Capítulo 2: Un sueño extraño.

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Varias horas después, Adeline despierta. Al mirar a su alrededor nota a su padre acostado a pocos metros de ella, descansando apoyado en la base de un árbol.

Ella sonríe tiernamente por la compañía que su padre le había brindado durante esas horas y procede a despertarlo de manera delicada.

De regreso a casa, Ambos acuerdan organizar una noche entretenida con algunos juegos de mesa que tenían desde que Adeline era pequeña.

-Jugamos Monopolio, One o Tuuister?-

Pregunta Adeline a su padre, quien estaba cortando algo de comida.

-Hmm... ¿Qué te parece jugar Monopolio?-

-¡Comenzaré a repartir los billetes!-

Después de un rato, ya está todo listo para la "noche de juegos familiar" que, de hecho, también era la noche antes del cumpleaños 15 de Adeline.

Ambos se sientan y comienzan el juego. Arthew mira su reloj y nota que eran las 11:59.

-Vale... Estos son los $500 que cuesta tu propiedad- Dice Adeline, entregando los pequeños billetes a su padre.

En eso, Arthew se levanta de su silla y grita

-¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!! -

Adeline grita también por la inesperada acción de su padre. Arthew, muerto de risa, se disculpa con su hija y vuelve a felicitarla de un modo más calmado.

-Gracias, papá- Adeline rueda los ojos al mismo tiempo que sonríe inocentemente.

Ambos siguen jugando, más alegres por la situación.

Terminado el juego, ambos ordenan el desastre que hicieron y van a sus respectivas habitaciones.

...

-¿Una pradera?- Adeline dice para si misma, sintiéndose confundida. A pesar de eso, comienza a deambular por el aparente prado en el que acababa de despertar.

A lo lejos, logro distinguir un par de árboles que se torcían de tal manera que formaban un arco y dejaban caer algunas hojas a su alrededor. Adeline se quedó fascinada por la belleza del paisaje hasta que sus pensamientos se vieron interrumpidos por una conversación

-¿Tienes todo listo?- pregunta una voz femenina.

-Sisi, no te preocupes.- Una voz grave y algo rasposa responde a su pregunta.

-Bien... Ya llegó, ¿no?-

-Se supone. Será mejor que te vayas, no queremos que te vea.-

Adeline logra definir la dirección de la que provenían las voces pero al asomarse por el costado de un árbol sólo consiguió ver a un pequeño zorro.

Repentinamente el zorro se voltea a ver a Adeline.

-¡Ayyy, cositaaaa! Hola amiguito~ - Le dice al zorro.

El zorro la mira y tras un suspiro responde

-Hola... Adiós-

-QUE-

Adeline no tardó en notar que la del zorro era la voz grave que había escuchado hace poco. Dejando de lado su sorpresa, Adeline se dirige corriendo hacia donde estaba el zorro para que no escapara y la ayudara a aclarar las dudas que tenía de este lugar.

-¡Ay, espera por favor! Lo siento si algo de lo que dije te molestó pero realmente necesito ayuda, ¡No se que es este lugar ni como salir!-

El zorro la mira y resopla

-Está bien, no te preocupes pero será mejor que nos apuremos o será muy tarde-

-¿Tarde? ¿Para qué?-

-Pronto lo sabrás, ven conmigo- El zorro comienza a caminar en dirección contraria.

Adeline, a pesar de que sus dudas no fueron respondidas, decide confiar en él. Estaba siguiéndole el paso al pequeño zorro cuando esté se pone a correr. Adeline va detrás de el pero el zorro parece ir cada vez más rápido.

Adeline logra divisar los árboles que formaban un arco que había visto antes y después de unos segundos realizó que ese era el lugar donde se dirigían.

Al llegar, el zorro se pone en frente de los árboles y comienza a recitar un cántico inentendible para el oído de Adeline.

Lentamente aparece una hermosa estrella de cuatro puntas en el centro del arco. Cuando el zorro acaba, mira a la niña con confianza.

-Ahora, pon la mano en el centro-

Adeline niega con la cabeza.

-Mira... No es que no confíe en ti ni nada pero... Literalmente no se nada de ti ni de este lugar y antes de responder mis dudas me pides que ponga la mano en esa... Cosa. ¡Es más que obvio que me voy a asustar!-

El zorro suspira, sintiendo que fue muy bruto con Adeline.

-Okey, está bien, volvamos a empezar. Mi nombre es Todd, mucho gusto-

Adeline también se presenta adecuadamente. El zorro, mas calmado, le explica que la única manera de salir de la pradera, que en realidad es un sueño, era apoyando la mano en la estrella.

Adeline decide confiar en el y temerosamente pone su mano en la estrella, la cual comienza a brillar y expandirse hasta cubrir el arco formado por los árboles.

Adeline se aparta de la escena y mira a Todd confundida. -¿Y ahora...?-

-Te espero del otro lado- Todd responde con una voz juguetona al tiempo que atraviesa el "portal" que se había generado.

Adeline estaba más asustada que confundida y sus dudas con respecto al portal, las voces, el zorro, el sueño y la pradera crecían por cada segundo que pasaba. Decidió dejar de lado sus dudas y atravesar el portal.

-1... 2... ¡3!-

El despertar de AdelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora