eterno

           

Una característica muy peculiar de los dioses especialmente el abrahamico es que es un ser eterno, no tiene ni principio ni final, siempre ha existido, incluso antes de que todo existiera, ya que todo es su causa. E leído y escuchado muchas explicaciones sobre esta curiosa cualidad, y a sinceridad veo esto como algo un poco absurdo. Este argumento es el utilizado para esquivar la pregunta del origen de dios, pero para mí es un argumento cíclico (un argumento que no responde, más bien esquiva la pregunta), y es efectiva pero no concluyente. Recuerden que no es lo mismo infinito que eterno, lo infinito tiene principio pero no tiene fin y lo eterno no tiene principio ni fin.

           

Hagamos el siguiente ejercicio, imagínese que usted es eterno, cuidado con que se les quemen las neuronas. Si es una persona bien inteligente se dará cuenta que eso es imposible. Algunos pensarán que si es posible, bueno, tal vez para una deidad no inteligente ni personificada, pero para algo inteligente y personificado es imposible que sea eterno, pues el simple hecho de que eso ha pensado eternamente es un conflicto lógico, pues eso quiere decir que antes de que toda la existencia existiera ese ser estuvo pensando en un tiempo infinito antes de ello, ¿Qué estaba pensando cuando no había absolutamente nada?, tal vez se preguntaba su propio eterno origen.

Dios el placebo de la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora