A•F•K [Nagi Seishiro]

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La rutina de (T/N) era la misma de siempre desde hace tiempo, la vida era bastante tranquila, sin muchas cosas resaltantes.

Vivía solo con su madre porque su padre se había ido, su casa era solo una pequeña edificación de dos pisos con lo justo y necesario y un pequeño espacio-jardin, su familia más cercana era su abuela que vivía a dos manzanas. La felicidad venía en pequeñas cosas, y nada era diferente a lo usual.

Exepto por la limosina blanca esperando frente a su humilde casa.

───Dime que no has roto algo de un millonario y está aquí para quedarse con la casa como forma de pago...───la madre miró con desconfianza a su hija. Conociendo la torpeza de esta, era muy probable que sucediera.

─── ¿¡Ya te has inventado una historia!?───(T/N) se sorprendió de la poca fé que su madre le tenía, sin embargo, comprendía la sorpresa, porque ella tampoco esperaba esto.

Y por supuesto, cuando Mikage Reo bajó de la limosina con la brillante aura que tenía, solo causó que ambas se sintieran más intimidadas.

─── ¡Buenos días, (T/A)!───saludó el pelimorado. Nagi estaba sentado todavía dentro de la limosina, dormitando─── ¡Vamos a la escuela juntos!

─── ¿Cómo conseguiste mi dirección?

───Fue muy fácil en realidad, pero eso no es importante───Reo restó importancia a ese hecho. Para la (c/c) era obvio que el chico millonario había hecho que alguno de sus empleados investigara sobre ella───. Buenos días a usted también, Sra. (T/A)───se dirigió formalmente a la madre de la chica.

───...(T/N)───la mujer se inclinó hacia el oído de su hija─── ¿De verdad? ¿El hijo de los Mikage?

─── ¿¡Qué significa eso!?

─── ¿Le debes dinero?

─── ¡Qué no!

───Solo me estaba asegurando...───la mujer regresó a su posición erguida y le sonrió al muchacho, regresandole el saludo───. Gracias por ser amigo de mi hija. Lamento la confusión, como (T/N) no tiene amigos, nunca nadie viene a casa.