Esposa del primer Ministro

261 al 263

Al día siguiente, Shen Yao esperó afuera de la cárcel del condado temprano en la mañana.

El alguna vez alegre hermano mayor Shen ahora se había desaliñado.

Aunque sólo llevaba dos días en prisión, el olor de su cuerpo se había vuelto podrido y extremadamente desagradable.

"¿Hermano mayor?" Shen Yao se apresuró y gritó en voz baja.

"¿Tercer hermano?" El hermano mayor Shen forzó una sonrisa y preguntó con preocupación: "¿Está todo bien en la tienda? ¿Está bien tu cuñada? ¿Está asustada?

"Hermano, vayamos a casa primero".

Cuando los dos regresaron a Shen Ji, Ji Zhao sacó el brasero que había preparado.

"¡Hermano mayor, cruza rápidamente el brasero y deshazte de la mala suerte!"

" -¡Bueno!" Los ojos del hermano mayor Shen se pusieron rojos de gratitud. Después de pasar por encima del brasero, fue al patio trasero a lavarse.

A mitad de la mañana, Ji Zhao le llevó los fideos de manita de cerdo preparados al hermano mayor Shen.

"Hermano mayor, después de comer los fideos de manitas de cerdo, tu mala suerte terminará".

"Ah Tao", dijo el hermano Shen entrecortadamente, "gracias".

Quince minutos después, el hermano mayor Shen dejó su plato y sus palillos.

Después de mirar a su alrededor, preguntó con curiosidad: "Tercer hermano, Ah Tao, ¿dónde está Dongmei?"

"Hermano mayor, algo pasó ayer en la tienda..." Shen Yao lo miró y le contó brevemente lo que pasó ayer.

El hermano Shen apretó los puños con ira. Un momento después, lo soltó débilmente.

"¡Fui demasiado estúpido!" El hermano mayor Shen bajó la cabeza y se culpó a sí mismo.

"Si no hubiera confiado tan fácilmente en ese bastardo de Zhao Xu, todo esto no habría sucedido. ¡Todo es mi culpa!"

"Hermano mayor, ahora que ha sucedido, es inútil incluso si te culpas a ti mismo", Shen Yao lo miró y dijo en voz baja.

"Ejem." Ji Zhao rápidamente tosió dos veces y siguió lanzando miradas a Shen Yao. Al final, miró al hermano mayor Shen y dijo: "Hermano, date prisa y echa un vistazo a la cuñada mayor y al niño".

"Bueno.. "

Después de que el hermano Shen fue al patio trasero, Ji Zhao agarró suavemente la manga de Shen Yao y le levantó las cejas sin decir una palabra.

"¿Eh?" Shen Yao la miró confundido.

"Gran Hermano ya está muy triste. ¿Por qué le echaste sal a la herida hace un momento? Ji Zhao no estuvo de acuerdo con las acciones de Shen Yao en este momento.

"Si la herida no duele, sanará rápidamente". Shen Yao suspiró suavemente, su tono lleno de decepción. "Gran Hermano ha estado dirigiendo a Shen Ji durante cinco o seis años. Si no resulta herido esta vez, podría cometer el mismo error en el futuro".

Un hombre de negocios debe ser astuto.

Si otros pudieran jugar con él fácilmente, el resultado definitivamente sería miserable.

"Eso es cierto." Ji Zhao se cruzó de brazos y parecía estar sumida en sus pensamientos. "Pero

Shen Yao, ¿el próximo asunto será aún más problemático?

Zhao Xu se había escapado. La tienda de arroz de Zhao tenía tanta deuda...

"Y ese bastardo de Ma Tianxiang, definitivamente no dejará pasar esto, ¿verdad?" Cuanto más pensaba Ji Zhao en ello, más se preocupaba. "Shen Yao, tenemos que pensar en un plan".