—Oye, oye, espera. ¿No te parece que es demasiado pronto?
— ¿No quieres hacerlo conmigo?
—No dije eso... —El problema no era querer hacerlo o no, es solo que no lo comprendía. Más o menos sabía cómo era que dos hombres lo hacían, pero cuando pensaba en hacerlo, mi mente se congelaba. Además, estaba tan avergonzado que apenas si podía soportarlo. Todavía me sentía confundido por lo que acababa de ocurrir y ahora me pedía que tomáramos otro camino, cuando íbamos tan rápido que ni podía leer las señales.
—Seungmin... seré gentil.
Comencé a entrar en pánico.
—Ba— Bangchan...
—Lo lamento. Estoy siendo codicioso, ¿no? Pero cuando pienso en tocarte, no puedo contenerme.
Enterró su rostro en mi hombro. Esos suaves labios se movieron debajo de mi mandíbula y mi garganta se estremeció. Acariciaron la curvatura de mi cuello enviando ondas de placer a los músculos que se encontraban ahí.
— ¡Ah! Es— espera... en verdad, espera...
—Seungmin... —Bangchan jadeó.
Lucía tan desesperado que mi corazón titubeó y no pude acumular las energías para empujarlo. Quizás no notó mi incertidumbre, porque colocó los labios en la piel debajo de mi clavícula y comenzó a succionar con fuerzas dejando una marca.
—Ah...
—Los botones de tu camisa estuvieron abiertos todo el tiempo y es tan sexy, —murmuró.
Bangchan por lo general era demasiado considerado de las otras personas, pero ahora ni siquiera me había vuelto a ver. Era una persona completamente distinta, su rostro estaba enfocado en succionar mi piel. Era un tanto intimidante pero también excitante.
Luego esos labios se adhirieron fuertemente a mi pezón y succionaron. Sentí una mezcla de placer y dolor y mis caderas comenzaron a moverse por su voluntad. Bangchan continuó succionando, moviendo mi pezón con su lengua, pero aún no había dominado este arte por completo porque a veces se le escapaba de la boca. Gruñí impacientemente y usó sus dedos para pellizcar el otro.
— ¡Ah! Ah... ¿por qué...? ¿Por qué los tocas?
—Yo tampoco sé lo que hago... ¿pero acaso no se siente bien?
Asentí. —Sí, así es, pero... me cuesta respirar. —Susurré. Nunca había estado tan cerca de otra persona y nunca había sentido una lengua en mí. Estaba tan abrumado que se me salían las lágrimas.
— ¡Lo- lo siento! —Bangchan inmediatamente levantó la cabeza y me abrazó con ternura. Una enorme mano acarició mi espalda sudorosa y me dio palmadas cuando comencé a sollozar. Gradualmente me calmé y lo abracé también.
—Seungmin...
Ambos estábamos excitados y cubiertos de sudor, pero continuamos con el abrazo. El sonido de los fuegos artificiales aún resonaba en la distancia. Podía escuchar también los latidos de nuestros corazones en respuesta a los fuegos artificiales. Bangchan me besó las sienes, detrás de las orejas y mis mejillas. A la vez, terminaba de soltar los botones de mi camisa y deslizó una mano en el interior para acariciar mi estómago y costado. Arqueé la espalda y jadeé suavemente.
Las sensaciones se sentían tan similares a como estar a la orilla del mar y ser acariciado por las olas. Como cuando el océano, cálido por el sol, moja tus piernas, espalda y las puntas de tus orejas, y debajo de ti, la arena comienza a deslizarse y comienzas a hundirte. No es que se sienta "bien" o "mal" solo emocionante. Pero no puedes evitar desear estar ahí para siempre.
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Green Light [Chanmin]
FanfictionKim Seungmin odia a Christopher Bang. Siempre lo ha hecho. Bueno... quizás no siempre. En la escuela primaria eran inseparables. Pero un malentendido hizo que toda la clase odiara a Seungmin y Bangchan se hizo popular. Ahora, ya de diecisiete años...