---¡Ultradedución!Fue en ese instante, en el que los malos salieron de su escondite con intenciones de lastimarlo, o quizá matarlo.
Conocían de su poder, lo reconocían y por ello le guardaron temor/miedo al detective. No pudieron soportar escuchar aquella palabra que activaba aquel poder, que los hicieron sentir tan expuestos.
Solo uno de ellos, el más inteligente, pero también el más loco, agarró uno de los químicos sin mirar el contenido, y lo lanzó al detective, directo a los ojos, sin pensar en las consecuencias. Aquello fue un intento de protección hacia sus compañeros y él mismo. No se le ocurrió una idea mejor que esa, por estar tan centrado y sumido en el problema. A lo sumo fue despecho, porque el químico fue acompañado del poder de quién lo lanzó. Era un superdotado al igual que muchos en Yokohama.
En cuestión de segundos, Ranpo gritó de dolor. Sus ojos abiertos fueron cerrados de golpe por aquel líquido de origen desconocido, ardían, y en su desesperación maldijo a los criminales, diciendo sus nombres uno por uno. Pero hubo un punto en el que ya no podía pensar más en el caso, y solo el <dolor> de sus ojos lo envolvió por completo, gritando así hasta quedarse sin voz.
Cayó al suelo, rodó mientras apretaba cada vez más fuerte con sus manos la zona afectada y solo siendo audible en aquel lugar los horribles gritos de Ranpo. Unos gritos que expresaban mucho más que dolor.
Los refuerzos habían llegado demasiado tarde. Ranpo lloró amargamente, aún sintiendo el horrible malestar en sus dos ojos por aquel químico. Tirado en el piso, con seguridad de que iba a salir de allí con vida, sollozaba al no poder entender ni comprender su situación o dónde se encontraba. No veía nada.
~°~
---No veo nada.
El doctor suspiró y sus dos dedos apretaron el espacio entre ceja y ceja. No sabía cómo decirlo, pero, considerando su posición, habló de la mejor forma, con sus mejores palabras.
---Perdiste la vista...
Ranpo frunció el ceño.
---¡No puedo quedarme ciego! Soy el mejor detective... ¡Y no existen detectives ciegos!
---Ranpo, cálmate. Doctor, ¿cuánto tiempo habrá que esperar?
---Mire... esto es algo poco común, la probabilidad de encontrar un implante de retina en estos tiempos es casi nula. Recomendaría tener paciencia y esperar o encontrar alguien que se ofrezca a....
---¡No!, ¡No quiero quedarme ciego ningún segundo más!, ¡Papá, haz algo!
Fukuzawa se estremeció al escuchar eso. Poco y casi nunca oía a Ranpo referirse a él como su padre.
---Doctor. Dejo en sus manos a Ranpo. Por favor, haga lo posible para devolver su visión.
---Por supuesto. Cómo doctor, ese es mi deber.
Ranpo se levantó, intentó caminar pero el miedo a caer, por no ver nada, lo detuvo.
Le dió impotencia.
Tenía los ojos abiertos, aún así no veía nada. ¡Vaya estupidez!
Quería retroceder el tiempo. No lo iba a aceptar. Tenía ganas de golpear algo. Necesitaba una solución YA. Pero que más da, la posición donde se encuentra le impide hacer algo al respecto, aunque fuera único afectado.
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Cegado De Mentiras
FanfictionRanpo es ciego. Conoce a un gran mentiroso. °Basado en un capítulo de la rosa de Guadalupe. (De ahí tuve la idea). °Ranpoe. °Actualizo cada siglo.