Mientras llegaba el próximo domingo, Bangchan pasó sus días nervioso como un estudiante de primaria antes de salir en una excursión. Y tenía una buena razón para ello: el domingo que se encontraría con Seungmin era su cumpleaños. No lo había mencionado —pensó que sería demasiado vergonzoso hacerlo—, pero se preguntaba si Seungmin lo recordaba, aunque no había dicho nada cuando Bangchan lo invitó.
Bueno, seré feliz con solo pasar juntos el día.
Cuando recordaba los días cuando su amor era no- correspondido, estaba extremadamente agradecido por su buena fortuna. La separación con Seungmin había sido una agonía. Ser odiado por la persona que amas es doloroso, pero cuando esa persona era detestada por un grupo debido a él y no saber cómo resolverlo, eso había sido amargamente frustrante.
Razón por la cual a veces creía que era un milagro el hecho de que su amor fuera correspondido. Incluso ahora, la emoción se acumulaba en su interior y lo hacía sonreír.
Además de eso, cuando comenzó a salir con Seungmin el chico se había vuelto cada vez más y más lindo. Su rostro enfurruñado y sonriente era irresistible. Antes apenas si lo podía ver y ahora todas esas expresiones eran especiales. Por supuesto, cuando le explicó apasionadamente esto a Seungmin, su novio le mostró una mirada anonadada y se arrepintió de decirle algo.
Debí haberlo abrumado con eso.
Bangchan sabía que sus sentimientos eran profundos e intensos. Quizás esa era la razón por la que Seungmin no había querido besarlo desde entonces. Con esos angustiados pensamientos, el tiempo continuó avanzando y el domingo finalmente llegó. Cuando la hora en la que Seungmin debía llegar se acercó, Bangchan caminó por la sala al lado de la puerta principal, mirando su reloj una y otra vez. Sabía que Seungmin era una persona puntual por naturaleza y no podía contener su impaciencia.
Soy como un perro al que le han dicho que tiene que esperar para cenar.
No, el día de hoy tengo que comportarme tranquilo y ser un verdadero Príncipe Azul se dijo con firmeza mientras empuñaba las manos y...
— ¡Gah!
Como si alguien se burlara de lo estúpido que se miraba, su móvil que estaba en la mesa, comenzó a vibrar. Bangchan inmediatamente lo levantó y revisó quien lo llamaba. Era de Seungmin. Aparentemente estaba apurado porque en cuanto contestó dijo: — ¿Eres tú Bangchan?
— ¿Seungmin? ¿Pasa algo malo?
—Lo lamento, sé que prometí verte esta tarde, pero ¿estaría bien si cambiamos los planes para esta noche?
— ¿Eh? —Por un momento Bangchan no pareció comprender—. ¿Por qué? —Preguntó estúpidamente.
—Bueno, este. Hyunjin dice que necesita urgentemente hablar con alguien.
— ¿Tiene que ser hoy? ¡Tenemos planes hechos! ¿Acaso no puede hablar con nadie más?
—De verdad lo siento, pero parecía bastante alterado. —Seungmin dijo disculpándose.
Es cierto, quizás un amigo en problemas era una de esas cosas que tomaban precedencia y normalmente Bangchan lo hubiera comprendido y lo hubiera dejado pasar, aunque reaciamente. Pero hoy era su cumpleaños, no solo se le había olvidado a Seungmin este día especial sino que ahora lo pasaría con alguien más.
—Bien. —Respondió cortantemente. Su voz expresó tanta frialdad que incluso él mismo se sorprendió. —Si Hyunjin es tu prioridad ¿por qué mejor no te olvidas de mí y te pasas todo el día con él? De todas formas es mucho más importante que yo, ¿cierto?
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Green Light [Chanmin]
FanfictionKim Seungmin odia a Christopher Bang. Siempre lo ha hecho. Bueno... quizás no siempre. En la escuela primaria eran inseparables. Pero un malentendido hizo que toda la clase odiara a Seungmin y Bangchan se hizo popular. Ahora, ya de diecisiete años...