Capítulo 27

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Evan 

Esto se cuenta y no se cree.

Addy y yo estamos durmiendo en la misma habitación desde hace dos semanas y sin matarnos en el proceso. Yo creo que todos están impresionados, pero nadie más que yo.

Después de matar al hombre sombra, duramos como dos días procesando lo que había pasado, al final decidimos que no daba importancia el cómo murió, lo importante es que estaba muerto y no íbamos a estar en peligro.

Y claro, también tuve que decir todo lo que sabía de la isla, lo que hizo que Sam me quisiera matar por guardar ese secreto.

Por ahora, tenemos muchos libros que leer y mucha magia que practicar, debemos volvernos los herederos más poderosos que hayan existido en mucho tiempo; eso lo leí en uno de los libros, tristemente no estaba la solución de lo que estamos buscando.

La cosa es así, tomamos turnos para leer y entrenar. Justo ahora me toca entrenar con Sam, la última vez que lo hice terminamos en el piso pensando nuestras acciones hasta que Alma y Rosaline les tocó entrenar y nos vieron así. Todavía puedo ver la pequeña sonrisa de Alma al vernos en el piso de una manera tan lamentable, y fue peor cuando al irme a dormir Addy se burló toda la noche. Hermoso, los líderes pensando que nos llevaríamos mal y aquí ya andan compartiendo chismes y demás. Mejor no podríamos estar.

En fin, la cosa con estos entrenamientos es que no podemos usar magia en el primer round, durante ese tiempo debemos usar la fuerza bruta sin una gota de magia, luego si todavía estamos decentes; hacemos un segundo round con magia. Llevamos varios días con estas reglas y nos ha funcionado muy bien. Más de una vez me he quedado a ver a los otros pelear, todos son excelentes, de eso no hay duda.

Esquivo con rapidez el golpe que iba directo a mi cara, hoy Sam anda algo enojado y está pagando sus males conmigo. Fantástico, me encanta ser el muñeco de pelea de mis amigos.

—Me encanta pelear de esta forma, pero con mi cara no. –Le digo a penas aguantando las ganas de reírme por la cara que puso. No sé quién lo hizo enojar, pero esto está haciendo mi entretenimiento por ahora.

—Evan, cállate. –Como si con solo decirme eso yo le iba a hacer caso.

Le lanzo un golpe directo a su abdomen, lugar difícil de esquivar. Me muevo con rapidez antes de que devuelva el golpe.

—¿Qué te hicieron, Sammy? Ya sé, alguien estuvo cerca de tu amorcito del mes. –Uy, por poco no esquivo el golpe en la cara.

—No me digas Sammy. – Me acaba de gruñir el desgraciado, le falta sacar los dientes para volverse una bestia por completo. Ni el hombre sombra me gruñó como lo acaba de hacer Sam.

—Sammy, sabes que puedes decirme lo que sea, este es un espacio seguro – Su enojo parece crecer más y más, tanto así que en dónde pisa deja rastro de hielo. Creo que esto se está saliendo un poco de control –. Sam, cálmate.

Lo siguiente que siento es como un chorro de magia congelada me llega a mí tirándome al suelo. Eso no fue para nada justo, se pasó las reglas por el trasero. Le quito el aire lo suficiente para que se calme, me levanto y voy hacia él que ya se está tirando al suelo esperando recibir algo de oxígeno. Bueno, haberlo pensado antes.

Lo dejo respirar en cuanto noto que esta a punto de desmayarse, el idiota empieza a respirar sin mirarme.

—¿Algo que decir, Sammy? –Ni aunque estuviera a punto de matarlo, lo dejaría de llamar así.

Sam me observa con furia, pero sabiamente no intenta hacer otra estupidez. Me siento a su lado y espero con tranquilidad a que empiece a soltar todo. Y como siempre, pasa muy rápido.

Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora