A Distancia (Pablo Gavi ×Male Oc)

CAPITULO 9~Inutil~

La carrera de Mónaco, uno de los eventos más prestigiosos en el mundo de la Fórmula 1, estaba en pleno apogeo. Massimo y Charles habían estado esperando este momento con ansias, pero lo que ocurrió durante la carrera les dejó sumamente frustrados.

Massimo, pilotando su Ferrari SF90 Spider, había tenido un comienzo prometedor. Estaba decidido a ganar en su ciudad natal, pero la fortuna no estaba de su lado ese día. Durante una parada en boxes, un error de los mecánicos al ajustar una de las ruedas traseras hizo que esta se soltara cuando Massimo volvió a la pista.

La frustración y la ira se reflejaron en el rostro de Massimo. Su mandíbula estaba tensa, y sus ojos destellaban enojo mientras se dirigía al garaje del equipo. Los periodistas se agolpaban a su alrededor, buscando respuestas sobre su desempeño y el incidente en boxes. Massimo apenas podía controlar su temperamento y se abstuvo de hacer comentarios incendiarios que luego lamentaría.

Charles, por su parte, tampoco había tenido el mejor día en la pista. Había estado luchando contra el equilibrio de su monoplaza durante gran parte de la carrera, lo que le costó valiosas posiciones en la clasificación. Al cruzar la línea de meta en décimo lugar, sabía que no había alcanzado su potencial.

Después de la carrera, Massimo y Charles regresaron al paddock con caras largas y desanimadas. Sabían que su equipo tendría mucho trabajo por delante para analizar lo que salió mal y mejorar para las próximas carreras. La tensión en el ambiente era palpable.

Cuando Massimo finalmente revisó su teléfono, se dio cuenta de que había varios mensajes sin leer, incluido uno de Gavi. Se sentía tan concentrado en su frustración que ni siquiera había notado las notificaciones entrantes. Abrió el mensaje de Gavi y comenzó a leerlo.

Gavi le expresaba su apoyo y aliento a Massimo, a pesar de su decepcionante resultado en la carrera. Le recordaba que las victorias y derrotas eran parte del deporte y que lo amaba sin importar el resultado. Massimo se sintió conmovido por las palabras de Gavi y agradecido por tener a alguien que lo respaldara en los momentos difíciles.

Charles, quien había notado el cambio en la expresión de Massimo mientras leía el mensaje, se acercó y preguntó: "¿Estás bien, Massi?"

Massimo asintió, sintiendo una mezcla de emociones. "Sí, Charles, estoy bien. Gracias a ti y a Gavi por estar aquí para mí. Necesito relajarme y reflexionar sobre lo que pasó hoy. A veces, estas carreras pueden ser desafiantes."

Charles puso una mano en el hombro de Massimo y le sonrió. "Estamos juntos en esto, amigo. Mañana será otro día, y estoy seguro de que te recuperarás. Ahora, vayamos y celebremos tu esfuerzo en esta carrera, independientemente del resultado."

Massimo asintió con gratitud. A pesar de la frustración y la decepción, sabía que tenía un sólido apoyo en su amigo Charles y en su amor, Gavi. El mundo de la Fórmula 1 era implacable, pero Massimo estaba listo para enfrentar los desafíos que le esperaban en las próximas carreras con determinación y pasión.

El paddock de la Fórmula 1 estaba envuelto en un ambiente cargado de tensión, y la ira de Massimo se había apoderado de él otra vez cuando el periodista lo insultó de manera tan ofensiva. Sus palabras hirientes habían cruzado un límite, y Massimo explotó, respondiendo con palabras igualmente duras.

"¡Solo sabes meterte en la vida de los demás!", le gritó Massimo al periodista. "Búscate un empleo de verdad y comprate una puta  vida". Estuvo a punto de propinarle otro golpe al periodista, pero Charles intervino rápidamente, abrazándolo y tratando de calmarlo.

"Más vale que te alejes", advirtió Charles al periodista antes de llevarse a Massimo del lugar. Su amigo necesitaba un respiro y un espacio para recuperarse después de lo que acababa de suceder.

Una vez que estuvieron lejos de la multitud, Charles intentó apaciguar a Massimo. "Sé que es difícil, Massi, pero no puedes dejar que estas provocaciones te afecten de esta manera. La ira solo empeora las cosas y puede dañar tu carrera", le dijo con tono calmado pero firme.

Massimo, aunque todavía lleno de rabia, sabía que Charles tenía razón. Necesitaba aprender a controlar su temperamento y no permitir que las provocaciones lo dominaran. Asintió, consciente de que debía trabajar en su manejo de la ira si quería triunfar en la Fórmula 1.

Después de este episodio, Massimo se dirigió a la reunión con su equipo, donde el jefe expresó su descontento. "Pareces un niño pequeño con tu estado de ánimo", le espetó el jefe. Massimo se sintió aún más frustrado por la manera en que lo estaban tratando y decidió abandonar la reunión, no queriendo escuchar más críticas.

Mientras se alejaba, Charles lo siguió y lo apoyó, sabiendo que su amigo necesitaba tiempo para recuperarse emocionalmente. Estaban decididos a superar esta situación juntos y trabajar en mejorar la imagen de Massimo en el mundo de la Fórmula 1

Massimo decido llamar a un amigo que era periodista y hacer una entrevista contando lo sucedido hace unas horas en el paddock

La entrevista de Massimo fue un verdadero punto de inflexión en la situación. Sus palabras sinceras y directas no solo impactaron a sus seguidores, sino que también provocaron una reflexión en la sociedad sobre la forma en que las celebridades y los deportistas son juzgados públicamente.

A medida que la entrevista se difundía, surgieron discusiones en las redes sociales y en los medios de comunicación sobre la cultura de la crítica en línea y la importancia de recordar que detrás de las figuras públicas hay seres humanos con emociones y vulnerabilidades. Muchas personas comenzaron a cuestionar su propio papel en la difamación y el escrutinio público de aquellos que están en el centro de atención.

Massimo, con su declaración, también envió un mensaje claro sobre la necesidad de enfrentar las críticas de manera directa y valiente, en lugar de ocultarse detrás de las redes sociales. Su valentía al confrontar la adversidad le ganó aún más el respeto de quienes valoran la autenticidad y la honestidad.
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