Gemini entró al apartamento y miró a Nam un momento mientras su novia salía de la habitación perfectamente arreglada, con un top de tirantes rojos y una falda corta de grandes pliegues. Lo miró y se cruzo de brazos.
— Voy a salir un rato ¿vienes conmigo?
¿Era el momento de dejarlo? Gemini suspiró y sacudió la cabeza.
— Estoy cansado... pero diviértete.
Había querido decirle que hablarían luego, pero sabía que Nam no volvería en condiciones de hablar con nadie, se limitó a mantenerse en silencio, sintiéndose culpable de prolongar aún más el momento del final. ¿Lo hacía realmentepor necesidad? ¿Por miedo a cambiar de vida? ¿Por miedo a enfrentarse a lo que vendría después?
— ¿Ha ocurrido algo?
¿Ya había hablado con su padre?
— No.
— Entiendo.
Nada pasó de largo y recogió ñas llaves de la mesa y las guardó en el bolsillo mientras se dirigía a la puerta.
Gemini la miró mientras se alejaba.
—Nam.
La mujer se detuvo.
— ¿Hm?
Gemini vaciló.
— Hablamos luego mejor.
— Si es importante puedo dejarlo, aunque fue una invitación...
— No. Da igual. Vete. Hablaremos luego.
Nam asintió.
Gemini observó la puerta de entrada mié tras se cerraba y se quito la corbata antes de desprenderse de la chaqueta y se sentó sobre el sofá.
Había perdido su trabajo, iba a dejar a su novia y posiblemente al día siguiente tendría que dormir en un hotel mientras buscaba piso. Esperaba tener los suficientes ahorros para organizarlo todo mientras encontraba trabajo... Estaba dispuesto a tener los pies en la tierra y buscar un trabajo mientras volvía a retomar la pintura. Hace años que no tocaba un lienzo y seguramente había perdido la experiencia. Comenzaba a preocuparse sobre lo que iba a depararle el futuro.
Saco su teléfono móvil del bolsillo y busco el número de Fourth y espero a oír la señal de llamada a la espera de que alguien contestara.
Necesitaba verlo, necesitaba oír su voz.
El sonido de llamada se cortó y Gemini volvió a intentarlo, frotándose los ojos con fuerza, desesperado.
Tampoco hubo suerte.
Tiró despreocupado el móvil a un lado y recostó la cabeza hacia atrás, sobre el extremo del respaldo, absorto en el techo del apartamento.
— Dos años, ¿eh?
Le asustaba tanto como le entusiasmaba la idea de dejarlo todo y comenzar de cero.
— Tal vez sí debí aceptar ese dinero.
Iba a necesitarlo a partir de ahora.
El teléfono comenzó a sonar y Gemini casi se abalanzó sobre él como un poseso, respondiendo automáticamente, sin acordarse ya de mirar el remitente de la llamada, deseando que fuera Fourth.
— ¿Sí?
Casi chilló, pero Gemini se preocupó más de que el teléfono no se escurriera de la mano.
— ¿Señor Norawit?
Gemini no pudo evitar sentirse decepcionado.
— Sí, soy yo.
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Solo Tú [GeminiFourth]
Romans♡ Gemini tiene todo aquello que cualquier persona puede desear; una novia muy hermosa y rica, un trabajo en una importante compañía de arquitectura, un apartamento muy lujoso en uno de las mejores zonas... pero aun así se siente solo, miserable a su...