Dónde todo comienza

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Ayden solía amar a su familia. Era una familia solamente de dos, su madre y el, era una familia pequeña, pero una familia a fin de cuentas.

Una cosa que solía decir la madre de Ayden era:

- Una familia se puede hacer más grande cuando los amigos forman parte de ella.

Para Ayden estás palabras significaron mucho, pues sus dos mejores amigos del pueblo en el que vivía se avían vuelto su familia. Claris y Hunter eran sus nombres. Ayden amaba esa familia más que nada en la vida.

Reían y jugaban juntos todo el tiempo, todos los días desde que se conocieron. Ayden no podría pedir algo mejor.

Ayden desearía que que las cosas siguieran así para siempre. Lastima que no fue así.

Un día un grupo de bandidos atacó al pueblo faltó de protección.

Se llevaron la comida, el dinero y a los niños. Quemaron lo que no necesitaban. Y como tal solo los niños sobrevivieron.

Ayden tubo miedo. Por el mismo, pero sobre todo por sus dos amigos que se habían convertido en familia. No sabía que les harían, ni cuando. Pero sus miedos se desvanecieron cuando apareció ella.

Como un rallo de esperanza caído desde la misma luna fue que los salvó. Y como tal su nombre era ese: Luna Fellwood.

Ayden solo la vio una ves, pero estaría agradecido con ella toda la vida, no por salvarlo a el, sino a los otros niños y a sus amigos.

Ayden abría deseado poder salvar a su madre y a los otros adultos, pero el tiempo no podía dar marcha atrás.

Antes de irse la niña le pidió que no dijera que fue ella quien los salvó, Ayden no lo entendió en ese momento, pero ahora sabe que es probable que ningún adulto le creyera que una niña encapuchada había derrotado a una organización criminal.

La niña también le dijo otra cosa.

- Es...es mejor que so...solo le muestres tu poder ah las pe...personas en las que confíes.- eso fue lo que le pidió.- Ah amigos que s...se convier...tan en familia.

Esas últimas palabras, hicieron ah Ayden decidirse por escuchar y seguir su indicación.

Después de eso la niña se fue, y Ayden creyó que nunca más la volvería a ver. Pero nada se puede dar por echó. Pues los planes pueden cambiar de un día para otro.

Sobretodo en cinco años.

•••••

Gran academia del Reino de Astraea.

La actualidad.

Durante la primavera en el patio de una de las pocas academias en las que estudiaban miembros de las tres facciones, caminaban innumerables jóvenes que se dirigían a su primer día de clases.

Adlige, Herren y Kirche, todos aprenderían por igual.

Y por eso mismo, la gran mayoría llevaba una espada atada a sus cinturas. Desde espadas comunes, a espadas más elaboradas y llamativas.

En este y otros reinos se encontrarían escuelas exclusivas solo para los miembros de cada facción.

Pero no está, en esta escuela todo sería diferente. En especial para un joven aspirante a caballero y sus dos hermanos adoptivos.

Ayden lock hablaba con uno de sus hermanos mientras su única hermana se despedía de sus padres adoptivos.

- ¿Estás emocionado? Porque yo claro que estoy emocionado¿Y tú aniki?.- pregunto un muy claramente emocionado Hunter.

ignorenme, solo soy la villana tratando de ser un personaje de fondo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora