A bada lee love story

Palabras desafortunadas

Las 4 chicas se encontraban mirando la gigantesca pantalla led donde se estaba presentando todos los comentarios de cada grupo.

"Binnie Ennie Mannie Moo? De verdad? Suenan como unas bebes...- comentó la rubia de Mannequeen

- ¿Park Binna lo que tiene de bonita lo tendrá en el baile? 

- Park Binna es muy bonita pero, ¿Será buena para el baile?

- Una cara bonita no te da el privilegio de ganarte un puesto, ¿o si?

- ¿No era la ex amiga de Bada? 

- Me alegro mucho de lo que está logrando, pero no es alguien con la que quisiera competir - Bada Lee.

Si no fuese por la limitación impuesta por el horario familiar, Park Binna habría proferido maldiciones silenciosas hacia aquellos que la consideraban inferior debido a una cualidad que estas mismas personas jamás podrían alcanzar. Sin embargo, todos los comentarios pasivo-agresivos de las otras bailarinas se desvanecieron en la penumbra de su conciencia cuando escuchó las palabras de su rival favorita. Sin poder evitarlo, sus ojos se encontraron con aquellos orbes café que la habían observado sin cesar durante toda la evaluación.Mientras Bada Lee posaba su mirada en su querida Binni, un torbellino de sentimientos, que iban desde el afecto hasta la melancolía, revoloteaba en su interior. No obstante, un dolor punzante la atravesó cuando se dio cuenta de que la primera mirada - después de muchos años- que recibió de Binna estaba cargada de ira, resentimiento y desprecio. ¿Habría pronunciado palabras desafortunadas? ¿Se habrían malinterpretado sus expresiones? Binna había dado por sentado que, a pesar de todos esos años, Bada Lee finalmente la respetaría y la reconocería como la bailarina profesional que se había convertido. Sin embargo, parecía que Bada Lee aún se aferraba a la imagen de los días en la academia, y la incertidumbre de si aún la consideraba inferior la atormentaba. ¿No había demostrado ya, en exceso, que Park Binna merecía su respeto?

Las luces del escenario se difuminaban en un resplandor suave que destacaba la figura de Park Binna, una bailarina con un espíritu ardiente que había llegado lejos en el competitivo mundo de la danza. Tras las críticas recientes y los votos negativos, tres "no respetos" colgaban sobre su nombre, pero Binna sabía que detrás de esas máscaras de competencia se escondía la envidia y el miedo a su talento. No importaba. Estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara en ese día lleno de batallas.

"Que cuestionen mi belleza, pero no mi baile", pensó con determinación, sabiendo que iba a darlo todo en cada presentación.

...

...

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El escenario estaba lleno de energía, con grupos de bailarines que demostraban su pasión y habilidades. Entre risas y bromas, Yoonji de Mannequeen soltó un chiste dirigido a Bada, provocando risas entre las demás participantes, incluida Binna. Sus risas se mezclaron con las de las demás, creando un momento de camaradería en medio de la competencia. Aunque Binna compartió una risa, no pudo evitar notar que Bada, una respetada competidora en su propio derecho, la miraba con recelo.

La atención se centraba en el escenario, y la última presentación estaba por comenzar. Binna no pudo contener su emoción al ver a su mejor amiga, Kirsten Dodge, en el último grupo por revelar. Un gesto de cariño, un beso volado, fue todo lo que necesitó para expresar su apoyo y cariño a Kirsten. La reacción de Kirsten fue instantánea: quería abrazar a Binna, sentir su protección en un país donde a veces se sentía como una extraña. Los otros equipos observaban con admiración y cariño, reconociendo la hermosa amistad que compartían. Sin embargo, entre la admiración y el cariño, hubo una sombra que se cernió sobre el momento. Bada Lee, una rival en la competencia, no podía evitar sentir envidia y celos. ¿Cuánto tiempo habían sido amigas Binna y Kirsten? ¿Kirsten era ahora más importante en la vida de Binna que Bada alguna vez lo había sido? Estas preguntas torturaban a Bada mientras luchaba por ocultar sus lágrimas de cólera y celos. Y aunque las ganas de llorar por pura cólera al pensar que ella pudo haber sido Kirsten, que ella pudo haber recibido ese gesto por parte de su "amiga" se rehuso a seguir sintiendose débil pero sentía como si una cicatriz en su corazón se hubiera abierto de nuevo, y sabía que tomaría tiempo para que sanara por completo.

La grabación del primer día había llegado a su fin, y entre los grupos comenzaron a conocerse, tratando de crear un ambiente ameno en el lugar de trabajo. Binna no se separaba de su mejor amiga, Kirsten, quien, al no hablar coreano ni japonés, solo podía entablar conversaciones breves con las demás bailarinas. En ese contexto, su pequeña amiga era de gran ayuda.

Audrey, una de las bailarinas, se acercó a Binna con curiosidad y comenzó una conversación que no podía evitar.

- Binna- dijo Audrey - ¿y esas chicas? Parece que falta el grupo de allá.- Señaló a un grupo de jóvenes bailarinas que estaban conversando con una chica de cabello negro con mechas rubias.

- No creó, no me falta nadie. Ahora...- intentó huir la pelinegra más fue en vano porque la insistencia de Emma, Audrey y Latrice la llevaron a tener que aceptar su petición.

Binna intento disimular muy bien su situación, que si estaba nerviosa? Claro que lo estaba, ahora iba a estar a unos centímetros lejos de la persona que el algún momento fue el centro de su todo y aunque el tiempo haya pasado igual no estaba preparada mentalmente para verla, no quería rendirse a la primera que le dirigiera la palabra porque su tonto corazón sea tan torpe e irracional. Kirsten, por otro lado, se encontraba disfrutando del momento. Era como si estuviera viendo una de las novelas más dramáticas jamás escritas, y aun así, la realidad superaba la ficción.

Finalmente, Binna se encontró frente al equipo y tuvo que hacer un esfuerzo para que su voz no temblara al hablar.

- Hola chicas- fue la dulce y tierna que se escuchó en esa parte del estudio y que sin embargo entre mil personas Bada Lee podría reconocer a la primera entre todas, sin demorarse la mencionada se volteó para poder ver a su Binni, y en sus ojos brilló una chispa de felicidad. Parecía que todo volvería a estar bien y que el pasado se desvanecería. Pero la felicidad fue efímera, y la realidad la golpeó como una ola fría.

- Hola chicas, soy Park Binna y ellas son Jam Republic estoy aquí para ayudarlas a presentarse con mayor facilidad, por favor siéntense agusto en charlar sin restricciones. - habló la pelirroja viendo a las demás pero evitando la mirada tan penetrante de la mayor de todas.

- Unnie - le codeó Minha para que hable, al final y en cuestas era la líder del grupo y tenía que ser la primer en hablar.

- Hola- sonó más a un saludo lleno de melancolía dedicado a una sola persona, a aquella persona que siendo lo más fría tradujo la palabra hacia las extranjeras.

El dolor se podía sentir en el aire, y el corazón de las dos únicas involucradas que sabían hasta su pasado parecía romperse en un nuevo fragmento. ¿La iba a ignorar también en el programa?

"Hola... somos el equipo de baile BEBE", continuó Bada con voz entrecortada, "y vamos a dar lo mejor de nosotras. Por favor, seamos buenas rivales y permitamos que la amistad crezca cada vez más... y que no nos evitemos". 

En medio de la tensión y la melancolía, las palabras de Bada dejaron en claro que, aunque el pasado había dejado heridas profundas, aún había un anhelo de reconciliación y amistad. La rivalidad y el romance se entrelazaban en una historia llena de emociones intensas que estaba destinada a desencadenar un torbellino de pasiones en ese mundo de competencia y amor.

Capítulo corto, lo sé. Estoy con muchas cosas en la universidad pero no queria dejarlos con cap. Más adelante se viene lo bueno, solo sean pacientes.