Capítulo 26: Persecución (I)

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- ¡Hola hola! - dijo el recién llegado de forma animada.

No podía ser cierto.. ese cabello castaño, esa sonrisa lujuriosa e inocente al mismo tiempo.. era él.. era Pinocchio.

- Oye y con respecto a ese auto, permíteme evitarte la molestia.. yo tengo clientes muy interesados que me pagarían con su propia vida de ser necesario - añadió el castaño con seguridad genuina.

- ¿Te digo algo? Es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas - inquirió Kyuhyun.

- ¿Alemania? ¿Creíste que me iría volando a Aquisgrán confiando en tu palabra? - fue entonces que el castaño sacó su arma desde la parte trasera de su cintura y apuntó en dirección del pelinegro y el pelimarrón.

- Sólo tuve que esperar a que escaparan de Sotto Voccé, y dejar que me guiaran directamente a la tercera reliquia, el cual pienso robarles ahora. Así que.. ahora.. entrégamelo.. - demandó el castaño - .. anda no seas tímido.. - añadió finalmente con una sonrisa gatuna muy propia de él.

Kyuhyun miró con recelo a su oponente, en ese momento hubiera deseado tener un arma también para poder enfrentar al castaño pero no.. no tenía ningún arma. Así que con recelo y muy en contra de su voluntad se fue acercando a Pinocchio, Hyukjae al darse cuenta de las acciones de Kyuhyun, optó por caminar detrás suyo.

- ¡Muy bien! ¡Perfecto! ¡Eso es! ¡Que buen niño! - decía satisfecho el castaño, al saborear la victoria de por fin lograr tener entre sus manos la tercera reliquia que tanto había estado buscando.

Pero apenas Kyuhyun puso la Biblia Imperial a milímetros de la mano izquierda, extendida del castaño, una voz inesperada se hizo presente, tomándolos a todos por sorpresa.

- ¡¡SUELTA EL ARMA!! - fue la voz de la agente Das que increíblemente llegó al lugar acompañada de un equipo especial del FBI.

Donghae en ese momento no dudo ni un segundo en abrir fuego en contra de aquella agente, la cuál no dudo en responder ante su ataque.

En cuestión de segundos, Hyukjae y Kyuhyun se pusieron a resguardo detrás de unas cajas. Al igual que Donghae, quien se colocó rápidamente detrás de unas cajas para evitar las balas que se disparaban desde las armas e incluso ametralladoras que aquel maldito equipo estaban portando en ese momento.

- ¿Cómo pudo encontrarnos? - gritó Kyuhyun en dirección a Pinocchio.

- Estoy seguro que en el momento en que yo los seguí, ella me siguió. ¡Maldita perra! - refunfuño el castaño, saliendo de su protección por un instante para disparar logrando impactar en uno de los hombres de la agente Das.

- ¡No me jodas! ¿Cómo que te siguió? - Kyuhyun no podía creer lo que estaba ocurriendo en este momento. Él estaba seguro que nadie conocía el paradero del búnker, sólo él y eso gracias a las investigaciones de su padre. De Pinocchio podía creer que los siguió, después de todo aquel tipo no le había quitado su título del mejor ladrón de arte del mundo, por nada. Pero ¿la agente Das? Esto definitivamente tenía que ser una maldita broma de mal gusto.

Hyukjae por su lado busco entre las cajas algo que pudiera ayudar y para su buena suerte encontró una metralleta de menor calibre, pero algo era algo, tenía balas y se veía nueva. Así que no dudo en tomarla y empezar a disparar en contra de la agente Das y sus hombres. Kyuhyun al escuchar el sonido de la metralleta a su lado, volteó a ver boquiabierto al pelinegro.

- ¿Por qué les disparas? ¿No que estabas de su lado? - preguntó el menor.

- Estoy de su lado, pero ella disparó primero - y dicha su respuesta nuevamente el pelinegro empezó a disparar la metralleta entre sus manos.

- ¿Cómo demonios vamos a salir de aquí? - gritó Kyuhyun en dirección a Pinocchio, quién al escucharlo detuvo sus disparos y se volvió a cubrir, colocándose detrás de las cajas.

Donghae recorrió rápidamente el lugar con su mirada, tenía que haber un escape. Y fue entonces que vió aquel auto parecido al otro auto que contenía lingotes de oro puro, con la diferencia que este vehículo que veía aparentemente estaba vacío.

- ¡Allá hay un auto! ¡Lee cubrenos! - demandó Donghae, corriendo agachado hacia el vehículo que había señalado, siendo seguido por Kyuhyun quién llevaba consigo la Biblia Imperial.

Cuando llegaron al auto, revisaron rápidamente que en efecto no tenía carga alguna y fue entonces que fue cuestión de segundos para los 3 hombres se montaran sobre ésta y Donghae pusiera en marcha el vehículo que para suerte suya, encendió en el instante. Una nueva lluvia de balas empezó pues los agentes al ver que ya no disparaban se habían movido rápidamente al punto en dónde se hallaban, pero grande fue su sorpresa al ver que Hyukjae, Kyuhyun y Donghae escapaban en aquel auto, por medio de un túnel de escape.

- ¡Andando! ¡Que no escapen! ¡YA! ¡YA! - gritó a todo pulmón la agente Das, dando la orden a sus hombres.

Mientras tanto Donghae le pasó rápidamente un artefacto a Kyuhyun, que no era otra que una bomba de guerrilla. 

- ¿Qué hago con esto? - preguntó Kyuhyun.

- Cuando te diga que lo lances, lo lanzas ¿me entendiste? - demandó el castaño con firmeza.

- Pero ¿qué demonios es? - volvió a preguntar el menor, pero ésta vez no esperó respuesta pues al mirar al frente, se dió cuenta que el túnel había sido sellado con maderos y algunas rocas.

- ¡LANZALO, AHORA! - gritó a todo pulmón el castaño.

Kyuhyun hizo caso de inmediato y lanzó aquella bomba con todas sus fuerzas hacia aquel sellado. Los 3 se cubrieron automáticamente pues la explosión en efecto logró el cometido de quitar ese sellado para que pudieran escapar sin mayor problemas.

Pero para sorpresa de Hyukjae, Kyuhyun y Donghae, nuevamente las balas empezaron a llover en su dirección. Hyukjae volteó hacia atrás a ver y grande fue su sorpresa al ver que la agente Das y sus hombres venían en 3 autos de milicia detrás de ellos a toda velocidad, los habían alcanzado.

Hyukjae no dudo en responder el ataque y volvió a tomar la metralleta entre sus manos para abrir fuego.

La persecución duro un par de minutos con disparos incluídos hasta que Hyukjae dejó de disparar.

- ¡Se me acabaron las balas! ¡No tengo más! - anunció el pelinegro.

Y fue cuestión de un par de minutos para que entre los 3 carros de milicia acorralarán el auto en el que iban los 3 prófugos.

- ¡Los tenemos! - grito la agente Das, dándole una mirada dura a Donghae.

"Eso es lo que tú crees agente" pensó Donghae.



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