KENDRA
Ya pasaron casi trece años desde que mis padres y mi hermano murieron, pero el tiempo no lo hace menos doloroso, y más cuando sueñas con su muerte constantemente. Me siento en la cama y me froto la cara. Miro la hora, son casi las diez de la mañana, ojalá pudiera dormir más tiempo.
Como cada mañana de los fines de semana me ducho, desayuno y me voy a dar una vuelta por comunidad. La gente saluda al verme. La verdad es que la comunidad es un buen lugar para vivir, y no lo digo porque sea mía. De hecho, al principio odiaba este sitio. Con la ayuda de Astrid pude adaptarme.
Después del paseo y esta reflexión mañanera, me voy con Kayla. Quedamos en la entrada del pequeño edificio donde está todo: mi "despacho", la sala de organización, los almacenes, alguna sala donde se programan las operaciones de búsqueda y estas cosas y donde está la enfermería.
--Como siempre, tarde—dice Kayla al verme, sonriendo.
--Hay cosas que no cambian hermana—respondo junto con una media sonrisa.
--Ya se ve. Toma, anda—me da un café.
Lo cojo y me siento en los pequeños escalones que hay. Ella hace lo mismo y mientras que nos tomamos los cafés, estamos hablando de que en pocos días es mi cumpleaños. Realmente tengo miedo por lo que Kayla pueda preparar para ese día. Le gustan mucho los eventos super organizados, y aunque a mí me gusten las fiestas, ella se pasa con la elaboración.
--No quiero celebrarlo si vas a hacer algo super elaborado, ¿vale?
--Pero- Kendra no puedes pedirme eso. ¡Sabes que me gusta celebrar a lo grande!--reprocha.
--Ya lo hablaremos. Ahora, vamos a dentro que "tiene que parecer que trabajamos"--digo con ironía y haciendo comillas con los dedos.
Nos levantamos y entramos. Vamos a la sala de organización, que es donde Kayla prácticamente trabaja. Ella es lo contrario a mí, yo soy más de salir y pelear, más de acción. Kayla si se puede quedar aquí en las misiones mejor. Al entrar, todos están trabajando en cosas distintas. Unos están con la vigilancia, otros viendo posibles puntos para investigar y más haciendo cosas distintas.
Uno de los que están ahí, nos avisa de que no muy lejos hay un pequeño grupo de reptadores, pero que parece que están persiguiendo algo.
--Déjame ver—dice Kayla y se pone delante de la pantalla donde salía el mapa de todo esto—Kendra mira
Me acerco, hago lo mismo que ella y sin que me dijera nada reconocí que se trataba de una persona. Los reptadores andaban detrás de una persona.
--¿A cuánto están de aquí?--digo mirando a la persona que nos avisó de todo.
--Dos cientos sesenta y acercándose, por su ritmo tardaran unos minutos en llegar hasta aquí--dice.
Con eso me llega para, mirar a mi hermana y salir de allí prácticamente corriendo, y Kayla detrás de mía. Una vez fuera empiezo a pensar en un plan.
--Quédate aquí y cuando la persona entre, cierras todo—le digo a mi hermana
--Vale, pero ten cuidado.
Dicho esto, las dos nos preparamos y empezamos el plan improvisado que acabo de tener. Respiro hondo y cuando mis ojos se tornan completamente de naranja, salgo hacía los reptadores. Me lanzo contra ellos por uno de los laterales, mandándolos bastante lejos. Resulta que es un chico, que parece ser bastante joven, el que huye. Se para en seco y al fijarse en mí, su cara solo refleja asombro y desconcierto.
--Vete y no te pares hasta llegar a aquella comunidad—digo señalando al frente.
Él asiente y me mira un poco extrañado antes de empezar a correr. Mientras él se va, los reptadores vuelven. Los esquivo mientras pienso en algo. Soy yo sola contra tres, fácil. Empiezo a dar vueltas en circulo, y cuando me pierden de vista creo una cuchilla de sombra con la que acabo con ellos. Vuelvo a la comunidad y como las puertas están cerradas—como le pedí a Kayla—de un salto paso las puertas y entro. Tengo un aterrizaje perfecto, pero me lleno de polvo. Es la parte que aborrezco de todo esto. Mancharme.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que conlleva un te amo
RomanceKendra y Rafael, tras conocerse de forma repentina y pasar varios momentos difíciles son capaces de llegar a crear una buena relación en la que los dos están a gusto y poder sentirse seguros. Él tiene un pasado del que le cuesta desprenderse y ella...