Estoy...solo

Capitulo III

narrador - hola

personaje - hola

pensamiento - (hola)

autor - hola

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.(cambio de escenario)

susurro - ~puta madre~

[(salto de tiempo)]

{flash back}

¿Ahora qué hago? Toda confianza que tuve, se había esfumado, pensé que por tener este cuerpo ahora podía considerarme alguien invencible. A lo largo de su vida, Baki ha tenido incontables hazañas que dejan en claro lo fuerte que es gracias a su sangre Hanma, alguien con cuya fuerza jamás podría ser alcanzada, mucho menos por mí. Ahora, miro mis brazos, llenos de músculos y cicatrices, cicatrices de incontables peleas, peleas que yo no pelee, no tengo la experiencia en combates que este cuerpo demuestra. Soy consciente de que no soy merecedor de este cuerpo, jamás tuve la determinación de Baki, o de otros personajes de distintos animes, no soy más que un simple estudiante de preparatoria en el cuerpo de, por así decirlo......un semidiós.

_ - ¡Ya déjeme! ¡no tengo nada!

Tiemblo ante el grito de esa chica, siento mi corazón latir con más rapidez, ahora me siento nervioso, empiezo a sudar, no sé qué hacer, sé que la misión trata de salvar a esa chica, pero no me siento capaz, pero si no lo hago seguramente pasaría lo mismo que antes, recordarlo hace que me den ganas de vomitar, pero dejando de lado eso, mientras no pase esta prueba, me quedare atrapado en un bucle infinito. Eso ahora me asusta, caminar sin por un pasillo solo para volver al mismo lugar puede ser algo....inquietante. Esto, me recuerda a la vez que estaba viendo Chainsaw man, en uno de los capítulos la cuarta sección fue enviada a una misión por estragos de un demonio, subieron al octavo piso y para sorpresa de todos seguían en ese piso, no importa cuánto subieran o bajaran, siempre regresaban al mismo piso. Puedo confesar que mi reacción sería un poco como la de kobeni, pero también diferente.

_ - ¡Oh vamos preciosa, no mientas! ¡te vi salir de esa tienda con un collar que parece ser muy caro, es obvio que tienes algo en este patético bolso!

Aprieto mis dientes, tapo los oídos y cierro mis ojos con fuerza, ¿Debo ir? Si no voy estaré atrapado aquí hasta que pase esta prueba.... No, ya basta de esto, tomo la iniciativa corriendo para entrar al callejón, no anuncio mi presencia, solo corro, pero mis pisadas pueden escucharse en el callejón, veo al ladrón quitándole el bolso a la chica, aumento mi velocidad y siento mi garganta secarse. Ahora estoy cerca, muy cerca, no golpeo al ladrón, no, lo tomo de su chamarra y lo estampo con la otra pared, lo tome por sorpresa, eso me da ventaja. Cierro mi puño derecho y lo golpeo con toda mi fuerza en el pecho, luego otro golpe, pero esta vez con la izquierda, veo la entrepierna del tipo y la pateo con toda mi fuerza, puedo ver su cara de dolor, está por caer, pero no lo dejo, lo vuelvo a tomar del cuello de su suéter y lo vuelvo a estampar contra la pared de ladrillos, le saque el aire, ahora lo golpeo en la nariz, luego en la mejilla y en la otra, le doy un rodillazo en su estómago, después vuelvo a golpearlo en el pecho y en la cara. Lo golpeo sin parar, pero siento que me falta mucho aire, por más que no quiero dejo de golpearlo, el ladrón cae con su nariz sangrando y su mejilla izquierda inflamada, yo me recargo contra la pared mientras jadeo, siento que mi garganta duele y quiero agua, caigo lentamente al suelo mientras estoy recargado contra la pared, mi cuerpo suda a mares, siento la brisa fría tocar mi piel, ahora tengo frio, miro a mi izquierda y el ladrón está ahí, siento un poco de pena. Toco su cara con uno de mis dedos, alzo uno de sus brazos y este cae al instante, entonces me doy cuenta, de que por primera vez noquee a alguien. Me levanto del suelo y me paro enfrente del ladrón, ¿Debería sentirme orgulloso? Esta era la segunda vez que dejaba a alguien en ese estado, solo que a ese alguien jamás lo noquee, pero si lo deje con un gran sangrado nasal. La respuesta a mi pregunta interna fue una sonrisa, siento un sentimiento de superioridad invadirme, me gusta este sentimiento. Me volteo para retirarme, pero noto a la chica, ella fue expectante de todo este escenario, la miro a ella y ella me mira a mí, somos casi igual de altos.