Inmersos En El Bosque

IV

Fuego y agua

Después de que así se nos quemarán las neuronas obtuvimos una calificación de 18 puntos en el taller y Paty y yo 19 puntos en la defensa, nos restaron un punto por llegar tarde, para que vean lo importante de llegar a tiempo, luego de salir de física nos dirigimos al patio central ese ya era un punto de reunión del grupo.

—Que raro.

—¿Qué sucede?— pregunté ante su comentario.

—Los muchachos no están, usualmente llegan primero que yo— dijo con un tono de intriga.

—Fuimos el segundo equipo en terminar— le señalé con obviedad.

—Ah, si es cierto— dijo con un tono apenado entre unas pequeñas risas.

—A decir verdad Samantha y Rachel son muy aplicadas en física— le dije algo sorprendido.

Luego de estar unos minutos hablando y admirando la inteligencia de nuestras compañeras de clase victoria fue la primera que hizo aparición del grupo.

—Estoy muerta— dijo con un tono exagerado mientras se tiraba en una de las bancas.

—¿Día apretado?— pregunté ante su estado de cansancio.

—Si y no.

—¿Cómo es eso?.

— Salí temprano de inglés y luego me dirigí al auditorio— respondió en suspiro de cansancio.

—¿Qué había en auditorio?— pregunto Patricia curiosa.

—¿Cómo?, ¿No lo saben?— pregunto incrédula con detenimiento en sus palabras ante nuestra ignorancia— Estamos recolectando firmas por que quieren suspender la fiesta de Halloween— dijo en un tono de molestia y derrota.

—¿Desde cuándo se celebra el Halloween en este pueblo?— pregunté desorientado de la situación.

—Nunca lo han celebrado—indico mientras se encogió de hombros— Es algo que los de último año quieren implementar, quieren que sea en la institución y que sea algo propio.

—¿Y por que lo quieren cancelar? —pregunte sin vacilar por que me parecía interesante.

—Por lo que nos contó Erick esta mañana, ya todos lo saben hasta los de primer año— dijo con una mirada de derrota y frustración.

—Que chimbo, parecía buen plan—le señalé mientras giraba los ojos.

—¿Desde cuándo te gusta el Halloween?— pregunto Paty en un tono burlón.

—¿Qué?— pregunté falsamente ofendido— ¿no te quieres disfrazar de las gemelas del resplandor?— pregunté sarcásticamente.

—Me gustaría, pero por desgracia tuve un cavernícola en vez de una hermana— dijo mientras se cruzaba de brazos.

Nuestra pequeña discusión se vio interrumpida por las risas de Victoria.

—Ustedes si que pelean más que Zarah y yo— señaló mientras sostenias unas pequeñas risas.

—¿Creí que también la llamabas "Z"?—puntualice.