𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐟𝐢𝐫𝐞 𝐛𝐥𝐨𝐬𝐬𝐨𝐦𝐬- 𝐠𝐨𝐨𝐝 𝐨𝐦𝐞𝐧𝐬

𝟏. 𝐙𝐢𝐫𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐬 𝐟𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬

Aquella florería llamada Divine Garden estaba inmersa en una calma apacible. Algo raro en el medio de una ciudad tan ajetreada como Londres, pero aquel pequeño lugar lograba aquello, y lo hermoso de la variedad de plantas que tenía y lo exquisito del aroma floral que inundaba la totalidad del espacio sugería una vibra muy diferente a la ciudad en la que se encontraba. Aziraphale, un ángel con ojos expresivos y cabello dorado, se movía con gracia entre los arreglos florales, cuidando de sus amadas flores con devoción. 

 Aquel ángel, cortaba las espinas de algunas rosas blancas, y le daba forma de cisne a un hermoso arreglo que iba a entregarse a una boda. También, añadía algunos claveles, logrando un hermoso contraste en aquel ornamento. Estaba muy orgulloso de su trabajo. Si bien, al ser un ángel tenía un don natural para las flores y aquello relacionado con la belleza, era su dedicación y su amor por su oficio lo que hacía que aquellos arreglos le quedaran perfectos. 

La campanilla sonó, sacándolo de su trance.

—Veo que terminaste el último. — Habló Anathema, la dueña del lugar al observar aquella delicada pieza. —Faltan algunas horas para que lleguen a recogerlos aún. Pensaba ayudarte con algunos al volver.

—Acabo de mandar un mensaje para adelantar la entrega. — Dijo nuevamente mientras sonreía.

—¡Genial! Ya comenzaban a quitarnos espacio, los arreglos que encargaron son muy grandes. Sinceramente, pensé que no íbamos a terminar a tiempo, pero eres muy eficiente. Bueno, Zira. Voy a retirarme. Puedes irte temprano hoy.—  Aziraphale sonrió, aunque él amaba su trabajo, y la compañía Anathema, aquel día en particular deseaba un momento a solas con aquellas hermosas y coloridas plantas.