En el vasto panorama de las experiencias humanas, la capacidad de reconocer y redimirse de los errores es una senda empedrada con el peso de la responsabilidad y la humildad. Hay quienes transitan por ella, aceptan sus faltas y buscan la penitencia, mientras otros, en el silencio de su conciencia, cargan la vergüenza de sus episodios pasados, sin expresar un sincero mea culpa. Sin embargo, una minoría, enmarcada en la intrincada red de la psique, opta por enmascarar sus tormentos, sosteniendo una venda propia que impide vislumbrar sus oscuros abismos. En este relato, Binna se sumerge en la última categoría.
"En serio se arrepentía profundamente de sus actos"
Aquella noche, al regresar a la morada materna con los ojos empañados por el llanto y un incipiente resfriado, Binna estaba envuelta en un halo de presión. La señora Park ni bien recibió la llamada de Bada, se apresuró a recoger a su hija. Y aunque solo fueron unos segundos interpretaba a través del débil tono de voz de la alta que algo malo había pasado.
Aun siendo la instigadora de un comportamiento despectivo hacia Bada, aún la seguía cuidando. ¿Que más mierda se podía ser? Una ironía cruel que hacía eco en la mente de Binna, ya que se cuestionaba la naturaleza de su propia monstruosidad.
No importaba, Binna lo sabía y se sentía culpable por ello. Hay veces que uno tiene que tocar fondo para poder recapacitar de sus actos, de darse cuenta de sus problemas y surgir de un hoyo oscuro que poco a poco te va asfixiando.
Binna aún no estaba en ese fondo, pero estaba cerca.
- Mamá - lloró en los brazos de su progenitora como la vez que perdió su peluche cuando tenía 8 años.
- Mamá, ¿quien soy? Mamá tu me reconoces- pregunto queriendo dispersar aquellas palabras que Bada anteriormente le habían dicho.
- Mi niña, mi niña- solo atinó a decir su madre queriendo no romperse frente a su hija porque sabía que ella era un pilar muy fuerte en su vida. Fue así como los minutos pasaron junto a lloriqueo y suaves masajes que poco a poco le proporcionaban tranquilidad y paz a Binna.
En busca de consuelo, Binna se entregó a los brazos maternos, donde el tiempo pareció detenerse en una danza de sollozos y susurros. Sin embargo, la paz efímera no tardó en disiparse. La interrogante atormentaba su ser, y con manos crispadas, se rascaba en un vano intento de despojarse de la culpa que la acechaba.
- Mamá, ¿porque duele tanto? Soy un mounstro mamá - se insultó a si misma. - Soy un mounstro- volvió a repetir mientras se rascaba las manos con fuerza. - ¿Por qué persisto en esta existencia?
La señora Park sintiendo un nudo en su garganta solo rodeó a su hija con un fuerte abrazo haciendo que su cuerpo quedé inmóvil y fuera de cualquier peligro. Y en solo unos minutos vislumbró la oscuridad que envolvía a su hija desde hace mucho tiempo, comprendió que el sufrimiento de Binna trascendía las trivialidades de una amistad fracturada. La fragilidad de su salud mental emergía como una realidad ineludible. Y se culpaba por no haberse dado cuenta con anterioridad.
- Perdóname, hija mía. Perdóname por no haber protegido tu luz, por no haber cuidado de ti - y aunque juro no llorar y ser un soporte para su única hija, la mayor se derrumbó en un instante, soltando sollozos que intentaban ser callados por apretar los labios. La señora Park por fin se había dado cuenta del problema de su hija y era de su urgencia tratarlo con un especialista. Su salud mental estaba mal.
En un intento por salvaguardar a Binna de la tormenta interna que la devoraba, la madre propuso la intervención de un profesional de la psique. La salud mental de su única hija estaba en peligro, y la urgencia de abordar el problema se reflejaba en la preocupación de la señora Park.
- Binna, mañana vamos a ir donde un psicólogo - le habló o más bien le ordenó a su hija sin romper el abrazo que tenían.
- ¿Que? ¿Enferma yo? No estoy loca. No necesito ir a un lugar donde no debo ir.- se exaltó la pelinegra haciendo distancia entre ellas. La resistencia de Binna, enraizada en el desconocimiento y la negación, revelaba su falta de percepción sobre su propio estado. El sueño reparador se convirtió en su refugio, posponiendo momentáneamente el enfrentamiento con una realidad que se desmoronaba.
-Binna, mi niña no quiero que te vayas de mi lado- habló con otro sentido temiendo por la vida de su hija, su única hija. - Binna...por favor. - suplicó viendo si había una pizca de recapacitación de parte de la menor.
- Me voy a dormir mamá, mañana tengo grabación - y dándole un beso en la cabeza se fue directo al cuarto de la casa, no tenía ganas de manejar hasta su departamento y a esas hora de la noche no iba a ver nada.
La habitación de Binna estaba sumida en la penumbra, solo iluminada por la luz de la luna que se filtraba por la ventana. Mientras se deslizaba bajo las sábanas, la pelinegra no pudo evitar pensar en la creciente oscuridad que se apoderaba de su mente. Cada palabra hiriente que había lanzado, cada gesto de desprecio. Había herido a la persona a la que pensaba odiar, cuando en realidad solo trataba de persuadirse a sí misma de ese sentimiento. Porque la amaba, ¡sí! pero su venganza y envidia eran más grande.
Sintiendose peor que antes se tomó tres pastillas ante el insomnio y haciendo efecto rápidamente cayó rendida en un profundo sueño, uno muy largo....
¡HOLA! ¡I'M BACK! Por fin, terminaron todos mis finales. Cerré ese ciclo y entré en vacaciones, les juro q fue uno de los más dificiles pero no importa ahora tendré suficiente tiempo para retomar la historia y seguir escribiendo. Sé que este capítulo estuvo un poco flojo, pero no todo puede ser acción; también quiero un poco de desarrollo de personajes. Les juro que me dormí todo el día y recién me levanté alrededor de las 10. Escribí este capítulo rápido porque estoy súper emocionada y llena de ENERGÍA.
Otra cosa que quiero expresarles es mi agradecimiento por las 2,000 vistas. Les juro que no imaginé tener un alcance tan amplio con esta historia, ya que la publiqué después de terminar el programa de SWF2 y pensé que la gente la olvidaría. ¡PERO NO FUE ASÍ! Gracias de corazón. Recuerdo que dejé la historia con 1,000 vistas y hoy regreso para ver que ya alcanzamos las 2,000. :((((( Gracias una vez más. Eso es todo, quizás mañana haya otro capítulo. Besos.
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A bada lee love story
Fiksi PenggemarEl típico enemies to lovers, o no? Dónde Binna se convierte en una de las coreógrafas más populares de todo Corea, sonando su nombre por todos lados y siendo admirada por muchos. Dónde Bada Lee tambien es de las bailarinas más populares de Corea, te...