Pure Heart - Tianshan Harry Potter AU

14; La ciudad

Ya casi terminaban las vacaciones, de hecho, este era su penúltimo día antes de volver a los libros y plumas. Aunque no lo admitiría en voz alta, habían sido unas buenas vacaciones, de las mejores que ha tenido a decir verdad, pero confesarle eso a He Tian sería demasiado vergonzoso y tampoco quería que se le subiera a la cabeza.

En este momento se encontraba en el cuarto que había ocupado estos días, estaba guardando todas sus pertenencias de nuevo en su maleta, ya casi terminaba.

Recordó entonces que He Tian le había dicho que podía llevarse algunos libros de la biblioteca de su hermano y devolverlos al finalizar el ciclo o antes, así que salió de la habitación y camino hacia la oficina de aquel desconocido hombre. Tomó solo tres, pues tampoco quería abusar llevándose más, además, no sabía si tendría tanto tiempo para leer considerando que este año tendrán sus TIMOs y deberán estudiar el doble.

Cuando iba salir, notó que en el suelo junto al escritorio había una caja con varios periódicos. Nunca había leído uno del mundo mágico. Se sentó frente a la caja, dejando los libros en el escritorio y sacó el de enfrente de todo -estaban ordenados verticalmente y bien apretados entre ellos, ya que eran muchos-. En el título se leía "¡Ravenclaw vencedora!", al parecer el articulo hablaba sobre el Torneo de los Tres Magos, pero el de hace diez años. El contenido de ese diario en general no era más interesante, pero el siguiente sí, se titulaba "¿El niño que mintió?" y llevaba una foto de un chico con gafas redondas, no hacía falta leer más para saber de quién y qué trataba, Harry Potter, uno de los magos más importantes, fue de la época en que Voldemort había vuelto y los medios solo lo trataban de loco y mitómano. Este diario era muy interesante, pero ya se sabía la historia de aquello completa, ¿Y quién no? Continuó viendo periódicos, varios hablaban sobre aquella época, otros eran mucho más aburridos y hablaban de inodoros muggle explotando o autos voladores. Hasta que se topó con uno que lo dejó como roca, casi lo pasa de largo sino fuera porque en el aparecía ni más ni menos que una foto de su padre. Boquiabierto lo tomó y leyó el encabezado: "Mo Wu es enviado a Azkaban por-" sin embargo, el periódico estaba manchado con mucha tinta y no se llegaba a terminar de leer, más de la mitad de la noticia estaba cubierta. Gruñó frustrado y revolvió en los periódicos para ver si había algo más sobre ese año, 2020, y por suerte halló uno que decía "Asesinan a importante bruja", no se detuvo a leer el nombre de la mujer ya que justo escuchó a He Tian llamarlo desde las escaleras, debía darse prisa. Tomó unos cuantos más que eran de ese año sin llegar a leer de qué trataban y se los llevó junto con los libros. Había decidido que los leería en cuanto llegara a Hogwarts, allí, en su habitación, tendría más privacidad.

Justo cuando cerró su valija ya completamente llena con sus pertenencias, He Tian entró por la puerta abierta y se apoyó contra la columna de la cama.

—¿Todo listo? —hoy irían a la ciudad, ya que desde que lo propuso He Tian ha estado algo intenso con el tema, por lo que termino aceptando llevarlo. El viaje sería corto, se transportarían con polvos flu hasta la ciudad y de ahí dejarían sus cosas en el hotel en el que He Tian -o más bien su hermano- había hecho una reserva.

Asintió ante su pregunta y tomó la maleta. Bajaron juntos al segundo piso, allí había otra valija más grande que la suya.

—¿Recuerdas cómo usar los polvos? —rodó los ojos.

—No tengo cuatro años, He Tian —el mencionado sonrió y luego le hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera.

El viaje le revolvió un poco el estómago, pero se obligó a sí mismo a no vomitar, no podría con tal vergüenza. Aparecieron en lo que parecía un bar. El chico más alto se acercó a un hombre bastante anciano, no pudo escuchar qué decían pero tan pronto como la conversación acabó He Tian ya le estaba pidiendo de nuevo que lo acompañara. Subieron por una escalera que rechinaba y entraron en la tercera habitación a la derecha. Dentro habían dos camas de dos plazas, una junto a la otra. Dejaron sus cosas sobre ellas y no se molestaron por desempacar, porque tampoco estarían allí por mucho tiempo. Volvieron a bajar y el moreno le preguntó si quería tomar algo, él negó. Al salir del bar vio que se trataba del Caldero Chorreante por el gran cartel sobre la puerta. A pesar de haber estado en el Callejón Diagon antes, nunca había entrado en ese lugar. Pararían a comprar algunas cosas antes de ir a la ciudad, este año no les habían pedido tantas cosas así que no tardarían tanto. Lo malo es que había muchísima gente e ingresar a las tiendas sin ser convertido en puré era todo un reto.