A Distancia (Pablo Gavi ×Male Oc)

CAPITULO 15~ Una Noche de Sorpresas y Pasión~

Massimo y Gavi yacían en la cama, abrazados y sumidos en un profundo sueño. El suave resplandor de la luz matutina se filtraba tímidamente a través de las cortinas, iluminando la habitación de manera delicada. Era un rincón tranquilo y cálido, donde el tiempo parecía detenerse mientras los dos amantes descansaban plácidamente.

Gavi, con su cabello oscuro esparcido en la almohada, se despertó antes que Massimo. Sentía el suave ritmo de su respiración y el latir de su corazón bajo su cabeza. Con cuidado, Gavi se movió lentamente, girando su cuerpo para quedar de frente a su amado. Los rayos de sol jugaban en su rostro mientras se acercaba sigilosamente al pecho desnudo de Massimo.

Sus labios, suaves y cálidos como el sol de la mañana, se posaron con ternura en la piel de Massimo, justo sobre su pecho. Un suave suspiro escapó de los labios de Massimo, quien comenzaba a despertar lentamente.

"Buenos días, dormilón," susurró Gavi con una sonrisa mientras continuaba acariciando con sus labios la piel de Massimo. Sus ojos se encontraron con los de Massimo, que poco a poco se abrían para recibir el nuevo día.

Massimo sonrió adormilado y respondió, "Amor, es muy temprano para despertar."

Gavi rió suavemente y acarició la mejilla de Massimo con la yema de sus dedos. "Tengo una buena razón para despertarte tan temprano, cariño. En unos días me voy, y quiero aprovechar al máximo cada momento que tengamos juntos antes de partir."

La noticia de la partida de Gavi hizo que Massimo se sintiera un poco melancólico, pero también entendía la importancia de pasar tiempo de calidad juntos antes de que llegara ese momento. Estiró sus brazos y abrazó a Gavi con ternura, atrayéndola aún más hacia sí.

"Entonces, aprovechemos al máximo, mi amor," dijo Massimo mientras dejaba un rastro de besos por toda la cara de Gavi. "¿Qué tienes en mente para hoy?"

Gavi sonrió y se acomodó junto a Massimo. "Bueno, ¿qué te parece si empezamos por ahorrar agua y nos duchamos juntos? Será una excelente manera de comenzar el día."

Massimo asintió con entusiasmo y se levantó de la cama, sosteniendo la mano de Gavi mientras se dirigían al baño. La pareja compartía momentos íntimos y especiales, y sabían que estos días juntos antes de la partida de Gavi serían invaluables.

Mientras el agua caliente caía sobre ellos en la ducha, Massimo y Gavi se miraban con amor y complicidad. Sus cuerpos se acariciaban bajo la cálida cascada, y cada caricia, cada beso, era una forma de expresar el amor que sentían el uno por el otro. Había una intimidad profunda en ese momento compartido, una conexión que iba más allá de las palabras.

Después de salir de la ducha y con toallas blancas adornando sus cuerpos, Massimo y Gavi se dirigieron al vestidor de la lujosa suite en Mónaco. Mientras Massimo ojeaba la escasa cantidad de ropa que Gavi había traído consigo, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro.

"Amor, ¿te parece mal si le ponemos un fundesito a mi tarjeta sin límites en ropa nueva?" Massimo preguntó con una mirada juguetona.

Gavi rió y negó con la cabeza. "No, cariño, no hace falta. Además, ¿cómo voy a meter todo eso en mi maleta?"

Massimo se acercó a Gavi y le dio un beso apasionado antes de responder. "No te preocupes por eso, amor. Te vas en mi jet privado, así que no tienes que limitarte. Además, no quiero que te falte nada mientras estemos aquí."

Con una sonrisa agradecida, Gavi aceptó la oferta de Massimo y se dejó envolver en un hoodie naranja que, aunque un poco grande, lo hacía lucir aún más apuesto. Salieron de la habitación, listos para enfrentar el día.