Prólogo

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Jueves

Jueves, un día que cambió nuestras vidas para siempre.

Un jueves conocimos al amor de nuestras vidas, un jueves lo perdimos y un jueves lo volvimos a recuperar para siempre.

Un jueves cualquiera subía al tren y veía a la persona más hermosa que jamás haya visto, algo tímido, inocente y un poco inseguro. Varios días nos estuvimos viendo sin cruzar palabra. Solo lo veía escribir en un diario. Y me preguntaba cada día: "¿Qué era lo que escribía?".

Si fuera más guapo y un poco más listo.
Si fuera especial, si fuera de revista,
Tendría el valor de cruzar el vagón
Y preguntarte: "¿quién eres?".
Te sientas enfrente y ni te imaginas
Que llevo por ti mi ropa más bonita.
Y al verte lanzar un bostezo al cristal
Se inundan mis pupilas.

Él se sentía inseguro, tal vez poca cosa como para que yo me fijara en él. Pero lo que él no sabía era que desde el momento en que lo ví comprando el boleto, mi vida ya le pertenecía. Él seguía escribiendo...

De pronto me miras, te miro y suspiras.
Yo cierro los ojos, tú apartas la vista
Apenas respiro, me hago pequeñito y
Me pongo a temblar.

Temblaba y se sonrojaba cuando por casualidad se cruzaban nuestras miradas. Eso se me hacía lo más lindo que pudiera ver, pero creía que lo estaba incomodando al verlo y mejor lo dejaba de ver.

Y así pasan los días, de lunes a viernes.
Como las golondrinas del poema de Bécquer.
De estación a estación
Enfrente tú y yo, va y viene el silencio.

Silencio por varias semanas, un silencio que antes me gustaba. El silencio que me daba mi lobo y el no tener con quién hablar para dejar esa terrible soledad. No me quejaba, me había acostumbrado a ello, incluso amaba esa soledad. Tharn no era muy hablador. Pero con este chiquillo quería hablar hasta cansarme, que mi voz se hiciera ronca y quedara afónico al día siguiente.

Y entonces ocurre, despiertan mis labios,
Pronuncian tu nombre tartamudeando
Supongo que piensas: "qué chico más tonto".
Y me quiero morir.

Un día menos esperando, pronunció mi nombre, aunque con algo de dificultad, pero su voz era bellísima, sentía como si algún ángel me estuviera hablando. Tal vez estoy exagerando ya que nunca he hablado con uno. Lo que no exagero es que me encantaba su voz. Nunca nadie había provocado esto en mi sin siquiera escuchar su voz y ahora que la oigo, quiero escuchar para siempre esa bella melodía.

Pero el tiempo se para y
Te acercas diciendo
Yo aún no te conozco y ya te echaba de menos
Cada mañana rechazo el directo y elijo este tren.

Me acerqué a él y conversamos, incluso le confesé que solo por él volví a tomar el tren y deje mi coche de lado. El me contó algo de su vida. Como el hecho de que somos del mismo país.

Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado.
Un día especial este 11 de marzo
Me tomas la mano y
Llegamos a un túnel que apaga la luz...

Pasamos por un túnel -o eso creímos-, él se asustó un poco, pero le susurre al oído, que yo estaba ahí, él me tomó de la cara con su otra mano, me acercó a él y me besó. Un ruido ensordecedor y luego nuevamente el silencio.

Te encuentro la cara, gracias a mis manos
Me vuelvo valiente y te beso en los labios
Dices que me quieres y yo te regalo
El último soplo de mi corazón...

JUEVES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora