Capítulo 12: Movimiento de Ajedrez

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Londres

- Ya sé que suena a una infancia dura, pero mi padre me hizo quién soy yo hoy. Tal vez.. ese es mi problema.. estoy enfocado en ganar todo el tiempo, en ser el mejor en lo que hago, que jamás me puedo relajar y sólo.. ser yo mismo.. ¿es eso normal? -  preguntó el castaño con ansiedad.

El hombre sentado frente a él, trato de hablar pero la cinta adhesiva que tenía pegada en la boca pues no le permitía emitir palabra alguna y menos podía hacer si todo el cuerpo lo tenía amarrado con una cuerda gruesa a la silla en la que se encontraba sentado.

A lo que el castaño bufó medianamente haciendo un puchero en el proceso y levantándose del cómodo sillón en el que estaba sentado, para acercarse al hombre atado y quitarle la cinta adhesiva de su boca.

- ¡¿Qué?! - preguntó sintiéndose a punto de hacer un berrinche ahí mismo.

- No soy un terapeuta.. soy un analista de datos.. - dijo el hombre con el miedo recorriéndole el cuerpo.

- Ay perdona.. - soltó un suspiro desde lo más profundo de su ser y continuó - .. es que estoy lidiando con muchas cosas y tú parecías una persona con quién podía hablar - dijo el castaño siendo sincero con el hombre frente a él, que a cada momento se sentía más diminuto y con la vida colgándole de un hilo.

- Y es tan raro encontrar en mi círculo de trabajo una persona que quiera escuchar - añadió el castaño tranquilamente y mirando con inocencia al hombre amarrado a la silla, quién ahora lo miraba con los ojos abiertos, ya para este momento no sabía si mearse en los pantalones o si empezar a ejercer una nueva profesión de psicólogo, si con ello salvaba su vida, para atender al castaño medio loquito frente a él.

- G-Gracias - dijo dubitativo.

- En fin.. - dijo el castaño recobrando su postura inicial - .. discuuúlpame por atarte y amordazarte peeero sólo usaré tu terminal para asegurarme  de que el origen de mi mensaje sea irrastreable.. y la mejor forma de hacerlo es del sistema, ¿te digo algo? deberían mejorar su seguridad, es muy vulnerable.. ¡que vergonzoso!. Sabías que el 99% de los protocolos de rastreo se centra en terceros y sus movimientos.. - dijo el castaño regresando su mirada hacia el hombre atado con una dulce sonrisa que quitaba el aliento a cualquiera. Nadie podría negar que aquel chico, era realmente seductor.

Pero para este momento, por más que el castaño frente a él fuera realmente hermoso y demasiado apetecible, su instinto de supervivencia lo llevó a estirar disimuladamente la pierna y su pie derecho para pisar sobre el botón de emergencia escondido debajo del alfombrado del piso debajo del escritorio, era la única manera de poner en sobre aviso a la seguridad de la empresa que había un peligro acechando el sistema del mismo.

- Nadie.. jamás.. espera que el mensaje venga desde su propia casa, osea.. computadora u oficina.. - dijo el castaño de forma algo distraída pues toda su atención estaba en enviar su mensaje hacia la agente que había logrado engañar, para que colocara tras las rejas tanto a su contrincante como a su cazador - .. ¡Wow! ¡Eso es! ¡Lo logré! ¡Soy lo máximo! - dijo emocionado el castaño con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro - .. Sólo necesito frenar a mi competencia, si puedo llamarlo así.. y ahora sí, ¡Ya está! -

Y en efecto, la agente Das que se hallaba en su pupitre trabajando sobre unos informes en su computadora, de pronto en sus 2 pantallas se mostró un mensaje el cuál  decía:

 "Hola Inspectora Das"

"¿Estás buscando a dos prófugos de la justicia?"

y con ello se mostraron 2 fotos la de Cho Kyuhyun y Lee Hyukjae, ambas fotos acompañadas de la palabra "FUGITIVO". Mensaje que dejó descolocada a la agente pero algo más capturó su atención, un nuevo mensaje:

"Mañana 8pm, de etiqueta. No llegue tarde" y con ello, las coordenadas, dirección y ubicación en el mapa de un lugar.

Definitivamente era una trampa, pero la agente Das aún así decidió ir a la trampa, no tenía nada que perder.

Mientras tanto, en la oficina, una vez que Donghae terminó con aquel envío de mensaje hacia la agente Das, volvió a dejar todo en orden en aquella computadora como si nada hubiera pasado.

- Temo que se nos acabó el tiempo por hoy, voy a tener que dar por finalizada nuestra sesión. Que tengas un lindo día - dicho esto camino hacia el perchero al lado de la puerta, tomó su abrigo entre sus brazos y en ese momento la puerta se abrió abruptamente, era un oficial de seguridad.

- ¡ALTO! - gritó el oficial pero Donghae a pesar de estar sorprendido momentáneamente por su presencia, actuó rápidamente.

Le propinó tremenda patada con la pierna derecha sobre la parte baja de las piernas del oficial, provocando que este cayera directamente sobre el filo de la mesa del recibidor que se hallaba en la oficina, por lo que el oficial se llevó un tremendo golpe, quedando inconsciente sobre el alfombrado del lugar.

Donghae miró con sorpresa al hombre que tenía amarrado y se apresuró en revisar el exterior de la oficina para ver si no venían más oficiales, pero al no ver a nadie, lo calmó de cierta forma sólo por un momento, pues aquella era su señal para salir de inmediato de ahí.

- ¿Ves? Por eso no podemos tener cosas lindas. Por que en el momento en que logró confiar en alguien, activan con el pie la alarma oculta y me veo forzado a hacer éstas cosas - se coloca su abrigo rápidamente y se acerca hacia el hombre que tenía atado a la silla.

- No me enoje, pero si estoy muy decepcionado. Enserio creí que eras diferente.. muy bien.. no volveré a caer. Ahora.. - soltó un suspiro de frustración y continuó - .. voy a irme y cuando él despierte, quiero que le digas que activaste la alarma por error, y que en la confusión se tropezó.. -

- Sí - respondió el hombre con un hilo de voz.

- Y si decides no hacerlo.. - para este momento Donghae tenía su rostro a milímetros del rostro del analista y su mirada penetrante sobre la suya - .. quiero que tengas presente un asunto crítico e importante.. conozco a todos tus compañeros y a cada miembro de tu familia.. e incluso tengo tu historial de búsquedas en internet.. - ésto último hizo que el hombre atado a la silla abriera los ojos en demacía.

- Si sabes lo que te conviene, harás lo que te indiqué ¿entendido? - el hombre asintió con horror en su rostro lo que complació a Donghae, le sonrió alejándose de él y finalmente llendose de aquel lugar.

Su siguiente movimiento en el ajedrez estaba dado..


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