8 de marzo

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Gulf

El lunes llegó más pronto de lo esperado o tal vez yo deseaba que llegara pronto. Quería saber si volveré a ver al alfa o en realidad yo tenía razón y este ya ocupó su coche para transportarse a su trabajo.

Voy solo a la estación, Leo solo pasó la noche en mi dormitorio. Al siguiente día, despertamos, nos dimos un baño y al terminar de arreglarnos, fuimos a desayunar al centro comercial. Hicimos varias compras, y de ahí, cada quien se fue a su respectivo hogar.

Como siempre hago los sábados, hice videollamada con mis madres, estudié un poco y me fui a dormir.

El domingo no fue algo fuera de lo normal, ¿ya les dije que soy tímido?, pues también soy introvertido, así que no me verán de fiesta o en algún antro de la ciudad. Aquí hay muchas libertades, sin embargo, no me llaman la atención. Vine a España a estudiar, no a divertirme o en el peor de los casos a echar a perder mi vida.

Sí, tal vez me ví algo drástico al decir eso, pero conozco personas que cuando se mudaron echaron a perder su vida. Se vieron libres de hacer lo que se les venga en gana y fue su perdición. También estoy consciente de que algunos han tenido mucho éxito al emigrar a otro país, como en el caso de Mew Kirigun, pero lo que dije, no lo dije en son de ofender, sino, más bien, es porque me conozco. Sabiendo mi carácter, no le diré "no" a nada, y eso me puede traer problemas serios. Así que mejor me quedo en casa y disfruto de una buena charla con mi hermano y cuñado, los cuales, como si fuera devoción, me hablan cada domingo a la misma hora.

Así pasé mi domingo, en casa, charlando con mi familia y avanzando un poco más en mi tesis. Quiero graduarme con honores. Ser uno de los mejores para que la universidad me recomiende a uno de los mejores clubes deportivos de fútbol, aquí en España. O en cualquier otro club donde pueda ejercer mi carrera sin ningún problema.

Ahora sí, llegó el momento de la verdad, estoy nervioso. Entro a la estación, compro mi boleto y me dirijo al vagón de siempre, mi corazón late cuál maratonista. Como si antes de llegar al tren hubiera corrido para alcanzarlo.

Subo al vagón y, ¡ahí está él!, no lo puedo creer, se me escapa una sonrisa y él se da cuenta, me sonríe como saludo. ¡Qué vergüenza!

Es tan guapo y su aroma es tan relajante. Curiosamente, aunque hay más omegas y mujeres alfas en el vagón, no le toman importancia a su aroma. ¿Cómo puede ser eso posible? Tal vez yo me estoy imaginando todo en esta cabecita loca, ¿será?

Mientras transcurren esas dos estaciones me pongo a escribir en el diario que les dije.

Si fuera más guapo y un poco más listo, si fuera especial, si fuera de revista, tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarte ¿quién eres?

Aunque ya sé su nombre desearía escucharlo con su hermosa voz. El sábado compré ropa nueva y hoy la estoy usando. Pero ni la ropa nueva ni nada que me ponga o me arregle, harán que esté más guapo. Seguro él busca a jóvenes guapísimos para poderlos patrocinar y ganar más dinero, ¿estará aquí por eso? ¿Buscando talentos nuevos y frescos para su empresa?

En fin, dejo de fantasear y me enfoco en la escritura. Dos estaciones más y nos bajamos para continuar con nuestra rutina diaria. Él se va hacía su empresa y yo hacía la universidad. Espero verlo en la tarde cuando regrese.

***☀️🌻***

Mew

Ya han pasado más de dos semanas desde que lo ví por primera vez. Cada día, en automático, voy hacia el tren, a la misma hora, y ahí está él. Pareciera que nos hemos hecho cómplices sin cruzar ninguna palabra. Ayer estuve apunto de perder el tren ya que estuve soñando con él y me quedé dormido. 

JUEVES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora