¿Amor o empatía? - |AnyaxDamian| - |SpyxFamily|

Capítulo 12

Capítulo 12

"Una noche, algo particular"

_ Anya Forger _

Era el segundo día que estábamos en el campamento y luego de desayunar nos habían dicho que íbamos a hacer el almuerzo. Nuestra consigna era recoger verduras de la huerta y agarrar algunos huevos de las gallinitas.

- Primero iremos a la huerta, allí habrá tomates, lechugas y zanahorias luego a las gallinas, también habrán pollitos dónde podrán jugar un rato con ellos. -dijo la señorita guiándonos ya que todavía no conocíamos bien el lugar.

Luego de la huerta fui corriendo a ver a los pollitos amarillos, eran muy pequeños y bonitos. Becky y yo jugamos un rato con ellos y luego Ian se nos acercó.

- Veo que te gustan mucho los animales -dijo sentándose a mí lado.
- Si y mucho, además tengo un perrito.
- Cierto, se llama Bond ¿No?
- Si -dije acariciando un pollito que estaba comiendo.
- ¿Sabías que tu eres incluso más linda y tierna que los pollitos?
- ¿Mmh? -dije volviéndome a el haciendo que no había entendido lo que había dicho, ya que no sabía qué responder.
- Los pollitos son lindos y tiernos ¿no? -dijo Ian con una sonrisa y un poco apresurado «Creo que lo dije muy apresurado, ve de a poco Ian» fue lo que le escuché al leer su mente.
- Si, son muy lindos -dije un poco confundida con sus pensamientos, creo que tiene que ver con las novelas de Becky.
- ¡Ya tenemos que volver para empezar a hacer la ensalada! -dijo Becky gritándome de lejos, haciendo que vaya corriendo e Ian yendo atrás mío.

Luego de hacer la ensalada comimos pollito, pero luego me puse mal al pensar en los pollitos ¡Estaba muy rico! Espero que el señor pollo esté bien en el cielo.

Al terminar de comer nos propusieron jugar con agua, armamos dos equipos con pistolas de agua. Mí grupo era de color verde y estaba compuesto por: Ian, Becky, Emile y otros doce compañeros. El grupo de Segundo era de celeste y eran catorce compañeros y Ewen.
No digo los nombres de todos lo integrantes porqué:

Son muchos
No me acuerdo sus nombres

En la primera partida ganamos nosotros. Estaba muy feliz por ello, pero la siguiente era la guerra, nos iban a dar un premio misterioso si ganábamos y bueno ¿Quien no quiere un premio?. En un momento de la partida, Ewen se sacrificó para proteger a Segundo, me hizo recordar al quemado que tuvimos cuando tenía seis años, o bueno, cuatro años. Pero algo no me lo esperaba y se me hizo muy gracioso, era cuando iban a tratar de eliminar a Segundo por tercera vez:

- ¡No Damián! -dijo Emile gritando mientras corría hacia Segundo para protegerlo y que el chorro del agua le cayera a él.
- ¿¡Qué haces!? Eres de nuestro equipo -dijo Becky regañando a Emilie y a la vez tratando de dispararle a Segundo- ¿¡A caso eres tonto!? ¡Sólo queda él para ganar!
- ¡No dejaré que maten a Damián!
- Emile es un juego, no lo exageres, no me voy a morir -dijo Segundo en un murmuró pero que se escuchaba claro.
- Te tengo -dijo Ian de repente lanzando un chorro de agua hacia Segundo que finalmente les hizo perder.
- ¡No Damián! Perdoname por no haberlo protegido -dijo Emilie casi llorando, era muy dramático.
- Ya Emilie, me mataron en un juego, no en la vida real, no seas dramático -dijo Segundo sacudiendo a Emilie de adelante y atrás para que acabe con el drama- «Aunque también quería ganar».

Luego de habernos cambiado por lo empapados que estábamos nos dieron nuestro premio: una pegatina de estrella, una bolsita con cuatro galletas con chispas de chocolate para cada uno y un jugo de manzana, que decidí guardarme para más tarde.

Ya era de noche y ya habíamos cenado. Era momento de iniciar mi plan de agradecimiento, aunque no fuera mucho. Cuando noté que Segundo se había ido a su carpa me dirigí a la mía para buscar las galletas y luego ir a la suya. Al llegar toque la "puerta" de tela.

_ Perspectiva de Damián Desmond _

Cuando había escuchado que habían tocado la "puerta" pensé que era Emile o Ewen y que querían hacer una broma, así que no les hice caso, pero a la segunda decidí responder.

- ¿Quién es?
- Soy yo -dijo una voz que me sonaba conocida, y que era clara y alegre, era bonita.
- ¿Quién es "yo"?
- Anya ¿Puedo pasar?
- Claro -dije abriendo la carpa y a la vez arrepintiéndome de lo que había pensado de su voz-
- ¡Hola!
- ¿Qué quieres Enana? -dije corriéndome para que se pudiera sentar en algún lugar.
- Y yo siendo buena al traerte esto -dijo con un poco de capricho y molestia mientras me mostraba lo que llevaba escondido detrás de su espalda- ¡Ta da! Toma, te lo regalo -dijo dándome la bolsita, sin duda no espere que me diera eso.
- ¿Quién dijo que quería el premio? -se escucha mal, pero trate de hacerlo sentir más sutil para que no se ponga a llorar.
- Mmm... Se notaba que lo querías, además Segundo siempre quiere ganar y es mí forma de agradecimiento en haberme aguantado tanto tiempo en las clases de apoyo que me diste, aunque es pequeño para ti, ya que lo tienes todo, te lo quería dar -dijo con una sonrisa todo el tiempo y emitiendo algo puro en sus palabras, como aquella vez que había llorado al pedirme disculpas.

No sabía qué decir, era cierto todo lo que había dicho desde el principio a fín, aunque en lo de haberla aguantado no era tan así, me entretuve mucho ayudándola y me distraía un poco de las tareas, además me divertía, vamos que estoy pensando.

- Muchas gracias -dije mirando hacia un costado y agarrando la bolsita con galletas de chispas de chocolate- Pero... ¿No te vas a quedar sin galletas?
- Si, pero no hay problema.

Sabía que le gustaba mucho chocolate, no sabía si tanto cómo el maní pero sabía que le gustaba.

- Te voy a dar una -dije abriendo las pequeñas galletas.
- No, está bien, son para ti.
- Acepta, o sino no aceptaré el regalo.

Lo dudo un poco pero finalmente aceptó.

- Gracias -dijo agarrando la galleta para luego darle un mordisco- ¡Está muy rica! Tienes que probarlas, come una -dijo feliz e insistente.
- Está bien -dije agarrando una de ellas y comerla, si eran ricas- Saben bien.
- ¿Solo eso? Son muy ricas -luego de eso terminó su galleta.
- ¿Quieres otra?
- No, o sino me las acabaré y no es lo correcto.
- Bueno, si no quieres -le dije mientras pasaba las galletas enfrente de ella para que le dieran ganas de comer, sabía que quería otra.
- Mmm.. Está bien ¡Dame una última!
- Tienes suerte de que hoy estoy muy caritativo -dije dándole una galleta.
- Si, es cierto ¡Muchas gracias Segundo! -dijo con una sonrisa antes de comerla.

Nos estábamos empezando a llevar bien ¿Eso era bueno? Esa noche solo traté por primera vez no tratarla tan mal, ya que había sido muy buena para no comerse ninguna galleta en el camino sabiendo que le gustaba el chocolate, aunque luego se hubiera comido dos.