𝟑. 𝐈𝐬 𝐧𝐨𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐬𝐚𝐥𝐞.

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Al bajar de su bentley, Crowley alzó la vista para encontrarse con el letrero pintado a mano de la florería. ¿Divine Garden? ¿Qué clase de nombre era ese? Hizo una mueca y entró, observando minuciosamente su alrededor. Caminó viendo las plantas en sus macetas, los ramos y los arreglos florales que adornaban la tienda, y que también estaban a la venta. El apuesto demonio, llamó de inmediato la atención de Aziraphale. Era alto y delgado, usaba un traje negro que se ajustaba sensualmente a su esbelto cuerpo, su cabello era color rojo y su cabello estaba perfectamente peinado. Llevaba puestas unas gafas negras que ocultaban sus ojos. Crowley era demasiado atractivo, y la manera en que caminaba...

Aziraphale volvió en sí después de observarlo cuando el demonio se aclaró la garganta.

— ¿En qué puedo ayudarte? — Preguntó con una amabilidad natural. 

— Estoy interesado en comprar el lugar. — 

Aziraphale parpadeó, sorprendido por la declaración directa de Crowley. Sus ojos azules buscaron en los del alfa alguna señal de que se trataba de una broma, pero la mirada del contrario permaneció firme.

— Oh, ¿comprar la tienda? Lo siento, pero "Divine Garden" no está en venta.— Comenzó a explicar sus planes para convertir la florería en parte de una cadena de clubs nocturnos, un proyecto que, según él, sería beneficioso para todos, pues ofrecía una buena suma de dinero.

 Aziraphale, sin embargo, no estaba convencido. Sus manos acariciaron suavemente los pétalos de las flores, como si estuviera buscando apoyo en su santuario floral. Trató de regular su respiración y seguir hablando con fluidez, aquella declaración lo había sacudido, y para ser honestos, le preocupaba que la cantidad de dinero que el demonio pudiera ofrecer convenciera a Anathema. 

— Lo siento, pero no puedo vender Divine Garden. Es un lugar especial para mí y para aquellos que lo visitan. Agradezco su interés, pero es imposible que exista una negociación. — Aziraphale mantenía su mirada fija en Crowley, con una determinación igual a la del demonio. El silencio llenó la pequeña florería mientras ambos hombres se sopesaban mutuamente. — Comprendo que tengas tus planes, pero Divine Garden es más que solo un negocio para mí. Es un pequeño oasis, donde las personas pueden comprar recuerdos, amor y vida.

— Vamos, angelito. Tu tienda es encantadora, pero tiene qué tener un precio. ¿Dime cuál es? Por que si piensas que voy a darme por vencido, estás muy equivocado. — Lo observó quitándose las gafas, dejando ver un par de ojos amarillos detrás de estas.

— Es Aziraphale. Y te reitero, mi tienda no está en venta. Ni hoy, ni mañana. Ni por 5, 1000 o 20,000 euros. Yo soy el dueño legítimo, y me niego rotundamente.—  Mintió, y se sintió muy mal después de hacerlo. ¿Qué tal si Anathema deseaba vender? ¿La estaba traicionando?

— Muy bien, no quieres vender ahora. Pero no te preocupes, no me doy por vencido tan fácilmente. —

Con esas palabras, Crowley se dio la vuelta y salió de Divine Garden, dejando a Aziraphale con un nudo en el estómago y una sensación de incertidumbre en el corazón.

𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐟𝐢𝐫𝐞 𝐛𝐥𝐨𝐬𝐬𝐨𝐦𝐬- 𝐠𝐨𝐨𝐝 𝐨𝐦𝐞𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora