Capitulo 14: La Gran Gala del Galope ha llegado

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Un tiempo había transcurrido mientras Skyler se dedicaba por completo a sus entrenamientos con la Princesa Luna y Star Nova. Durante este período, sus habilidades mágicas se habían perfeccionado, y su condición física había mejorado considerablemente.

El sol comenzó a despuntar en el horizonte, anunciando un nuevo día. Los primeros rayos del sol se filtraron en la habitación del unicornio grisáceo, acariciando su rostro. Skyler, al sentir la cálida luz, abrió lentamente los ojos. A medida que se adaptaba a la luminosidad, protegió sus ojos del resplandor con su casco derecho. Luego, se incorporó en la cama, dejando escapar un bostezo monumental mientras estiraba su cuerpo después de un largo período de descanso.

—Malditos rayos de sol, no dejan dormir al prójimo —, murmuró con irritación. —Además, mañana es la gran gala del galope... —, añadió con un suspiro mientras se liberaba de las sábanas que lo envolvían y se ponía de pie. —También tengo que ir por mi traje.

Salió de su habitación y se dirigió a la cocina. Al entrar, pudo ver a varios chefs ocupados preparando el desayuno. En una de las mesas cercanas, la Princesa Celestia disfrutaba de su primera comida del día.

—Buenos días, Princesa Celestia —, saludó respetuosamente.

—Buenos días, Skyler. ¿Cómo has dormido? —, preguntó la monarca del sol.

—He dormido cómodamente, gracias. Por suerte, hoy no tengo entrenamientos, ya que mañana es la gran gala del galope. Me han dado el día libre para que me prepare —, explicó el joven unicornio.

Uno de los chefs dejó un plato con té y otro con un delicioso pastel de frutilla, junto con algunas servilletas.

—Me alegra que te hayan dado el día libre. Cuéntame, ¿Cómo van tus entrenamientos? —, preguntó Celestia con interés.

—Mis entrenamientos van bien. He logrado mejorar mis habilidades mágicas y mi condición física, aunque sé que aún tengo mucho por aprender —, respondió antes de tomar una servilleta con su magia y dar un bocado al pastel, mientras saboreaba el té.

—Es evidente que estás progresando, especialmente en lo que respecta a tu forma física —, observó Celestia mientras degustaba un pequeño cupcake. —¿Y qué tienes planeado hacer después del desayuno?

—Siempre me pregunto eso, ¿Qué hacer? Tengo todo el tiempo libre por la mañana y en la tarde, y no sé qué hacer. Además, tengo que ir por el traje para la gala, pero si voy ahora, no sabré qué hacer el resto del día.

—¿Por qué no recorres y conoces un poco Canterlot? —, sugirió la Princesa con una sonrisa.

—Lo consideraría si tuviera a alguien con quien recorrer. Acompañado es más divertido, pero estar solo se siente extraño.

—Comprendo, no se me ocurre otra idea en este momento —, respondió la Princesa.

—Podría salir a pasear con Caramel, pero ella sale más tarde —, mencionó mientras disfrutaba de su té.

—Puedes salir a pasear con ella cuando termine su trabajo. 

Se quedó pensando por unos segundos.

—Creo que tiene razón, le pediré que salga conmigo más tarde a dar un paseo.

Tras el desayuno, se limpió la boca con las servilletas y se despidió de la Princesa. Al salir de la cocina, mientras caminaba por los pasillos, reflexionó en voz alta. 

—Cómo desearía tener mi celular ahora mismo para distraerme, pero bueno, ya no se puede hacer nada. 

Continuó caminando hasta llegar a su habitación nuevamente, donde se dispuso a descansar hasta las 2 de la tarde.

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