Transición

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Cerca de la frontera de Iskandar.

Una vez recibió la carta de Luna, August no pudo esperar y quedarse con las manos cruzadas. Tras despedirse de su esposa eh hijo, tomo el siguiente tren en dirección a el Reino de Iskandar. Apenas si pudo dormir durante el viaje.

August esperaba que al llegar se diera cuenta de que todo fue un malentendido y, que no tenía nada de que estar preocupado. Por desgracia sus temores solo se hicieron realidad.

Una vez que el tren se detuvo en la estación, August noto como guardias comenzaron a abordar. August se oculto lo mejor que pudo, al hacerlo se dio cuenta de que entre los guardias también estaban mezclados guardias de la familia Fellwood.

Evidentemente, estos guardias lo buscaban a el.

August se vio obligado a escapar por la parte trasera del tren. No sería tan fácil.

Fuera del tren, en la estación. Había más guardias tanto del Reino como de los Fellwood.

- Esto me pasa por no hacer un plan antes de llegar.- dijo August molestó consigo mismo.

Era obvio, lo estaban esperando. No sería fácil salir de ayi sin ser visto y buscar a Luna.

Antes que nada necesitaba un plan, pero para ello necesitaba información.

Desde su escondite August vio la espalda de un guardia de Fellwood completamente solo.

Era algo ridículo que un guardia que estaba buscándolo estuviera sólo. Por lo que podría ser una trampa.

Para sacarse de dudas August uso el rastreo de maná.

La percepción es en si una habilidad con la que todo mundo nace. Se podría definir como otro sentido. Pero no muchos lo desarrollaban para el rastreo.

August se concentro en su entorno, escaneando toda el área de la estación.

August se sorprendió al darse cuenta de que no era una trampa.

No había nadie vigilando el haría en donde se encontraba el guardia esperando a que alguien saliera.

Y, ese guardia estaba completamente sólo. Era ridículo que no fuera una trampa.

- ¿Son tontos o qué?.- August pensó.

Pero como sea, esto era mejor.

Sin que nadie se diera cuenta August se acercó sigilosamente usando ocultamiento de presencia.

•••••

En algún lugar desconocido.

Se suponía que esté sería un trabajo sencillo. Solo tenían que trabajar con la guardia local, dirigirse a la estación del metro y, arrestar a un hombre en especifico. No podía ser más fácil. ¡Asta tenían una foto!.

Pero no solo el hombre no estaba en el tren, sinó que los supero a lo grande y se llevó aún guardia.

De echo ese guardia ya estaba despertando.

-¿Dónde estoy?.- pensó el guardia.

Le dolía la cabeza y se sentía mareado. No recordaba haberse ido de fiesta.

Otra cosa que noto. No podía ver nada tenía algo en la boca y, tanto sus manos como sus pies estaban atados a una silla. Oh, eso pensó que era.

¿A qué clase de fiesta se fue?

Aumentando su ya creciente confusión, el guardia comenzó a escuchar pasos...pasos muy lentos.

- Veo que por fin despertaste.- dijo un hombre al que el guardia, por obvias razones no podía ver.

ignorenme, solo soy la villana tratando de ser un personaje de fondo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora