Capítulo 21: La Tercera Joya de Aquisgrán

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- Entonces señor Evil ¿dónde está la tercera reliquia? - preguntó el castaño con un tono juguetón en la voz, mientras Sotto Voccé miraba curioso la escena frente a él.

Ante el silencio de Kyuhyun, Donghae se acercó de forma seductora hacia el pelinegro que ahora lo veía con ojos suplicantes.

- Bueno.. aquí voooy.. - dijo una vez más de forma juguetona y sonriendo de forma inocente.

- No.. espera.. - fueron las palabras de Kyuhyun pero quedaron en el aire al sentir una fuerte sacudida proviniendo del cuerpo del pelinegro acompañado de un grito.

Hyukjae acababa de recibir una descarga directamente en sus pectorales, haciéndolo gritar y luego jadear por aquel acto.

Sotto Voccé empezó a reír y a disfrutar del espectáculo, el torturar a sus enemigos siempre fue uno de sus pasatiempos favoritos.

Donghae por su lado, volteó hacia la máquina que se ubicaba a su lado subiendo el nivel del voltaje de 80 a 130.

- Bueno.. Supongo que ahora podremos saber qué clase de amigos son señor Evil.. porque iremos a mi lugar favorito - agregó Donghae traviesamente.

- No.. ¿qué demonios...? - y nuevamente las palabras del menor quedaron en el aire cuando el cuerpo de Hyukjae empezó a convulsionar fuertemente.

Donghae había colocado ambos mandos a cada lado de la entrepierna del pelinegro, provocando que todo su cuerpo sintiera la descarga eléctrica fuertemente. Cuando finalmente alejó ambos mandos del cuerpo del pelinegro, el castaño empezó a reírse divertido por el sufrimiento del agente, mientras este jadeaba con el cuerpo inclinado hacia adelante.

- Basta de juegos querido. Si quieres que estos bastardos hablen.. yo te enseñaré lo que debes hacer.. - dicho esto, Sotto Voccé se quitó la camisa negra que llevaba puesta, dejando la mitad de su cuerpo desnudo, acercándose peligrosamente a los dos individuos que seguían atados a aquella columna de madera.

- ¿Acaso nos quiere presumir su cuerpo musculoso o qué? - dijo Kyuhyun haciendo muecas de fuchi en su rostro.

- ¿Por qué está sin camisa? - trato de seguirle la broma Hyukjae, aunque aún sentía los estragos de su ataque.

- Ni idea.. está medio raro esto.. - contestó Kyuhyun rápidamente.

- Vaya.. veo que aún en medio de una tortura no pierden el sentido del humor - dijo Donghae riendo.

- A veces la antigua escuela es la mejor - dijo Sotto Voccé llegando a un lado de Donghae - Disculpa cariño - le dijo gentilmente al castaño, quién se colocó a un lado para no interrumpir a Sotto Voccé.

- Entonces.. querido.. agente especial.. Lee - dijo esto último acariciando las letras con su lengua - .. quiero ver que tan rudo eres - y fue lo último que dijo para tomar por el cuello a Hyukjae, tratando de cortarle la respiración y buscando que se ahogara.

- ¡MIRA! ¡MIRA A TU AMIGO EVIL! ¿DÓNDE ESTÁ LA BIBLIA IMPERIAL? ¡DILO YA! - gritó Sotto Voccé con voz amenazante y fría.

Hyukjae luchaba con todas sus fuerzas tomar aire en sus pulmones, pero simplemente el agarre en su cuello le estaba cortando todas las vías de acceso para poner oxigenar sus pulmones. Su cara se estaba volviendo más roja a cada segundo.

- Ky.. Kyu.. po.. por.. faa.. aahh.. vor.. - a duras penas pudo pronunciar palabra.

Kyuhyun al escuchar la voz de Hyukjae casi extinguiéndose, entró en una pelea interna y a pensar en un plan a la velocidad de la luz.

- ¡Ok!¡Ok! ¡Basta! ¡Basta! ¡Se los diré! ¡Suéltalo! - gritó Kyuhyun casi desesperado.

Fue entonces que en el rostro de Sotto Voccé una sonrisa de triunfo se pinto y soltó al pelinegro, quien a su vez empezó a jadear por aire con desesperación.

- ¡Está en Aquisgrán! - gritó Kyuhyun.

- ¿En qué parte de Aquisgrán? ¿Dónde? - demandó Donghae con un tono de voz mordaz y que emanaba peligro.

- Hay una cámara secreta en la histórica catedral de Aquisgrán, al oeste del país - Donghae y Sotto Voccé se miraron al unísono con expresiones reflejando duda sobre la confesión del menor.

- Un equipo de arqueólogos alemanes lo descubrieron hace un año, pero no tuvieron éxito para abrir aquella cámara, eso quiere decir que aún no ha sido abierta - Kyuhyun ahora miraba fijamente al castaño.

- ¿Cómo sabes que la Biblia Imperial está allí? - preguntó Donghae mostrando seriedad en su rostro, las sonrisas y juegos se habían ido de su lado.

- Por que mi madre fue parte de ese equipo de arqueólogos. Dentro de esa cámara se encuentra la tumba del emperador Carlomagno, rey de los francos considerado padre de Europa. según algunas fuentes, Carlomagno fue enterrado con su espada favorita, la primera reliquia que robaste.. la afamada Espada de CarloMagno.. y eso nos lleva a que esas fuentes no decían la verdad, la Biblia Imperial fue enterrada junto al cuerpo de CarloMagno cuando desaparecieron las otras 2 joyas de Aquisgrán. Los escaneos reflejaron que la Biblia Imperial se encuentra ahí.. La tercera Joya de Aquisgrán, la Biblia Imperial, jamás salió de Francia -

Donghae miraba a Kyuhyun con los ojos muy abiertos pero siendo tan hábil y analista por naturaleza, sabía de sobra que aún faltaba algo en aquel relato. Pero eso no importaba, la tercera y última Joya de Aquisgrán debería ser suyo.. así que..

- Sí, es cierto lo que dice.. yo también había escuchado de aquella cámara.. - dió unos pasos acercándose al menor y al quedar su rostro a pocos centímetros del rostro de Kyuhyun lo miro inquisitivamente.

- Tan difícil fue decir toda aquella información ¡Imbécil! - gritó el castaño con los dientes apretados y se alejó el menor antes de cometer alguna estupidez.

Luego de unos segundos, Donghae cambió nuevamente su actitud, aquel chico era tan voluble.

- ¿Y si celebramos? - dijo Donghae con una sonrisa bonita en su rostro, destapando el champagne que había traído entre sus manos y procediendo a servir dos copas.

Una vez servidas ambas copas, una se la entregó a Sotto Voccé y la otra la mantuvo entre sus manos.

- Por el fin de nuestro negocio - comentó coqueto, con una sonrisa gatuna en su rostro, mostrando ese lado suyo tan apetitoso para cualquier buen amante.

- Y por el inicio de nuestro placer - fue el turno de Sotto Voccé el mostrar abiertamente su interés por tener al castaño no sólo como su cómplice y mano derecha.. sino como su amante.

Chocaron ambas copas con delicadeza y procedieron a beber el contenido de cada copa. Sotto Voccé bebió de aquella bebida refrescante y burbujeante disfrutando de su sabor.

Mientras el castaño también procedió a darle un sorbo a su bebida que sabía deliciosa.

Pero entonces.. algo pasó.. Sotto Voccé se quedó petrificado sobre su eje.. miro la copa entre sus dedos y miró al castaño frente a él, quién ahora se mordía el labio inferior disfrutando de lo que veía.

Y fue cuestión de segundos para que Sotto Voccé terminará perdiendo la conciencia.


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