Conociéndonos

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Capítulo 3

Luciana jamás pensó que se acostumbraría tan rápido a su trabajo. Si sabía que se le iba a facilitar cuando conoció a Teo.

Pero como en todo trabajo, tiene sus pro y sus contras. Su pro era la relación que había logrado con Teo, se llevaban bastante bien y, se tenían un cariño y una confianza mutua. Contrario a su 'relación' con Enzo, Luciana ya se había hecho una imagen bastante fea de su jefe por sus actitudes hacia ella. Tampoco le gustaba como trataba a Teo, había veces que directamente lo ignoraba.

¿Y quién pudiera imaginarlo?

Quien sería capaz de ignorar a su hijo. Ese niño tan amoroso y educado como lo era Teo. Sin dudas, Luciana lo quería mucho. Tal como si fuera su propio hijo. Es el hijo que nunca tuvo, ni tendrá.

Ella llevaba poco tiempo en ese trabajo, pero si le tocabas a Teo, le tocabas el alma.

Se había encariñado bastante con el niño, más de lo que ella quisiera. No esperaba ni quería que se diera así, ya que era consiente de que no sabía cuánto tiempo duraría en ese trabajo.

Pero si se había prometido así misma que si se iba de esa casa, seguiría viendo a Teo. Sabía que a Enzo no le importaría, o al menos era lo que ella pensaba, ya que se estaba guiando por como se comportaba con su hijo.

Luciana sabía lo que era que tu papá te tratara de esa manera, ella vivió en carne propia como su padre le hacía la vida imposible.

Vió como hasta le llegaba a levantar la mano a su mamá, por eso era también que sabía cómo se sentía Teo.
Sabía que no era nada lindo que tu padre te ignore como si fueras una pared.

Esa era una de las razones por la cual, si en algún momento se tendría que ir, no quería perder contacto con Teo.

Pero todo iba de maravilla y Luciana no tenía que pensar en esas cosas. Sabía que si pensaba en eso, se iba a entristecer.

Estaba tan perdida en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que Teo ya llevaba rato tratando de hablar con ella.

_¡Luciana!

Teo le habla fuerte, ya irritado porque no recibía respuestas de ella.

_Perdón, estaba distraída. ¿Qué pasó?

Se sentó en la silla que restaba en la mini mesita de la sala.

_¿Vos me querés, verdad?

_Ay mi niño. Claro que te quiero..

_¿Verdad que vos no me tratarías como papá?

Luciana se acerca para hundir en un profundo y cálido abrazo a Teo.

_Teo, no digas eso, tu papá te quiere mucho.

_No parece-agacha la cabeza-

_A ver, si es verdad que a veces tu papá es medio serio y gruñón..

Teo se ríe al escucharla decir eso último

_Pero el te quiere más que a nadie en este mundo.

_Si le hago un dibujo, ¿Le gustará?

_Sii, además, dibujas muy lindo.

_Gracias Luciana, sos la mejor.

Teo se fue corriendo a su habitación para ponerse a dibujar. Luciana, por su lado, se levantó y fue hacía la cocina.

La Niñera || Enzo Díaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora