Cinco familias

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—¿Qué? No. — Su voz parecía nadar en un mar de confusión y contradicciones sin sentido, sin embargo, la seguridad reflejada en esas palabras era clara, una seguridad que Marcy no vio justificada.

—No puedes decir que no, no era una pregunta. — Mencionó con el ceño fruncido y Sasha solo supo alzar una ceja extrañada por su dictaminar.

—Marcy, no estoy buscando esposa y, hasta donde yo sé, Grime no me está presionando para buscar una. — Repentinamente la expresión de Sasha era un puchero molesto ante un incordio inexistente. — De hecho, sería bastante hipócrita si lo hiciera. — La alquimista solo pudo clamar a su propia paciencia por un poco más de su presencia ante la idiotez de su amiga.

—¿Me hablas a mí de hipócritas? Me dijiste que estabas a mi absoluta merced hace apenas unas horas. — Los colores llegaron a las mejillas de la comandante al escuchar el jadeo de asombro de su aprendiz a sus espaldas ante las palabras de la azabache y, en parte, entendía esa reacción.

—No voy a negar mis palabras. — Explicó hacia su amiga antes de girarse para cruzar miradas con la figura boquiabierta de Hunter. — Pero no te imagines contextos extraños. —Regañó con una mezcla de vergüenza y molestia ante las obvias intenciones en las palabras de Marcy. Sasha volvió a dirigir su atención hacia su amiga, solo para encontrarse con una, nada disimulada, sonrisa pedante. — Esas palabras eran para evitar una ceremonia, — Comenzó con disimulo mientras intentaba tragarse las ganas de golpear a su amiga. — no celebrar otra.

Marcy no pudo evitar bufar con cierta frustración ante el corto alcance que su amiga podía llegar a mostrar en ocasiones, pero no era quién para culpar, pocos ven la solución de un problema en lazarse directo a él. La alquimista agarró el brazo de su amiga, acercando su oreja para poder susurrarle con comodidad.

—Tenemos que hablar. — Marcy lanzó una rápida mirada sobre el hombro de la rubia, observando a su atento acompañante. — A solas. — Ante su repentino cambio de actitud la seriedad volvió a reinar en la conversación, trayendo consigo la justificada preocupación de Sasha.

—¿Ha ocurrido algo? — Susurró de vuelta. Marcy simplemente negó en respuesta al notar la ansiedad en su compañera.

—Todo está bien. — Tranquilizó con voz suave, consiguiendo que Sasha suspirara con cierto alivio, pero con algo de ansiedad vigilante.

—Vuelve a la biblioteca y continuad con la investigación, me reuniré con vosotros lo antes posible. — Ordenó con decisión. Hunter asintió con rigidez, ejecutando una reverencia antes de comenzar su camino.

Aun cuando el muchacho no volvió su mirada y el camino que tomó era totalmente contrario al que ambas debían tomar, Marcy no se atrevió a volver a ejecutar un solo movimiento hasta que vio al joven desaparecer por completo de la escena.

Ante silencio y la obvia partida de su aprendiz, Sasha quiso preguntar por aquella inactividad en la escena, mas sus intenciones de satisfacer su curiosidad murieron antes de comenzar cuando un repentino agarre en el cuello de su camisa negra le hizo cerrar la boca por la sorpresa. Sin explicaciones ni intenciones claras, Marcy comenzó a arrastrar a Sasha por los pasillos, dejándole apenas recuperarse de sus tropiezos debido a la postura que aquel enganche de la alquimista le obligaba a mantener.

—¿M-Marcy? — Marcy no respondió, guiándole en silencio por pasillos que la comandante era incapaz de reconocer, y si bien era cierto que Sasha era incapaz de reconocer lugares por los que había pasado decenas de veces desde su llegada, ella estaba totalmente segura de que jamás había puesto un pie en esa parte del castillo.

La pobre iluminación y el polvo vagando en el lugar no eran características de los pasillos por los que tanto había deambulado, quizás eran características similares con el ambiente de las cercanías del laboratorio de Marcy, pero Sasha estaba lo suficientemente familiarizada con ese camino como para saber que ese no era su destino. El lugar no estaba realmente abandonado, pues los guardias seguían siendo regulares y Sasha podía ver como se convertía en el centro de atención de intelectuales esporádicos que vagaban con documentos entre sus manos.

Royalty (Sashannarcy au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora