Se encontraba jugando una partida de Ajedrez mágico en la biblioteca, estaba solo, básicamente jugaba contra el tablero. A su lado derecho había una estrecha ventana que dejaba ver el atardecer de aquel caluroso día -aunque no tanto como en otros-. Sus clases de hoy ya habían acabado, por lo que exento de tareas decidió ir a despejarse con algo distinto que no fuera tomar jugo de calabaza en el jardín, leer libros o simplemente dormir.
Ya iba por la tercera partida, había ganado una y perdido otra, presentía que esta vez volvería a ganar, pero se le estaba complicando un poco. Tomó una pausa antes de seguir para poder estirarse hacia atrás y bostezar. Miró por los cristales en forma de rombo, el día era lindo, podía ver a un grupo de adolescentes pasar riendo y haciendo hechizos pequeños no peligrosos. Suspiró; si tan solo él... ¡Bum! se escuchó como abrían con fuerza la puerta de la biblioteca, al voltearse con curiosidad pudo ver que se trataba de un grupo de ruidosos estudiantes, de los cuales identificaba solo a uno: He Tian. Volvió a su antigua posición con rapidez, apretando los labios y el borde de la mesa con ambas manos, ojalá no lo haya visto. Aguantó inmóvil unos segundos. Bien, parecía que no lo había notado. Se relajó, soltando todo el aire que había estado conteniendo.
Sin embargo su alivio no duró mucho, pues casi de inmediato un brazo se deslizó por sobre sus hombros y sintió algo apoyarse contra él, probablemente el pecho que acompañaba a ese brazo.
—Con que te gusta el Ajedrez mágico, ¿Eh? —miró hacia la izquierda sin girar la cabeza, tenía el rostro del azabache a su izquierda, a tan solo unos centímetros de distancia. No respondió, tal vez si se quedaba así pensaría que estaba en un trance o algo y se iría —¿Qué tal si jugamos una partida? —o no.
De repente se escucharon varios chillidos provenientes del grupo de alumnos que había venido con el pelinegro. El "grupo de fans" empezó a cuchichear y a rodear la mesa al tiempo que el moreno muchacho tomaba asiento frente a él.
—Oye, ni siquiera he aceptado —al fin se había dignado a hablar.
—Vamos, solo una. No pido mucho —le hablaba con su típica sonrisa de aparente chico encantador. Mo bufó y cerró los ojos con brusquedad un momento, finalmente asintió y los volvió a abrir —¡Bien! —festejó.
Mientras la partida se iba llevando a cabo, Mo tenía la sensación de que aquella zona de la biblioteca se iba llenando cada vez más y más, aumentando con ellos los murmullos que de vez en cuando eran reprendidos por la bibliotecaria.
Empezaron muy igualados, fue así por un largo rato; cada vez que uno avanzaba en el juego, el otro hacia lo mismo, ninguno lo hacía demasiado, sino que marcaban apenas una diferencia fácil de superar. Luego de lo que pareció, para el resto de los alumnos, una hora, Mo empezó a llevar la delantera, provocándole una minúscula sonrisa de seguridad. Y pareció que el pelirrojo sería quien se llevaría la delantera, sobretodo cuando el azabache se demoró un poco más en meditar su jugada. GuanShan aprovechó ese momento para volver a mirar por la ventana y descansar un poco la mente. Podía escuchar a algunas chicas decir en voz baja cosas como "No hay forma de que pierda, seguro se recupera" o "Nadie es mejor que él". Pff, ni que fuera un Dios o algo, ¿Acaso He tenía su propia secta y recién se enteraba?
Cuando al fin He Tian movió una pieza, Mo no tardó en desplazar la suya. Y fue justo después, cuando concluyó el turno de Tian nuevamente, que se dió cuenta de que todo asomo de llegar a ganar había desaparecido completamente, estaba acabado, y no solo eso, perdería delante de todos esos alumnos. Tragó saliva, ni haciendo su mejor movimiento conseguiría ganar.
Subió su mirada a He Tian una milésima de segundo, encontrándose con la ajena, pero esta siendo mucho más suave. Apretó el ceño y tomó una de las piezas, posicionándola en una casilla que poco le aseguraba la victoria. Suspiró rendido y frustrado, otra vez había perdido ante él.
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Pure Heart - Tianshan Harry Potter AU
FanficMo GuanShan se encontraba solo en aquel mundo mágico. Sin amigos, con su padre en Azkaban y solo pudiendo ver a su madre en verano. O así fue hasta que cierto trío de amigos apareció en su vida, obligándolo a salir de su zona de confort y permitirse...